jueves, 13 de febrero de 2014

BAJO EL AGUA QUE VENIA DE ARRIBA MARCHARON POR EL AGUA QUE NO VIENE DE ABAJO

   





     Alrededor de un centenar de personas marcharon por el centro de Oberá en protesta por los crónicos cortes de los servicios de agua potable y de luz.
     Congregados en el mediodía de este jueves en la céntrica “Plazoleta de la Equidad” vecinos y socios de la CELO (Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá) marcharon por la zona a favor de exigir que la entidad, jaqueada por una profunda crisis administrativa y económica tras años de descontrol, preste los servicios que en condiciones normales presta poco y mal y en condiciones excepcionales (altas temperaturas) ni siquiera puede prestar. Irónicamente, caminaron bajo una lluvia que hacía varios días no se hacía presente en Oberá.
     Ante la mirada de otros socios y vecinos que padecen las mismas carencias y los observaban como quién mira la desgracia ajena, el centenar de manifestantes recorrió la calle Santa Fe hasta llegar a la sede local del EPRAC (Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas) . El EPRAC es la autoridad de aplicación a través de la cual  el estado misionero regula la  la prestación y explotación de
los servicios públicos de captación, potabilización, almacenamiento, transporte, elevación ydistribución de agua potable, así como de recolección, transporte, tratamiento y disposición de efluentes cloacales y sólidos  (Ley provincial  X,antes Ley 3.391). Allí fueron recibidos por el vicepresidente del organismo, el obereño Javier Pelinski. Vale mencionar que Pelinski fue hasta hace muy poco Presidente del EPRAC hasta que fue reemplazado por el ex diputado nacional Timoteo Llera. Pelinski fue, además, uno de los convencionales constituyentes que sancionó el año pasado la primera Carta Orgánica de Oberá que consagra, entre otros derechos, el derecho al agua.
    En la puerta de las oficinas y estimulado por su ex compañero en la Convención Constituyente y cabeza de la convocatoria, el abogado Rafael Pereyra Pigerl, Pelinski respondió todas las consultas de los manifestantes y de los periodistas que cubrieron la marcha. Consultado por MisionesCuatro acerca de la función de contralor que el EPRAC debe ejercer sobre la CELO, Pelinski declaró que se apercibió al Consejo de Administración de la CELO por incumplir con el contrato de concesión (en este punto hay que reiterar que la cooperativa, en este caso, brinda servicios que le fueron concesionados por el Estado pero que ese Estado-tanto municipal como provincial-nunca pierde la obligación de responder por la falta de los servicios ni de controlar al concesionario).
     Nuevamente consultado pro MisionesCuatro acerca de los efectos concretos de la actuación del EPRAC, ya que Oberá está en “emergencia hídrica” desde hace un lustro, Pelinski debió admitir (por omisión de respuesta adecuada) que el organismo que él mismo presidía no fue eficaz en el ejercicio de contralor. Pelinski se defendió argumentando que “yo también sufro los cortes de agua” (?). Además, en una suerte de “perlita” política, reconoció ante MisionesCuatro que el Ministerio de Acción Cooperativa, hoy en manos de Fabiola Bianco, tampoco cumple con el debido control a la CELO.
     Los vecinos no solo se quejaron ante Pelinski por la falta de agua sino también por la calidad del agua. Cuestionaron que el control de calidad lo realice un laboratorio por encargo de la propia CELO sin que haya, como en toda prueba, una necesaria contraprueba. El Estado debería someter al agua de red que llega a las casas de los obereños y municipios aledaños a sus propios controles. Esto, que no se hace,  también fue reconocido por Pelinski.
     En la Ley provincial X se señala en el ARTÍCULO 82.-
“Toda controversia que se suscite entre, Prestadores de Servicios y Usuarios, con motivo del suministro o de los servicios establecidos en esta Ley, deberá sersometida en forma previa y obligatoria a la jurisdicción del EPRAC”. El EPRAC no necesita de denuncias. Puede y debe actuar de oficio. Debió hacerlo y de manera eficaz en una ciudad, insistimos, que está en “emergencia hídrica” hace cinco años.
     Tras la reunión con Pelinski el grupo, siguió camino hasta culminar la marcha en la puerta de la municipalidad de Oberá. A esa hora, pasadas la una de la tarde, ya no había nadie en el lugar pero llegar allí sirvió para establecerse, consensuar el próximo paso y desconcentrarse. El alcalde Renovador Ewaldo  Rindfleisch-el responsable número uno de la crisis del agua en Oberá-continúa gozando de su licencia  fuera del país.
     ¿Cuál será el próximo paso? Rafael Pereyra Pigerl señaló que pedirá a los concejales que los reciban el próximo jueves 20 de febrero a las siete de la tarde en la sede del legislativo obereño (por cierto, espectador de lujo de la crisis hídrica en todos éstos años). El Concejo Deliberante local tendrá su primera sesión ordinaria el martes 4 de marzo pero el abogado insistirá, dijo a los presentes, para que todos sean recibidos el jueves que viene.
     ¿Vaso medio lleno? Es digno de destacar lo que hizo esta gente que marchó bajo la lluvia en pleno febrero defendiendo sus derechos. Muy destacable.
     ¿Vaso medio vacío?  100 manifestantes sobre 28 mil socios.
     Te contamos la crónica de una marcha de personas que quieren el vaso lleno.
     Y con agua.


