jueves, 17 de febrero de 2011

CAMINO AL FEUDO...

"Caminante son tus huellas El camino y nada más.
Caminante no hay camino.
Se hace camino al andar."
(Antonio Machado-"Proverbios y cantares")


Mientras escribo éstas líneas caminamos diecisiete días de febrero de 2011. Ayer, veinticuatro horas antes y en el mismo camino, el ministro de gobierno misionero anunció que en la tierra colorada se elegirán autoridades provinciales el 26 de junio y las nacionales en octubre. El actual gobernador irá por otro mandato. Todo indica entonces que el pueblo de Misiones está a ciento veintinueve días exactos de camino. De camino al Feudo. Una meta de la que se tarda mucho en volver.

Porque así lo quiere Cristina. La Presidente. A favor de contrarrestar el efecto contagio que podrían traer eventuales derrotas en Catamarca, Chubut o Santa Fe, que también adelantaron las elecciones de sus estados. Para poder mostrar alguna victoria. Camino a octubre. En Misiones Cristina se siente cómoda. Siempre se sintió cómoda. Cuando viene, nadie le reprocha nada. Bueno. En Misiones casi nunca nadie reprocha nada a nadie.

El feudo es una organización social, política y económica. Un modo de vivir. Un modo de Poder. Prosperó en la Europa occidental de los siglos IX al XV. El señor feudal era la ley. Y el vasallo era el que obedecía.Tierra de por medio. Hasta la llegada de la Revolución Francesa. La constitución se hizo ley. El ciudadano el que la cumplía. Libertad de por medio.

La Argentina del siglo XX y XXI es rica en historial de feudos. La Catamarca de los Saadi. El Santiago de los Juárez. La Corrientes de los Romero Feris y ahora de los Colombi. El Neuquén de los Sapag. San Luis y los Rodríguez Saa. La Santa Cruz de los Kirchner. ¿La Misiones de Rovira y Closs?

-En los feudos, la única ley es la ley del que manda.
-Los Jueces son marionetas de la impunidad.
-La Justicia no marcha. Se marcha pidiendo Justicia.
-Educación y cultura cívica son dos abstracciones. Más abstracciones que nunca.
-Estado, Gobierno y Partido es lo mismo.
-La inversión privada es casi nula. Y proviene de los "amigos".
- El Estado, que es Gobierno, que es Partido, es el que da trabajo. Improductivo. A cambio de votos.
- El ciudadano es reemplazado por el cliente.
-Casi todo se compra. Casi todo se vende. El resto se alquila o se permuta.
- La elite que gobierna vive de sus millones. El resto de sus salarios pauperizados.
- Hay mucho hambre. Mucha pobreza.Sin ascenso social. El pobre lo es para siempre.
- La obra pública es el ropaje más usado por la corrupción.
- La oposición es un chiste. Y el que se la toma en serio es condenada a la periferia de la política. A gritar en el desierto.
- Cada intendente es un cacique territorial.
- El nepotismo es tan habitual como respirar.
-A peor calidad de vida del pueblo, más votos para el que gobierna.
-El Estado no se administra. Es propiedad del que gobierna.
- La cosa pública no es "cosa de todos". Indiferencia de por medio es "la cosa de los otros".
-No se ama. Se teme.
-El periodismo se hace levantando un teléfono desde casa de gobierno.
- La propaganda se vende como información.
- A "los del palo", todo. A los contreras, nada.
-No hay pensamiento crítico. Se critica el pensamiento.



"Caminante no hay camino.
Se hace camino al andar", dice Machado en su poema.


Misiones va haciendo camino.
Está a 129 días de la meta.
Si todo se confirma.
Si no hay rebeldía.
Misiones va haciendo camino.
Camino al feudo...



miércoles, 16 de febrero de 2011

PANEM, CIRCENSES ET MENTIRI




"Si les gustó la representacióm, aplaudan" (César Augusto)

"Somos actores trabajando en el gran tablado del mundo" (Robespierre)

" Qué gran artista pierde el mundo" (Nerón)


La mímesis entre el mundo de la política y el universo de las representaciones teatrales parece ser cosa de antaño. Se sabe que en más de una oportunidad y sobre todo durante el Principado el pueblo de la antigua Roma encontraba en el teatro un lugar para expresar su descontento hacia la figura de un emperador o hacia la sanción de algunas leyes. Aplausos. Silencios. Gritos. Silbidos. Gestos manuales. Todo servía para opinar desde la tribuna. Del otro lado, del lado del Poder, tipos como Nerón tenían aplaudidores a su servicio. Como en 6,7,8. Eran los llamados "Augustianos". Hoy podrían ser Augustianos K.

