lunes, 31 de octubre de 2022

 

    ¿GUATEPEOR DERROTÓ A GUATEMALA

   O GUATEMALA DERROTÓ A GUATEPEOR?

 

     Ayer el ex presidente “Lula” Da Silva venció en el balotaje al actual presidente Jair Bolsonaro. Los números del comicio expresan de un modo contundente la polarización que vive la sociedad brasileña: Lula ganó por un 1,8 % (50,9 a 49,1) y por 2 millones de votos en un electorado de 156 millones. Bolsonaro se quedó con el apoyo de los gobernadores de los tres grandes estados: San Pablo (Tarcísio Gomes de Freitas), Río de Janeiro (Claudio Castro) y Minas Gerais (Romeu Zema). Y el partido de Bolsonaro, en el senado solo y en diputados con aliados, controlará el Congreso.

     Siempre las victorias y las derrotas electorales son multicausales, pero analicemos con trazos gruesos la derrota del actual presidente y la victoria del expresidente.

     ¿Por qué perdió Bolsonaro? Dos motivos fuertes:

-el avance de la izquierda en la región. A partir del 1º de enero del año que viene las cinco mayores economías de América Latina estarán manejadas por gobiernos de izquierda o progresistas: Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia. Y en 2023, de los diez países de Sudamérica (exceptuando a Guyana y Surinam, colonias independizadas de Inglaterra y Holanda hace menos de seis décadas), ocho estarán gobernados por izquierdistas o progresistas, con las excepciones de Uruguay y Paraguay.

-Bolsonaro. El rechazo a la figura de Bolsonaro, un ultraderechista rico en expresiones misóginas y heterofóbicas y nostálgico de las dictaduras militares que sufrió su país, amigo de Putin, y que minimizó la pandemia de coronavirus al grado de “gripezinhia” (una “gripe” que mató a 700 mil brasileños), se complementa con la malaria económica que tiene al 15% de los brasileños pasando hambre y a muchos desocupados de la “gripezinhia” que no encuentran trabajo. En los últimos meses Brasil tuvo deflación, es cierto, pero los argentinos que vivimos el menemismo ya nos anoticiamos de que la inflación genera pobres pero su ausencia por sí sola no genera desarrollo.

     ¿Por qué ganó Lula? Dos motivos fuertes:

-El instinto de supervivencia de la socialdemocracia brasileña: Lula fue apoyado por algunos de sus más acérrimos detractores. Fernando Henrique Cardoso, quién lo derrotó en las presidenciales del 94 y del 98, pidió votar por él. José Serra, quién perdió la presidencial de 2002 con Lula, también lo apoyó. Y ni hablar del papel de Gerardo Alckmin, exgobernador de San Pablo y rival derrotado por Lula en las presidenciales de 2006, que ahora será nada menos que su vicepresidente. Todos entendieron que Lula era el único que podía vencer a Bolsonaro y permitirles la supervivencia política.

-La altísima tolerancia de la sociedad latinoamericana a la corrupción. Negar que el Partido de los Trabajadores ha ejercido el poder de un modo corrupto y que el “Lavajato”, la destitución de Dilma Rousseff y la condena al propio Lula-preso durante 19 meses-fue una “maniobra” propia del “Lawfare”, como dirían los kirchneristas por aquí, es cosa de necios. ¿Una parte importante de brasileños, argentinos y otros latinoamericanos no tienen drama con eso de votar corruptos sabiendo que lo son? No, no tienen. Y negarlo es aún más necio.

     “Y si vas a la derecha y cambiás hacia la izquierda ¡Adelante!”, canta Charly García en “Esos raros peinados nuevos”.

     De izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

     De Guatepeor a Guatemala y de Guatemala a Guatepeor.

      Es la historia de América Latina…

 

Walter Anestiades

    

sábado, 29 de octubre de 2022

 

       COMPOSICIÓN, DESCOMPOSICIÓN

                  Y RECOMPOSICIÓN

 






      Se dice que en cuatro décadas de democracia las experiencias de juntarse para ganar elecciones terminaron mal. Pero, en rigor de verdad, todas las experiencias terminaron mal. Como los nombres propios y las candidaturas anteceden a los proyectos la decadencia argentina es imparable pero nadie cuenta como la va a parar. Porque un slogan es algo muy diferente de una idea.

     Repasemos las andanzas de diez probables precandidatos presidenciales que circulan por ahí:

-Cristina Kirchner: enfocada en su situación judicial, intenta despegarse del espantoso gobierno que armó. Fue presidente dos veces, pésima las dos veces, y ahora es cínica. Pero como Oscar Wilde definió al cinismo: “Conocer el precio de todo y el valor de nada”. Lo más tóxico en cuatro décadas.

