jueves, 31 de octubre de 2013

LA VIDA DE ANTES

             

        “ ¡No hay nostalgia más dolorosa que aquella de las cosas que no han sido nunca!”
    (Fernando Pessoa, poeta portugués. 1889-1935)



       La política me importa desde que tengo uso de razón. Iba de la mano con mi interés por la historia y la curiosidad por informarme disfrutando de un noticiero de televisión tanto como de “Meteoro”, “El zorro” o “La mujer biónica” (qué buena estaba Lindsay Wagner!). Mi viejo era peronista. De ésos románticos que al partido nunca le debieron un favor pero sin viceversa. Después de Malvinas un viejo de pelo blanco (Reynaldo Bignone) anunciaba por la tele que se venía la “institucionalización del país”. Ergo, los milicos iban a permitir que se vote.  Para 1983 tenía catorce años y me entusiasmaba viendo los actos partidarios multitudinarios como el “alfonsinazo” en Ferro  o el peronismo reunido en el Obelisco. A mí se me hacía que en cualquier momento reaparecía Perón y levantaba los brazos. La gente militaba por ideas. Nacía y moría peronista. Nacía y moría radical. Nacía y moría “zurda”. Nacía y moría “gorila”. Más o menos las cuatro categorías políticas de la época.
     Estaban Oscar Alende por el PI (Partido Intransigente) y Alvaro Alsogaray por la UCeDe (los “gorilas” de la Unión del Centro Democrático, la de Amado Boudou). Y el “colorado” Abelardo Ramos. Y Rafael Martínez Raymonda. Y el Partido Comunista que apoyaba la fórmula del peronismo. Lúder-Bittel.
      Uno todavía no votaba. Pero mis viejos y mi hermana mayor sí, de modo tal que los acompañé a una escuela en el barrio porteño de Pompeya, ubicada en diagonal a un comité radical. Todo el mundo creía que ganaba el peronismo. Pero ganaron los radicales. El domingo 30 de octubre de 1983 la fórmula Alfonsín-Martínez sacó casi ocho millones de votos y, por primera vez, perdía  el peronismo.  Más tarde iba a descubrir que habíamos ganado todos.
     Al viejo no le gustó ni medio que perdiera el peronismo. Pero en ésa época encontrabas radicales antiperonistas, no peronistas antiradicales, así que el sábado 10 de diciembre me llevó a Plaza de Mayo a la asunción del primer Presidente electo por el pueblo en diez años, desde Perón en octubre de 1973.
     Los pibes, mis compañeros de secundaria, eran casi todos “radichas”. Estaban copados con Alfonsín. Franja Morada había llegado para entronizarse por un rato largo. Tengo grabado en mi mente esa calcomanía con los colores celeste y blanco y la inscripción “R.A”, que los giles llevaban en la carpeta o en la mochila pretendiendo que significaba “República Argentina” cuándo en realidad para ellos quería decir “Raúl Alfonsín”.
     La sensación que todos teníamos es la misma de aquél que se está ahogando en el agua y logra salir a la superficie para que el aire invada sus pulmones. Era una Buenos Aires en la que se podía andar de noche a cualquier hora (en serio!). El cine reverdecía. La música, sobre todo el rock, se ponía más creativa que nunca. En cualquier esquina un cartel publicitario te anunciaba que en tal lado a tal hora tocaba “Sumo”. La revista “Libre” era el trofeo a ojear: traía “minas en bolas” que en esos tiempos quería decir  “en tetas”.  Y “ratearse” del colegio para ir a tomar algo a un “Pumper Nic” (con el sonido de la FM “Rock and Pop” de fondo) era “el” programa.
    Crecí. Está bueno crecer. En el camino la sociedad se fue haciendo un poco peor. La droga fue asentándose como parte de nuestra vida cotidiana potenciando la inseguridad a niveles de películas de Steven Seagal. La noche pasó de soñada a prohibida. La Justicia, la gran esperanza, se plasmó en servilletas y en Consejos de Magistraturas para hacerlas más a medida del Poder. De pronto los radicales se hicieron peronistas. La izquierda se hizo derecha. La derecha se hizo peronista y los peronistas se hicieron primero liberales y después un Frente para la Victoria  que mandaba a meterse la marchita en el c.. . (?). Demasiada mentira con votos. Demasiado feudo. Pobreza. Los salarios subiendo agotados escalón por escalón y la inflación paseando por ascensor. El peso valía lo que un austral y hasta lo que un dólar. En realidad, nunca valió nada. Muchos creyéndose Napoleón. Cada uno tuvo su Waterloo.
      Creo que dejamos de respirar tan bien. O es por tanto faso. O es por tanta mentira.
     Votar es hermoso aunque los indiferentes y los idiotas (en el sentido griego del término)  hayan dejado en minoría a los ciudadanos. Irigoyen, Alvear, Perón, Menem dos veces, Néstor y Cristina son apenas el puñado de mandatarios constitucionales votados en elecciones transparentes que completaron su mandato. El resto se fue antes o lo fueron. Mucho aristócrata en el medio. Mucho uniforme en el medio. Mucha urna trucha en el medio.
      Treinta años consecutivos de democracia. Nunca antes en la Argentina.
     Sé que al recordar un momento solemos ser más felices de lo que realmente fuimos cuando vivimos ése momento . Quizás entonces uno ahora crea que la Democracia de hace treinta años era mejor de lo que fue. No debe ser cierto que la vida de antes era, en muchos aspectos, mejor que la de ahora. No lo es.
     Pero…¿y si lo fuera?
    