Si un buen político debe tener algo de actor, pues habrá que convenir que desde la Presidente de la Nación hasta los más ignotos legisladores y pasando por la galería de ministros del gabinete, el oficialismo kirchnerista podría presumir de haberse formado en el "Actors Studio" de Nueva York con el maestro Lee Strasberg o inlcuso haber formado parte de la "England's National Theatre Company" en tiempos en que la dirigía Laurence Olivier.


Los unipersonales de Cristina Kirchner desde el atril ya deberían formar parte de cualquier estudio moderno sobre estrategia política. Si el poeta y filósofo inglés Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) estaba en lo cierto cuando sostenía que la fe poética necesitaba de "una suspensión de la incredulidad", podríamos sugerir por conveniente a favor de disfrutar de su oratoria que debe adoptarse tal postura al oírla. La de suspender la incredulidad. Así podríamos dar por cierto y creer-al menos mientras dure la representación-que no hay inflación sino dispersión de precios, que la inseguridad es una sensación creada aparatosamente desde los medios de comunicación, que se aplica una política económica que favorece a los que menos tienen, que la Justicia es independiente de veras, que el menemismo fue cosa de otros, que se redistribuye la riqueza como nunca antes y que desde toda la vida combatieron a los monopolios. Bueno, dicen por ahí que son unos cuantos los que suspenden su incredulidad.


El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, es otro personaje que con su bigote, su caradurez y su talento para decir lo que no cree como si lo creyera, podría haber jugado el rol de Eufemio , el hermano mayor de Emiliano que en la monumental película de Elia Kazán de 1952 "Viva Zapata", jugaba Anthony Quinn secundando a Marlon Brando.


El inefable canciller (?) Héctor Timerman, de profesión original hijo, podría aprovechar los contactos que seguramente hizo cuando fue cónsul en Nueva York para meter la nariz en la próxima producción fílmica de los hermanos Zucker y Jim Abrahams, los de "Y...dónde está el piloto?" y la saga de "La pistola desnuda". Su gestión, por decirlo así, es una sucesión de gags que buscan hacernos reir por el absurdo.


No se pueden obviar las dotes actorales de gente como Edgardo Depetri (jamás olvida ni una coma del libreto ése de que el kirchnerismo crea pleno empleo). Diana Conti (ayudada y mucho por su "physique du rol" de bruja que el gran Walt Disney hubiera añorado para sus producciones infantiles). Daniel Scioli ( gran vigencia. Era el "muchachito" de la película menemista y ahora también es el "muchachito" de la película kirchnerista). Luis D´Elía (a veces parece un profesor de Historia humilde y realmente preocupado ad honorem por los desposeídos). Alberto Fernández (¿lo escucharon criticar al gobierno que tanto defendía? Desde que Omar Grasso dirigió a Alfredo Alcón en "Hamlet" que la escena nacional no mostraba una actuación tan convincente). Amado Boudou (tiene un rol sumamente complejo. Debe hacernos creer que él es el ministro de economía). ¿Como olvidar la dramática interpretación del senador Miguel Pichetto en la noche cobiana del voto "no positivo"? (Esa cara sufriente de aquel invierno de 2008 merece un premio "Goya". No puede quedar así. Sin reconocimiento).


El kirchnerismo se las ha arreglado, desde el recordado primerísimo actor Néstor Kirchner hasta el último actor de reparto, para que la puesta en escena de ésta obra de teatro que ha entrado en su octava temporada consecutiva, entretenga, divierta, enoje, genere aplausos y también silbidos. Un buen guión, nuchísimo gasto de producción y actuaciones destacadas hacen el deleite de argentinos que disfrutan de esta parodia de proyecto de país.


Decía el gran Juvenal en la antigua Roma: "panem et circenses".

La Argentina del siglo 21 recuperó y amplió esa receta de Poder.

Panem, circenses et mentiri.