domingo, 30 de enero de 2022

 

            LA DINÁMICA QUE ESPERA

     

     La paz no es la quietud, de modo tal que la sociedad obereña debería encontrar la forma de salir de esa “pax” romana (“paz” en latín), como la que los conquistadores imponían a los pueblos sometidos. Era la quietud del yugo. La orfandad de líderes tiene mucho que ver con ese quedo, que en yunta con el conformismo, es de lo peor que una persona y un pueblo pueden padecer. Oberá necesita líderes. Pero no surge ninguno.

    El momento pareciera ser más que propicio. El votante obereño viene de castigar tres veces consecutivas al oficialismo. Sin embargo Juntos por el Cambio, que fue la expresión electoral de ese hartazgo de dos décadas de atraso que tiene nombres propios y son todos renovadores, no termina de parir dirigentes capaces de canalizar las demandas sociales. Hay una dinámica, hay una bronca, hay un empacho ciudadano, que espera el estímulo que necesita. Pero no llega.

     La demanda de luz y de agua ameritaría que surjan dirigentes (alguien que guía) que la enfoque hacia los caminos institucionales que hay que recuperar (en los feudos no hay checks and balances). Y hay otras demandas propias de cuando la desidia, la ineptitud y la corrupción se tornan marca registrada de un gobierno.

     Henry Kissinger decía que “el líder debe llevar a la gente desde dónde están a dónde nunca han estado”.

      Pero esos líderes no aparecen y la cantidad de ciudadanos que se autoconvocan es modesta. La mayoría sigue donde está. Quietos.

     Como si eso fuera la paz…

 


Walter Anestiades

lunes, 24 de enero de 2022

 

             EL SUFRIMIENTO INÚTIL  

 

     El pueblo obereño está pagando el precio del tremendo atraso en el que lo dejaron dos décadas de rovirismo. Enero de 2022 nos muestra una tierra tórrida al extremo, sin luz y sin agua, cuyos funcionarios buscan en la naturaleza las culpas que encontrarían entre la desidia y la corrupción, que tienen nombres propios. Lo mal que se habrán hecho las cosas, y durante tanto tiempo, para conseguir que el recurso que sobra (Oberá está asentada sobre una reserva mundial como el acuífero Guaraní), falte. Y a no engañarse: este sufrimiento no le sirve a nadie.

     Mucho se ha escrito, mucho se ha dicho, sobre las causas y sobre los responsables de los crónicos problemas de Oberá con los servicios básicos. Y habrá que seguir escribiendo y diciendo lo mismo porque la explicación es la que hay y no hay otra. Un país pésimamente administrado, una provincia que se hizo feudal (y eso nunca es bueno), y una ciudad que se pegó varios tiros en el pie eligiendo tres veces al renovador Ewaldo Rindfleisch y otras dos al renovador Carlos Fernández. El año pasado los obereños reaccionaron en las urnas, pero tardaron demasiado. El estado, apoyado por la indolencia social, no invirtió un peso donde debía. Y donde debía era en agua y donde debía era en energía eléctrica. Ahora EMSA y la CELO son lo que sus dirigentes, clientes y socios dejaron que fuera.

      No hay más para agregar porque aburre. La rebeldía, que apareció y es importante, no tiene representación. La dirigencia opositora, que viene de meter tres triunfos, no se atreve a asumir el liderazgo. Fogueados en las derrotas, parece que no saben qué hacer en las victorias…

     Honoré de Balzac decía que “la resignación es un suicidio cotidiano”. Es que al cobarde no le queda otra que resignarse día a día porque si no tendría que hacer algo y eso es lo que no puede.

        Entonces, sin hacer más que escribir quejas en sitios que nadie lee, hasta que el verano cumpla con el ritual de irse, los obereños seguirán sufriendo el peor de todos los sufrimientos.

        El sufrimiento inútil.