-Alberto Fernández: además de títere es un pésimo títere. Antes de convencerlo para que elimine las P.A.S.O. habría que anoticiarlo de que con su gobierno tocamos el techo de la desgracia. Quizás así desista de su jocoso intento de reelección.

-Máximo Kirchner: se lo menciona por apellido. Con solo imaginar lo que podría ser una presidencia suya quedamos obligados a repensar eso de que “con Alberto tocamos el techo de la desgracia”.

-Mauricio Macri: está preparando su “segundo tiempo”. Como si los argentinos fuéramos cobayos de laboratorio para que él ensaye gestión hasta que le salga. Porque el “primer tiempo” fue muy malo.

-Horacio Rodríguez Larreta: el griego Heráclito decía que “El carácter es el destino”. Larreta, antes de pretender enfrentar a las mafias que dominan el país, y gobernar el país no es lo mismo que gobernar una ciudad, debería empezar a tomar ácido fólico, ponerse más fuerte y esperar. Diez o quince años, digamos.

-Patricia Bullrich: exmontonera, menemista, antimenemista, ministra de la Alianza (una de las que firmó el 13% de descuento a los jubilados y pensionados en 2001). Hummm…

-Gerardo Morales: gobernador de una provincia pobre como Jujuy. ¿La sacó del atraso? ¿No pero está en eso? Pues siga y termine la tarea que para eso lo eligieron. ¿No la sacó del atraso? Y si no puede con una provincia, ¿cómo podrá con un país?

-Facundo Manes: además de visitar a Luis Novaresio y pretender ser una máquina de optimismo, ¿cuál es su plan? ¿Alcanza con ser un buen entrevistado para ser un buen presidente? ¿Tiene el apoyo de su partido o sigue siendo un outsider?

-Javier Milei: desayuna en radio Rivadavia, almuerza en TN, merienda en La Nación Más y cena en América TV. Para él “el gran enemigo es el estado”. Propone, y sus fanáticos seguidores ni siquiera lo saben, volver a esa etapa de la humanidad en la que el estado apareció para evitar el darwinismo social, ergo, la supervivencia del más apto. Lo que Thomas Hobbes definió con aquello de “El hombre es el lobo del hombre”. Cuando dice que es un “anarco-capitalista”, ¿alguien se toma el trabajo de averiguar qué quiere decir? ¿El enemigo es el estado o la caterva de corruptos que lo controlan? ¿En qué país del mundo viven sin estado?

-Nicolás Del Caño: se sabe que la izquierda vernácula es tradicionalmente patética. Tanto que sigue discutiendo al capitalismo, que para ellos es un sistema “intrínsecamente corrupto? Ok. ¿Y qué sistema económico deberíamos adoptar entonces? ¿Cuál es el modelo? ¿Cuba? ¿Nicaragua? ¿Cuál?

     Se entiende la desesperación ante tanta malaria. Pero es cuándo más se precisa el pensamiento crítico y el exigir planes e ideas y la explicación detallada y rigurosa de esos planes y de esas ideas.

         La heterogénea composición de las alianzas políticas puede llevarlas a la descomposición. Para derivar en una recomposición. Está claro que se hace política con los actores que hay. Pero ojo con aquello que el escritor Chesterton advirtió hace mucho: “Lo malo de cuando la gente no cree en nada, es que termina creyendo en cualquier cosa”.

        No dejes de usar la cabeza.

       Para no terminar creyendo en cualquier cosa.

 

 Walter Anestiades

domingo, 23 de octubre de 2022

 HISTORIAL BOCA JUNIORS vs INDEPENDIENTE


-EL DATO: Boca, River. Godoy Cruz de Mendoza y Huracán de Corrientes son los únicos cuatro equipos del fútbol argentino que contra Independiente ganaron más de lo que perdieron en el total de partidos oficiales (Boca y River en historiales largos)
-Entre ligas del amateurismo y del profesionalismo, División Intermedia, copas nacionales y copas internacionales, jugaron 224 veces y Boca lleva 4 partidos de ventaja: ganó 79 veces contra 75 de Independiente y empataron 70
-Si se cuentan solo los partidos por ligas argentinas la diferencia a favor de Boca se estira a 8 partidos: 74 a 66 con 60 empates en 200 partidos
-En "La Bombonera", desde 1940, Jugaron 81 partidos oficiales, Boca ganó 39, Independiente 19 y empataron 23
-La última victoria de Independiente en "La Bombonera" fue hace una década: en el Clausura 2012 por 5 a 4, cortándole al Boca de Falcioni un invicto de 33 partidos
----------------------------------------------------------------------
-Estadísticas de Walter Anestiades

sábado, 22 de octubre de 2022

 