  

SODOMA, OBERA Y GOMORRA

     




          Es bíblico. En el Antiguo Testamento  se cuenta la historia de Sodoma y Gomorra, dos de las cinco ciudades que se situaban a orillas del Mar Muerto. En Génesis 19 se relata como Dios sentencia a la destrucción a ambas ciudades a favor de la perversión de sus habitantes.
      “Yahvé hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, destruyó estas ciudades y cuantos hombres había en ellas" (Gn 19, 27-28).
     A algunos les cuesta  aceptar aún lo que hace años nos obligó a rotar el eje del análisis político. Siendo de los primeros que criticamos públicamente la labor de quiénes tomaron por asalto a la Argentina, a Misiones y a Oberá  debimos empezar a reflexionar acerca de a qué clase de sociedad se le pide el voto. En Misiones los impresentables con votos ponen en ridículo tanta queja mediática. Y Oberá ya no es materia de análisis para periodistas sino para psicólogos sociales.
    Por supuesto es más fácil ejercer la demagogia y postular que el pueblo nunca se equivoca. Sanata de ignorantes! Hace dos mil quinientos años Pilatos preguntó a la plebe si preferían a Jesús o a Barrabás. Fue de las primeras pero no de las últimas veces que los pueblos eligieron ladrones. La política se hace con los acores que hay, de modo tal que los gobernantes se nos parecen mucho. Ya uno ni recuerda cuánto hace que escribió que Oberá tiene el “Rindfleisch que se merece”.
     El 11 de agosto 9.877 habitantes de Oberá votaron al Frente Renovador dejándola en segundo lugar por primera vez en una década.77 días después el oficialismo sacó 12.798 sufragios. Casi tres mil personas pasaron de la protesta al apoyo. En el medio, Oberá siguió siendo la ciudad sin agua, con pobre iluminación, con gente sin trabajo, salarios paupérrimos y una inseguridad callejera casi porteña. La droga llegó para quedarse y recorrer la ciudad permite metaforizar lo que sucede; el alcalde vive como un sultán en una casa con salida a un asfalto propio del siglo 21. Miles de obereños viven como parias en barrios cuyas calles recuerdan al siglo 19.
      A ésas tres mil personas no les mejoró la calidad de vida. Les mejoraron la oferta.
      Cientos y cientos de obereños van por la vida en estado de alquiler. Otros permanecen indiferentes. Ocurre en la ciudad de las iglesias, cuyos pastores deberían reforzar un poquito más la enseñanza del séptimo mandamiento. Lo concreto es que la suma de unos y otros siguen dejando a los “ciudadanos” en minoría. Hace días hubo elecciones en la CELO y el resultado dejó ésto tan claro que no verlo ya es declarada ceguera.
     La Oberá de tus padres no existe más. Esta es otra gente. Poco dispuesta a esfuerzo alguno. Mucho menos al intelectual. Claro que hay gente muy valiosa. Pero no la suficiente. Es triste pero es así.
   Robert Walpole, el creador del sistema parlamentario en Inglaterra, dijo que “cada hombre tiene su precio”.
     Cuando miles de personas tienen un precio los que gobiernan sólo deben hacer una cosa.
    ¿Gobernar mejor?
    No. Mejorar la oferta…