 

Walter Anestiades

    

 

    

viernes, 7 de enero de 2022

 

           ESA AMIGA DE FIERRO

             QUE ES LA IGNORANCIA

 

     En nuestro país la pereza mental tiene estatura de política de estado. Cuando el filósofo Epicteto dijo que “Solo los educados son libres”, sabía bien de lo que hablaba. No hay que ser infectólogo para entender que si hay cien mil contagiados diarios de coronavirus, muchos no están vacunados. Pero muchos otros sí están vacunados. Son los que tienen el “esquema completo” pero que se contagian igual y desparraman el virus porque ya no se cuidan. Y el poder, en vez de machacar en que seguir usando barbijo y mantener la distancia social no son costumbres que ya puedan dejarse, eligió a los no vacunados para hacer lo de siempre: buscar un enemigo y echarle la culpa. Espantosa confusión que debe ser combatida con unas cuantas dosis de una vacuna que es muy antigua y que ya fue probada con mucho éxito: se llama Educación.

    El estado debería explicarle con más ganas a los ya vacunados con dos o tres dosis que verán muy reducidas las chances de cursar los modos graves de la enfermedad, pero que se pueden contagiar igual. Está a la vista que hay demasiado vacunado que revoleó la chancleta, se sacó el barbijo, comparte el mate con el que venga, y se junta con sus amigos para hacer cosas parecidas al scrum del rugby.

      Se extendió la peligrosa idea de que las vacunas acaban con el riesgo de infectarse. Y gobiernos como el nacional o el misionero, después de la paliza electoral que sufrieron, ya no se atreven a enfrentar a los atendibles intereses económicos de quiénes pretenden recuperar en el verano algo de lo que perdieron en todo este tiempo (¿el turismo es compatible con el coronavirus?)

    ¿Y qué se hace con los no vacunados? Entre ellos hay delirantes, claro, pero también hay personas con legítimos miedos que están saturados por la malaria económica y se encuentran ante una pandemia que no alcanzan a comprender del todo. Y deben hacerle caso a un sistema de salud capitaneado por quién fuera la segunda del ministro al que echaron por vacunar a sus amigos antes que al resto. Eso en un país cuyo Presidente participó de fiestas incumpliendo la cuarentena que él mismo impuso, mientras en Oberá, por ejemplo, a la gente no la dejaban enterrar a sus muertos. Con todo eso, ¿extraña que haya quién dude en vacunarse?

     Urge pasar de un estado “patotero” a un estado “educativo”. Porque en vez de eso se decidió aplicar un pase sanitario, estimulando una discusión baladí. La medida consiste en que la esfera de lo público quedará reservada para quiénes se vacunaron dos veces y se siguen cuidando, pero también para quiénes se vacunaron dos veces y no se siguen cuidando. No hace falta haber cursado Inmunología para imaginar cómo termina eso.

          ¿Y los que aún contando con la adecuada información elijan no vacunarse? A esa gente no hay que mandarla al carajo, hay que persuadirla para que el conocimiento científico refute tanta barbaridad que circula. Y tienen el derecho de ir a la justicia si creen que su libertad se ve avasallada y será ese poder el que defina (¿por qué a algunos les molesta tanto el uso de la palabra “libertad”?). ¿Pero van a contagiar a los demás? Bueno, para que eso no pase es que están las vacunas, ¿no?

    Debe ser que líderes como Alberto, Cristina, o Rovira, miran con cariño a la ignorancia porque es una vieja amiga a la que le deben casi todo lo que tienen. De modo tal que mucho interés en elevar el nivel de la enseñanza y el de los debates no se ve.

    Dicen que fue Derek Bok, rector de la Universidad de Harvard,  el que dijo “si la educación le parece cara, pruebe con la ignorancia”.

      Estamos en eso.