                LOS JÓVENES VIEJOS

 

     “Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más”. Así comienza el “Manifiesto Liminar” de la Reforma Universitaria de 1918. ¿Lo notaste? A la falta de libertad se la llama “vergüenza”. Un siglo después el joven posadeño Germán Ferber dejó su militancia opositora para apoyar al feudo de Rovira. En la falta de libertad él y otros jóvenes ya no ven ninguna vergüenza…  

     ¿Qué habrá sido del espíritu rebelde de Deodoro Roca, el redactor del “Manifiesto…”, y los otros muchachos que con su lucha lograron que, desde entonces, todos tengamos la oportunidad de estudiar en una universidad libre, laica y gratuita?

     ¿Tendrán Ferber, quiénes lo siguieron y quiénes lo apoyan en las redes sociales alguna remota idea de para qué nació y a que se enfrentó esa Unión Cívica Radical en la que militó hasta hace cinco minutos? Porque un radical que se pasa al rovirismo o nunca entendió que es ser radical, o no entiende que es ser rovirista.

     ¿Alguien se habrá tomado el tiempo de explicarles que Alem enfrentó a Juárez Celman porque era un gobierno corrupto y porque la mayoría de los argentinos no tenía derechos cívicos? ¿Qué votar era para unos pocos? ¿Qué hubo que pelear hasta la sanción de la Ley Sáenz Peña del voto secreto, universal y obligatorio para que el pueblo también tenga quién lo represente? ¿Qué el radicalismo tiene un compromiso fundante con la defensa de la institucionalidad, todo lo contrario del poder concentrado en una persona que eso es la renovación y no otra cosa?

     ¿Qué tendrán que ver los valores del krausismo (filosofía en la que abreva el radicalismo) con esta caterva de vividores del estado que es el Frente Renovador?

     Los que lo apoyan, ¿en serio no sienten ni un poquitito de vergüenza? Todos tienen derecho a dejar un espacio si sienten que no tienen el lugar que creen merecer. Pero dicen que desde el oficialismo podrán tener ese mejor lugar para “trabajar por los que menos tienen”.  ¿Trabajar para los que menos tienen militando para Rovira? Es un oxímoron.

      Hay quienes plantean que lo interesante de que la juventud milite es que no está contaminada como sus mayores.

      Mentira.

      Si el egoísmo de pasarse del lado de los autores de las injusticias para ver si mejora uno, en vez de enfrentarlos a ver si mejoramos todos. Y que eso no provoque indignación sino aprobación. Si eso es lo que hay y también es lo que se viene, pues hagamos nuestras las últimas palabras de Juan José Castelli.

     “Si lo ves al futuro, decile que no venga”.

 

Walter Anestiades

      

sábado, 15 de octubre de 2022

 

                        COJONES, 1985

 

     No es que se merezcan una estatua. Acá eso es para entrenadores de fútbol. Pero muchos millennials no los conocen. Los kirchneristas cuentan el cuento de que hicieron lo que ellos sí hicieron. Y los liberales los soslayan porque detestan más a Perón y a Alfonsín que a Videla. Ahora una película a algunos les recuerda y a otros los anoticia de que la Argentina llevó a juicio a genocidas cuando hacerlo era peligroso. Fue Oscar Wilde el que dijo que “un hombre es, en cada instante de su vida, todo lo que ha sido y todo lo que será”. Los países también.

     No se va al cine a aprender historia. Pero el arte enseña. De modo tal que el estreno de “Argentina, 1985”, película del director Santiago Mitre, nos trae a Ricardo Darín y a Peter Lanzani en la piel de Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo, los fiscales del Juicio a las Juntas. Realizado cuando el poder militar estaba intacto. Un juicio contra los responsables de las mayores atrocidades perpetradas en nuestro país. Atrocidades aún hoy minimizadas y negadas. Por eso esta película es oportuna. Porque no se va al cine a aprender historia. Pero el arte enseña.

     El fiscal del juicio fue Julio César Strassera, nacido en Chubut y fallecido en Buenos Aires en el verano de 2015, a los 81 años. Y el adjunto fue Luis Moreno Ocampo, nacido en Buenos Aires hace siete décadas y hoy fiscal de la Corte Penal Internacional.

     Fue en el gobierno de Alfonsín que se tomó la decisión política de enjuiciar a los dictadores. Fue más riesgoso juzgar ayer a dictadores de carne y hueso que escupir hoy en sus cenizas.