    
    
    

13 DE FEBRERO: DIA MUNDIAL DE LA RADIO

    UN GUSTITO QUE ME DOY ...LA MARAVILLA DE HACER RADIO!!!
   
    









LA ODISEA DE SACAR UNA LICENCIA DE CONDUCIR EN OBERA

    

     Las estadísticas muestran de modo contundente que la Argentina toda, Misiones en especial, tiene serios problemas para menguar la cantidad de accidentes de tránsito. Sean fatales o no, está claro que el fenómeno es multicausal y se necesita tanto una maximización de las campañas de concientización vial como la aplicación de controles adecuados por parte del Estado. Pero una cosa son los controles adecuados. Otra cosa es la burocracia que transforma en berreta a los planes más serios. 

      En éstos días hemos recibido decenas de quejas de vecinos que nos narraron la complejidad de un asunto que debería ser más sencillo. Si vas a sacar o a renovar tu licencia de conducir en la ciudad de Oberá lo primero que vas a necesitar es mucho tiempo disponible. Si trabajás, vas a tener que rogarle a Dios que dote de cristiana comprensión a tus jefes porque el trámite completo para poder manejar  en regla te va a demandar tres, cuatro o cinco días de laburo.

     El primer paso consiste en ir a la Municipalidad local (en la sede “temporaria” desde 2009, cuándo se quemó el histórico edificio en una situación poco clara y en la que todos por aquí se hicieron los otarios…). En el sector correspondiente debe pedirse la boleta de pago de la Certificación Nacional de Antecedentes e infracciones de Tránsito. Para eso hay que estar tipo seis de la mañana (no aclararon si en ayunas) cuando reparten un total de veinte números, máxima cantidad de personas que atienden por día. Hemos recibido testimonios de personas que se “escaparon” un ratito del trabajo a las siete y media de la mañana y ya no se entregaban más números. “Escapadita” al cuete.

     Una vez que se logró formar parte del “grupo de los veinte”, ahí sí hay que pedir y te entregan la boleta de pago de la Certificación Nacional de…Hay que salir de la Municipalidad y dirigirse a un “Rapi-pago” para abonar los 60 $ (sesenta pesos)  que sale la boleta. De allí de vuelta a la Muni donde te entregan la Certificación habilitada.

     El próximo paso es pedir el formulario del exámen médico (psico-físico) en la misma sede municipal. Te entregan un listado de diecisiete galenos para que uno elija. Hay que  ir a verlo. Con suerte, el exámen médico demorará un día. Sale cien pesos, mínimo.

     Si uno va a obtener su licencia de conducir por primera vez debe hacer el curso teórico-práctico. El teórico se hace-un día- en el Corralón municipal y el práctico-otro día distinto- en el Parque de las Naciones. Si uno va a renovar su licencia debe hacer sólo el Teórico.

      Con todo esto cumplido hay que ir de nuevo a la municipalidad y-viene con mucha demora, dicen que por la adaptación al sistema nacional-se recibe la licencia. Son 150 $ por una licencia anual ó 500 $ por una licencia por cinco años. 

  Calculá: un día para pedir número y, con el destino de tu parte,  el trámite posterior con la boleta de pago, el rapi-pago y la entrega del formulario para el psico-físico. Otro día, si seguimos con suerte, para la realización del exámen médico. Un par de días más para el curso de manejo (o uno solo si es para renovar la licencia). Y otro día para ir a que te den la licencia.

      Cálculo optimista: cuatro días de trabajo.
      Cálculo pesimista: pueden ser seis días de trabajo.

     ¿Explicaciones oficiales? El cuento de que todo debe soportarse por el fin superior de lograr más eficacia en la lucha contra los accidentes viales. Sanata que cuenta con la rápida adhesión de los perezosos mentales que no profundizan su análisis y por ende no advierten que el sistema persigue un fin recaudatorio y que deben facilitarse las cosas para aquellos que al trabajar tienen al tiempo como un bien escaso. Hay un montón de factores que deben hacer sistema en sincronía para que los argentinos manejemos más responsablemente. El sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) describió muy bien los problemas que acarrea la degeneración de la burocracia. 

     ¿Le es imposible al estado obereño lidiar con la emisión en tiempo razonable de licencias de conducir? ¿Qué esperar entonces de otros problemas de mayor envergadura?

    Bueno, ya sabemos que esperar…