    

     

   


    

SE ACABO LA MENTIRA

       



     Lunes 28 de octubre de 2013. Faltan 774 días para que Cristina Kirchner deje la presidencia del país. Continuar es algo que no se lo permite su salud física. Mucho menos la salud de la República.
     Cuidado con entusiasmarse rápido. Se acabó éste mentira que lleva una década entronizada. Siendo el pueblo argentino tan proclive a comerse todos los amagues ahora podrían venir otras. Pero ésta se acabó.
     En la provincia de Buenos Aires, dónde votan 4 de cada diez argentinos que sufragan, Sergio Massa barrió con un Insaurralde  al que habrá que ver si hoy Jessica Cirio le sigue dando bola.  Incluso el impresentable titular del AFSCA Martín Sabbatella perdió en su feudo de Morón con las huestes massistas por un 43 a un 26%.
     En la Capital Federal el PRO sigue gozando de ser el elegido por los porteños para oponerse al kirchnerismo. Macri logró su décimo éxito electoral consecutivo en una década.Daniel Filmus ya es un masoquismo militante. Es la sexta vez  en seis años que los porteños lo rechazan. Elisa Carrió, ahora que a la gente le falta plata, dejó de ser una loca denunciante y volvió  a la “cordura”.
     En Córdoba (con De la Sota), Mendoza (con Cobos) y Santa Fe (con Binner), el kirchnerismo volvió a ser derrotado y peor. En Santa Cruz, su feudo, el kirchnerismo perdió por paliza en el día del tercer aniversario de la muerte de “él”.
       En las provincias feudales ya es de manual: a peor calidad de vida más votos para los que gobiernan. ¿No me creés? ¿Conocés y sabés cómo se vive en Tucumán, Formosa, Jujuy, Chaco,  La Rioja, Salta, Catamarca o Santiago del Estero?
      En Misiones la Renovación mejoró la oferta y se recuperó. ¿La oferta electoral? No te hagás el gil que me entendés. En la conferencia de prensa dada anoche tras el importante triunfo electoral fue demasiado evidente que Carlos Rovira y Maurice Closs son ahora como esas parejas que conviven bajo el mismo techo pero ya sin “amor”. Cada uno tiene sus propios y diferentes planes para el 2015. Hugo Passalacqua y Alex Ziegler son las máscaras que usarán en los próximos dos años. Los radicales fueron declarados “muertos” equivocadamente tantas veces en sus más de cien años de existencia que no asombra otra “resurrección” más. Ramón Puerta hizo un gran esfuerzo pero ya hemos escrito que los Kirchner sacaron al peronismo misionero de la cancha y lo pusieron en la tribuna. Desde entonces el peronismo local tiene demasiados caciques para tan pocos y dispersos indios. De hecho ningún Renovador habrá festejado más la derrota de Puerta que algunos “compañeros”. “La organización vence al tiempo” escribió un tal Juan Domingo Perón. Deberían leerlo además de nombrarlo.
     Ahora el peronismo nacional jugará una nueva interna desde los poderes del estado. Como siempre, desde hace cuarenta años. Perón vivo vs Perón muerto. La derecha vs la izquierda. Herminio Iglesias, el “Beto” Imbelloni y Lorenzo Miguel vs la Renovación de Cafiero, Menem y Grosso. Menem vs el Frepaso. Menem vs Duhalde. Duhalde vs Néstor. Kirchnerismo vs Disidentes. Massa vs Scioli.
     Los radicales tienen otra oportunidad más. Caerse y levantarse, ya dijimos, es el resúmen de su historia. Los socialistas atraviesan su mejor momento político en la Argentina. Hay una izquierda radicalizada además que ha tenido muchísimos votos en todo el país. El partido Obrero, con su trotskismo a cuestas, hizo en Salta la mejor elección de todos los tiempos metiendo por primera vez un diputado (Pablo López) en el Congreso Nacional.