     Bienvenida sea esta película sobre un momento bisagra de nuestra historia del que pronto se cumplirán cuarenta años. Cuando a Videla se le dio el juicio justo que él nunca le dio a nadie.

     Dice Antoine de Saint-Exupéry en “El Principito”: “Son recuerdos para cinco minutos después, para dentro de un año, o para siempre”.

    Esto es para siempre.

 

Walter Anestiades  

sábado, 8 de octubre de 2022

 

                   EL VOTO PENDEJO

 

     Hay un dato que quizás la oposición soslaye, pero Carlos Rovira no: la gran mayoría de la población de Misiones es gente joven. Por eso la propaganda renovadora está enfocada en seducir jóvenes. El líder de Nirvana, Kurt Cobain, decía que “El deber de la juventud es desafiar la corrupción”. Pero Rovira buscará que, en vez de desafiarla, la apoyen.

     Hace rato que la provincia de Misiones concentra en su territorio la mayor cantidad de gente joven de toda la Argentina. Si bien los datos del censo hecho en mayo vienen demorados (se conocerían a fin de año), el poder sabe que 8 o 9 de cada 10 misioneros tiene menos de 60 años y que la cantidad de muchachos y chicas que tienen entre 16 y 30 años es sustantiva como para definir cualquier elección.

     Está a la vista que la renovación es ciento por ciento marketing y cero gestión. Desparrama pauta, cargos y negocios para que el tremendo atraso de veinte años quede maquillado por una narrativa festiva que mantenga jubilosos los ánimos.

     La renovación no puede enamorar. No tiene con qué. Pero puede comprar. Para eso sí tiene con qué.

     Juntos por el Cambio, que en el país del “bla, bla, bla” carece de estrategia comunicacional, debería pensar cómo evitar que Rovira le birle votos a través de los libertarios. En Misiones Javier Milei no despertó leones sino gatitos. Pero los gatitos, de ordenarlo el ídolo, votarán listas colectoras con gente que de opositora a Rovira tiene tanto como Juan Román Riquelme de hincha de River.

     Ahí anda la renovación. Engrupiendo con lo de “provincia Start Up” y otras ficciones por el estilo.

     “Quien controla el pasado, controla también el presente”, escribió George Orwell.

       Rovira controla el pasado y controla el presente.

       Ahora va por el futuro.

 

Walter Anestiades

 

      

domingo, 2 de octubre de 2022

 

              POSADAS COMO DECORADO

    

      Cualquiera puede notar que los medios, más que informar sobre la gestión del alcalde Stelatto, lo piropean. Se reduce la vida de la capital misionera a lo que pasa en la estupenda Costanera, el shopping y el café Vitrage, omitiendo el atraso de la Posadas profunda. Desde el silenciado curro del SEM hasta la vida en los barrios, para nada envidiable. “Yo soy inmenso. Contengo multitudes”, escribió el poeta Walt Whitman. Posadas también.

     Suelen difundirse encuestas, sin informar quiénes las pagan, que elevan al intendente rovirista de Posadas Leonardo “Lalo” Stelatto a la categoría de uno de los jefes comunales con “mejor imagen del país”. Imagen. Ese es el punto.

     Una de las primeras cosas que hizo Stelatto tras asumir el cargo de alcalde fue reunirse con los dueños de los mass-media. Pauta mediante se aseguró tener una prensa acrítica. Con eso sumado a una oposición digamos “tímida” para expresar objeciones, puede entenderse que si durante las 24 horas, los 365 días del año, todo lo que se dice de una gestión es hipérbole y propaganda y todo lo negativo se calla, “tener una buena imagen” no es imposible.

     Meterse en los barrios de Posadas es conocer las añoranzas de sus habitantes: la añoranza del alumbrado público y la del agua potable, por ejemplo. Muchos de esos barrios se parecen al conurbano bonaerense por lo inseguros, muy inseguros, y por la inmensa popularidad del porro.

     Si no tenes auto vas a tener que viajar en uno de los colectivos del monopólico Grupo Z. Suerte.

     A Posadas, como a buena parte de Misiones, la disfrutan más los turistas que sus habitantes.

     Leonardo Stelatto es solo un producto del marketing político que se vende en la esfera de lo público. Todo es un decorado.

     “El político se conforma con una buena imagen, ese será el mayor logro que obtendrá”, dijo el pensador Marshall McLuhan.

      Dicen que Leonardo Stelatto tiene buena imagen.

       Es lo único que tiene.

Walter Anestiades