jueves, 11 de mayo de 2017

                       EL BESO DE CHAVES 

     Como la demagogia no pasa de moda algunos analistas de la realidad misionera postulan en público que es la vetusta ley de lemas la que mantiene a la renovación en el Poder. No se animan a adjudicarle a la sociedad la insoslayable responsabilidad que tiene. El fenómeno de la llegada, la permanencia y la entronización de los señores feudales de la provincia es más complejo que la dicotomía ley de lemas sí vs ley de lemas no. Que ayuda, por supuesto, y por eso no la cambian. Pero un partido político no obtiene entre el 50 y el 85% de los votos ni se queda con el ciento por ciento de los municipios (caso único en el país de hoy) porque un sistema electoral lo favorece. Lo logra porque ha sido hábil para crear una estricta dependencia hacia él. Y porque encontró un electorado dispuesto. El entramado de los feudos obliga al analista a no soslayar el desarrollo de una red de complicidades sociales que a la hora de generar el indispensable caudal de voto cautivo, suele ser aún más eficaz que el miedo.

     En Misiones no hay nada que se pueda decir y no hay nada que se pueda hacer para cambiar la dirección del voto de muchísimos habitantes que, mientras el hueso tenga un poquito de carne, seguirán moviendo la cola de contentos.

     Por eso la renovación se puede dar el lujo de haber transformado los comicios a intendente en una mera interna partidaria. Setenta y cinco  internas partidarias.

     Los ambiciosos saben que la renovación es, desde hace rato y lo es aún, la mejor garantía para competir en las elecciones para alcaldes y concejales mientras los otros partidos y sus candidatos solo participan.

     Lo sabe Carlos Fernández, intendente de Oberá. Lo sabe Ariel Chaves, titular del Concejo Deliberante de Oberá. Lo saben muchos. “No importa que el gato sea blanco o negro. Lo importante es que cace ratones”, decía el líder chino Deng Xiaoping. Y la renovación, si en algo se destaca, es en cazar ratones.

    Desde la centralidad del partido observan con preocupación que Fernández se las arregló para tener un grado de adhesión personal a su candidatura que podría-así en potencial-impulsarlo a hacer la “gran Rindfleisch”. En 2007 el ahora director de arquitectura provincial dejó el partido, se postuló por el Frente para la Victoria y le dio una paliza electoral a toda la renovación junta, incluído el hoy gobernador Hugo Passalacqua.

    Muchos obereños sienten ternura por el pediatra Fernández que nunca alza la voz, que no se aparta de su tono campechano, que sonríe naturalmente y que trajo al mundo a una gran cantidad de muchachos y chicas que hoy ya crecidos pasean  con sus barbas o con sus minis por toda la ciudad. En los pueblos y en las pequeñas ciudades eso no se olvida. Ser un médico tan cercano a los afectos, a diferencia del modo distante en que la profesión se ejerce en las grandes urbes, genera simpatías inolvidables. Genera mucho prestigio.

       La consigna es clara. Hay que eclipsar a Fernández. El intendente renovador más cercano al PRO que tiene la provincia. Uno que podría no necesitar de la renovación para ganar en su municipio.

      Si para algunos, después de la experiencia Rindfleisch, Fernández es una suerte de mesías, se precisa un Judas.

      Ariel Chaves se parece más a Carlos Fernández de lo que él cree. También es médico (y de los buenos). También arrastra fama de “buen tipo”. También se hizo renovador porque le convenía para “llegar”. Aunque no es tan hábil como Fernández para parecer menos ambicioso de lo que es. A él se le nota más.

     ¿Cómo potenciar a Chaves y, a la vez, esmerilar a Fernández?  Utilizar los servicios del “titismo residual” pasó a ser fundamental.

     ¿Qué es el “titismo residual”? Se trata de la cohorte de lacayos que sirvieron de un modo muy obediente al exalcalde Ewaldo “Tito” Rindfleisch. Un grupo de dirigentes sociales, empresarios, organizaciones intermedias, operadores judiciales  y periodistas que hace un par de años apostaron fuerte a la candidatura de Daniel Behler, el delfín de Rindfleisch, para continuar al comando del territorio comunal. Pero Fernández los masacró con votos. La clase media obereña, la que marca los humores de la sociedad y define cada comicio, hizo del  pediatra su nuevo referente.

     Cualquiera que viva en Oberá podrá darse cuenta de los “milagros” que desde el diez de diciembre de 2015 se vienen produciendo en la ciudad. Personas que durante doce años fueron ciegas, ahora ven. Personas que durante doce años fueron sordas, ahora oyen. Y personas que durante doce años fueron mudas, ahora hablan.

     En los últimos meses el hoy alcalde de Oberá ha debido lidiar con una radicalización de la protesta social que es inédita en los últimos tres lustros. Una toma de la municipalidad. Un intento de hacer lo mismo. Una marcha, neutralizada a tiempo, que se dirigía al domicilio particular de Fernández. Toma de espacios públicos. Usurpación de terrenos privados. Intentos varios de hacer lo mismo. Todo tan “espontáneo” como una pelea mediática de los jurados del “Bailando…” de Tinelli.