        Un par de medias verdades que andan sueltas por ahí: “El Frente para la Victoria sigue siendo la primera fuerza nacional”. Obvio. Mientras el oficialismo se pasó diez años creando una estructura, el resto de los partidos políticos fueron llevados a una crisis tal que hoy son armados territoriales, muchos de ellos sin presencia o forzados a alianzas en el total del país.  “El kirchnerismo mantendrá la hegemonía en el Congreso Nacional”. Otra obviedad que saca partido del masivo desconocimiento cívico. El oficialismo arriesgaba en éstos comicios lo que obtuvo en 2009, cuando cayó derrotado en aquellas legislativas. El que arriesga poco pierde poco.
     Quedan dos años de gobierno para los oficialismos.  Un kirchnerismo en retirada es algo en lo que habría que detenerse un rato cosa de estar atentos. Como en la “aletheia” de la antigua Grecia, el velo se correrá y la Argentina real y ya no la del relato aparecerá de un modo brutal en una sociedad calesita que se cree que avanza. Y cada vez su calidad de vida es peor.
       A barajar y a dar de nuevo y a esperar que la demanda social de gestión y de verdad sea un escudo ante posibles nuevas mentiras.
       Pero ésta, la de los últimos diez años, se acabó.



miércoles, 23 de octubre de 2013

"UN PUPO RARO"

   





     En la mañana de éste martes 22 de octubre  Alba Kunzmann de Gauchat,  Jueza de Instrucción I de la ciudad de Oberá, dictó el procesamiento de Pascual Alejandro Santandrea por los delitos de “acceso carnal abusivo y abuso sexual simple”. La génesis de la medida judicial fueron unas declaraciones de la menor en cuestión, una niña de ocho años de edad, que definió a cierta parte de la anatomía del ahora procesado: “tiene un pupo raro”, dijo y  consta en el expediente judicial.

     Todo se precipitó en agosto. En la noche del lunes 19  Rosa Quintana, una mujer de 42 años que vive en condiciones de extrema pobreza en el barrio obereño de Villa Gunther, denunció en la Comisaría de la Mujer de la ciudad que su hija menor había sido abusada en la casa de un hombre. Según ella la niña fue obligada a practicarle sexo oral a éste hombre que, por primera vez dado que no habría sido ése el primer abuso, habría penetrado su vagina con tres dedos de una mano. Todo luego de haberla bañado ahí en su propio domicilio de Villa Barreyro, un barrio burgués de la localidad. El dolor derivado de la penetración manual  provocó que la nena le anoticie del asunto a la mamá. Rosa remató su denuncia diciendo que la nena y su hermanita de trece años fueron  amenazadas de muerte por el hombre.

     Ahí empezó en Oberá un nuevo capítulo porque el hombre no era cualquier hombre. El martes 27 de agosto el Juez de Instrucción II Horacio Alarcón ordenó el allanamiento del domicilio del denunciado y, tras ello, fue detenido. Claro que de un modo singular. Sin esposas, manejando su propio auto y tratado con toda deferencia por la policía que intervino en el caso. De hecho y hasta hoy, el hombre no está alojado con los otros presos sino en una sala acondicionada especialmente en la Comisaría III de Oberá, que servía de descanso al personal policial. Cuenta con televisión por cable y flexibilidad horaria para las visitas, todo justificado por el comisario de la Seccional Víctor Wall con el argumento de que se trata de una figura pública.

     Pero, ¿quién era el acusado? Buena parte del periodismo obereño, condicionado por amistad profesional o porque el hombre es del riñón político del alcalde obereño Ewaldo Rindfleisch que apoya buena parte de su Poder en el blindaje mediático que le otorgan esos periodistas, no se atrevía a dar el nombre. Llegaban a extremos ridículos como el de dar toda la data para terminar diciendo “Pascual Alejandro S.”, como si los obereños fueron opas inacapaces de saber de quién  se hablaba.

