sábado, 21 de junio de 2025

 

SETENTA BALCONES… Y NINGUNA FLOR

 

     “Setenta balcones hay en esta casa,

setenta balcones y ninguna flor.

¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?

¿Odian el perfume, odian el color?”

     Así arranca el clásico poema del médico y escritor argentino Baldomero Fernández Moreno, quién describe la sensación de falta de vida  que le provoca la ausencia de flores, símbolo de la belleza y de la vida.

     Cristina Kirchner podrá asomarse setenta veces al balcón de su relajada prisión domiciliaria. La montada estrategia política y mediática podrá perseverar en dotar de contenido sus salidas, sus audios, sus tuits, cualquier movimiento de cortina que preanuncie su presencia. Ese balcón no tiene plantas. No tiene flores. Como todo lo que, desde hace mucho tiempo y aunque algunos insistan en no verlo, rodea a la expresidente.

    Cierta vez Cristina Kirchner le dijo a los jueces “A mí me absolvió la historia”. No se da cuenta de que la justicia con ella ha sido más benévola que la historia. 

      La Corte Suprema de Justicia de la Nación, la que dejó firme su doble condena por corrupción con la obra pública, tiene tres jueces. ¿Cómo llegaron esos tres jueces a la Corte?

-Ricardo Lorenzetti fue designado por decreto del presidente Néstor Kirchner en diciembre de 2004, con acuerdo del senado con mayoría peronista

-Horacio Rosatti fue nombrado por decreto del presidente Macri en agosto de 2016 con acuerdo del senado con mayoría peronista. Entre 2004 y 2005 fue ministro de Justicia del presidente Néstor Kirchner

-Carlos Rosenkrantz fue nombrado por decreto del presidente Mauricio Macri en agosto de 2016 con acuerdo del senado con mayoría peronista

     Hace cuarenta años, desde el retorno de la democracia, que nadie llega a juez si el peronismo no lo apoya. Fin de la discusión seria. Se puede seguir la discusión ridícula.

     Los datos y los hechos (¡los datos y los hechos!) que hay en el expediente de la causa conocida como “Vialidad” son irrefutables. Son ir-re-fu-ta-bles. A la justicia no le quedó otra que condenarla.

     Sabrá eso al que siguen llamando peronismo cómo sacarse de encima al lastre kirchnerista.

    Cristina Kirchner apuesta todo a un nuevo desmoronamiento de la macroeconomía que transforme a Javier Milei en 2027 en el Mauricio Macri  de 2019. Y ya habrá imaginado a otro Alberto Fernández (quizás su hijo Máximo).  Mientras imagina que dirá el obituario político de Milei no se da cuenta de que la historia, la misma que no la absolvió, está escribiendo el suyo.

      Milei la necesita en el balcón. Macri también. Varios peronistas también. La prensa ni hablar. Como entretenimiento puede ser mejor que las series de Netflix.

     En la película “El Ciudadano”, de Orson Welles, le advierten a un opulento señor: “Tu vida siempre va a durar más que tu poder”.

     Debe ser notable la melancólica diferencia.

     Entre el balcón de la Rosada.

     Y el balcón de su casa.

 

 

Walter Anestiades

    

    

 

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