     Rindfleisch tenía destreza política y recursos para disciplinar o cooptar a quiénes podían controlar la protesta social. Fernández no tiene ninguna de las dos cosas.

     La opereta de algunos medios de comunicación locales es hasta risueña por su obviedad. Después de doce años de desparramar “Lexotanil” para garantizar el letargo, ahora reparten bebidas energizantes. Fernández no puede darles la pauta que les daba Rindfleisch, hecho que provocó que haya periodistas que volvieron al periodismo.

     Ariel Cháves no pasa un día sin proclamar su independencia del ejecutivo local y no pierde oportunidad de brindar ante cada micrófono que le acercan-y se lo acercan seguido-un curso acelerado de las teorías de Montesquieu sobre el “checks and balances” (controles y contrapesos). Todo retórico. Todo sanata. Pero que sirve para posicionarlo ante quiénes reciben propaganda como si fuera información.

     Fernández es un administrador del status quo. Está claro que él no llegó al poder para encarar ninguna revolución. De hecho no tocó-ni va a tocar-ningún negocio directo de su antecesor, que bien protegido está por la corona. Pero con él en la alcaldía algunos perdieron privilegios. Y los extrañan mucho.

     Con la disputa por el poder reducida a una interna renovadora, Oberá da para todo. Hasta para una pelea entre lo malo y lo peor.
   
      Obnubilados por la nostalgia por Rindfleisch, algunos se olvidan aquella recomendación de Napoleón Bonaparte: “Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error”. No advierten que tienen a su favor los errores no forzados del propio  Fernández.

     Otoño de 2017. La ciudad de Oberá no se desarrolla, sigue tan postergada como siempre  y el único cambio es que ahora a algunos las injusticias empezaron a importarles. Carlos Fernández se dedica exclusivamente a recaudar para ordenar el desparramo financiero que le dejó Rindfleisch. Que es renovador como él, aunque a veces hable como si el arquitecto perteneciera al Partido Socialista Obrero español. Y en medio de eso la política la hace un solo partido porque el resto, orgánicamente,  ni siquiera se anima.

     Judas besó al Mesías antes de entregarlo.
     Hoy se usa un abrazo.


viernes, 5 de mayo de 2017

¿CÓMO LLEGARON LOS ACTUALES JUECES DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA A LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA?


-Juan Carlos Maqueda: llegó a la Corte en diciembre de 2002 y fue nombrado-y propuesto-por el Pte Eduardo Duhalde.

-Elena Highton de Nolasco: llegó a la Corte en junio de 2004 y fue nombrada por el Pte Néstor Kirchner. La había propuesto el entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández.

-Ricardo Lorenzetti: llegó a la Corte a fines de 2004 y fue nombrado por el Pte Néstor Kirchner. Lo habían propuesto la entonces senadora nacional Cristina Kirchner y el entonces Secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini

-Horacio Rosatti: llegó a la Corte en diciembre de 2015. Fue nombrado-y propuesto-por el Pte Mauricio Macri.

-Carlos Rosenkrantz: llegó a la Corte en junio de 2016 y fue nombrado-y propuesto- por el Pte Mauricio Macri.

Uno llegó con Duhalde, dos con el kirchnerismo y dos con Macri
¿SABÉS QUIÉNES SON Y COMO LLEGARON A SU CARGO LOS INTEGRANTES DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA PROVINCIA DE MISIONES?









Actualmente son ocho (8).

-Froilán Zarza: actual Presidente del Tribunal. Llegó en 2009 y fue propuesto por el gobernador Maurice Closs

-Roberto Rubén Uset: fue secretario de Legal y Técnica del gobernador Carlos Rovira, que lo propuso para el cargo en 2006..Había sido también apoderado del Frente Renovador de la Concordia Social.

-Cristina Leiva: fue socia en el estudio jurídico de Daniel “Fonchi” Duarte, hermano del actual Fiscal de Estado y por entonces operador político de Carlos Rovira (además dueño de Canal 2 y Noticias de la calle). La propuso el gobernador Carlos Rovira en 2006.

-Ramona Velázquez: fue maestra de Biología y amiga de la madre del entonces gobernador Carlos Rovira, que la propuso para el cargo en el 2006.

-María Laura Niveyro:llegó en diciembre de 2010 y fue propuesta por el gobernador Maurice Closs

-Jorge Rojas: Es obereño y llegó al Tribunal en 1991, propuesto por el gobernador Julio Humada.

-Rossana Pía Venchiarutti Sartori: es obereña, llegó en 2016 y fue propuesta por el gobernador Hugo Passalacqua

-Cristian Marcelo Benítez: llegó en 2016 y fue propuesto por el gobernador Hugo Passalacqua.

De los ocho, 3 llegaron con Rovira, 2 llegaron con Closs, 2 llegaron con Passalacqua y 1 con Humada. De los ocho, siete llegaron con la renovación.