     Hasta que MIsionesCuatro fue el primer medio provincial en dar el nombre completo como correspondía: Pascual Alejandro Santandrea, apodado “Cacho”, 59 años de edad, tradicional presentador de la Fiesta Nacional del Inmigrante (bien obereña pero también la mayor fiesta de la tierra colorada), hombre de vasta trayectoria en los mass-media misioneros y además Secretario del Concejo Deliberante de la ciudad de Oberá . Hombre de prosapia radical que fue acompañando las idas y vueltas partidarias de Ewaldo Rindfleisch, intendente de la ciudad desde hace una década.

     El caso, a días de iniciarse una nueva edición de la Fiesta Nacional del Inmigrante (que iba a ser la primera sin Santandrea en la conducción), conmocionó a Oberá, a la provincia y llegó a los medios de comunicación nacionales. Consultado por una radio posadeña, el intendente Rindfleisch fue diplomático y se limitó a manifestar cierto asombro ante la noticia. 

     Todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
      Entonces, ¿en qué se basó el Juez Alarcón para allanar la casa de Santandrea y luego ordenar detenerlo?  Se le hizo una Cámara Gesell a la chica que, según declaró públicamente el mismo Juez, dio un testimonio “crudo y espontáneo”.

    Pero la situación era por cierto despareja. De un lado Santandrea contando con apoyo político, apoyo de sus amigos en los medios de comunicación y con la posibilidad económica de contratar a dos abogados prestigiosos del foro local: Manuel Elordi y Javier Millán Barreda. Santandrea y los letrados pensaban en el armado de la estrategia defensiva. Del otro lado muy vulnerables, Rosa Quintana y sus hijas pensaban en qué cenar.

     Millán Barreda recorrió algunas radios obereñas intentando instalar la idea de que la niña fabuló y que una Cámara Gesell puede fallar, cuestión que es cierta y de la que hay registros judiciales varios. Al tiempo la causa había cambiado de manos. En unas minivacaciones en la zona de El Soberbio el Juez Alarcón se rompió una pierna de manera accidental y pidió licencia. Lo reemplazó entonces como jueza subrogante la doctora Gauchat.

     Treinta y cuatro días después de ser detenido, Santandrea declaró ante la Jueza, que se mostró sorprendida por la tardanza en prestarse a la indagatoria y se lo hizo notar al propio acusado. La defensa presentó testimonios de “testigos”. Pero claro, ¿quién de ellos estuvo mirando las veinticuatro horas hacia la casa de Santandrea como para aseverar que la nena jamás entró, al menos ese día?

      Luego la Fiscal Myriam Silke solicitó el procesamiento del acusado. Para ella también había elementos suficientes que ameritaban tal pedido. Vale recordar que el 30 de junio pasado la mayoría del  pueblo  que concurrió a votar dio su apoyo en un plebiscito que se hizo de manera paralela a los comicios provinciales, a la incorporación de la figura del querellante particular a la constitución misionera.  Misiones es la única provincia argentina en la que la víctima de un delito no tiene arte ni parte en la causa y depende de la acción del fiscal actuante. Sin embargo al día de la fecha y a pesar del resultado contundente del plebiscito la nueva norma  no fue reglamentada por lo que los fiscales siguen siendo los impulsores exclusivos de las causas judiciales.

    A partir de ahí la calle se llenó de rumores que postulaban que Santandrea sería liberado por el poder político y hasta se preparó una marcha convocada por el Polo Obrero (una organización con presencia solidaria en  barrios marginales de Oberá como el de Villa Gunther, de dónde es la nena presuntamente abusada) hacia el Juzgado que tiene la causa. La marcha no llegó a concretarse en el comienzo de ésta semana por factores climáticos.

     Sin embargo, en los corrillos judiciales de Oberá  nadie dudaba de que la Jueza Gauchat  tomaría la medida que éste martes 22 de octubre tomó: el procesamiento.

     Ahora la causa se elevará a juicio y el imputado, que seguirá detenido,  podría sufrir una condena que va de los cuatro a los diez años. La defensa ya adelantó que apelará y entonces una joven Cámara de Apelaciones tendrá la próxima palabra. También se verá si además de estudiar la psiquis de la nena la Justicia se pone a evaluar exhaustivamente la “cabeza” del ahora imputado. Para éso existen test más que pertinentes.

     “Cada día tiene su cielo y su infierno” escribió Jorge Luis Borges.
    Parece que “un pupo raro” cruzó al cielo de Santandrea con el infierno de una nena.