     

 

Walter Anestiades

    

    

 

jueves, 6 de enero de 2022

 

                       LA TANATOSIS

 

     La tanatosis es el comportamiento de algunos animales que, para sobrevivir, simulan estar muertos. Esta forma de engaño animal es usado por las ranas, por algunas culebras y por algunos mamíferos chiquitos. Mientras Rodríguez Larreta y Morales juegan su interna, igual que la juegan los radicales y el PRO de Oberá y Misiones, puede que las madrugadoras aspiraciones ya estén siendo doblegadas por la picardía de kirchneristas y renovadores, que parecen pero no están muertos…

     El kirchnerismo ha demostrado que puede recuperarse de una derrota y la oposición ha demostrado que puede no recuperarse de una victoria.

     Aunque hoy parezca utópico, si la economía crece un poco y la oposición mete mucho la gamba, y vaya uno a saber para qué lado dispara esta pandemia, cabe preguntarse: ¿cómo votarán en 2023 esos 2 millones de personas de sufragio volátil que en 2015 votaron a Macri, en 2019 a Alberto y Cristina y en 2021 de vuelta a la oposición? En Misiones, con la sola excepción de Oberá, el voto urbanita que en septiembre y noviembre decidió botar renovadores, en junio los había votado.

    Algunos padecen la suficiente soberbia para no asumir que han sido el voto no del amor sino del espanto. Es cierto que hoy Cristina y Rovira tienen menos de poder que hace seis meses, pero tampoco Juntos por el Cambio ha sabido bien qué hacer con el suyo. Y los libertarios, que muchos ven como opción, insisten con el asunto del derrame que nos hará progresar a todos. Creído por quiénes desconocen que por acá eso tampoco funcionó. 

     Todos siguen pensando, no en proyectos de país, de provincia o de ciudad, sino en proyectos de poder. No entendieron nada.

     Freud sugería que “si querés soportar la vida, preparate para la muerte”.

     Nadie debería desdeñar que  kirchneristas y renovadores, calamitosos como son pero más preparados, mueren mejor.

   

Walter Anestiades

    

    

martes, 4 de enero de 2022

 

           UNA VICTORIA HUÉRFANA

 

 

     Para Napoleón “la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana”. Pero Bonaparte no vivía en la Oberá del 2022 donde la oposición, desaprovechando el envión de tres triunfos seguidos, después de los comicios se “borró”. Donde el estado renovador, corrompido e inútil como siempre, se desentiende de los cortes crónicos de luz y de agua y avala por omisión que Capital del Monte reduzca servicios. Así, con una dirigencia que no dirige, la sociedad es ganada por el temor y su secuela inmediata, la indolencia, y no pasa de protestas virtuales que no impactan en la vida real. Oberá está huérfana de líderes y eso agobia más que el calor de enero.

     Oberá es parte de la Misiones feudal de Rovira, lo que obliga a la lucha y al esfuerzo ciudadano para gozar de sus derechos. Con una institucionalidad meramente formal, con un poder omnímodo sin contralores y con escasa prensa que no reporte al gobierno, urge la aparición de dirigentes que canalicen el mal humor social. Un mal humor que acaba de expresarse con todo en las urnas. La gente sufre ante un gobierno calamitoso, tiene miedo, no se une para tornarse más fuerte, y Juntos por el Cambio no capta el mensaje de las urnas. Se los necesita para que estén encima del poder, haciendo marcación personal. Pero no están. ¿Una mesa de dirigentes del radicalismo, del PRO y de Activar que esté atenta a la desidia oficial y que sea el vehículo de las demandas de una sociedad harta que para eso los votó? Por ahora nada. ¿Motivo? Deben ser las Fiestas, enero, el calor, las playas de Ituzaingó…

    Oberá vive algo muy diferente de lo que pensó Napoleón. La derrota tiene un padre que es el exalcalde Carlos Fernández.

     Pero la victoria, no tiene ninguno.

 

Walter Anestiades

domingo, 2 de enero de 2022

 

QUE VEINTE AÑOS ES MUCHO

 

     Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”, canta Carlos Gardel en “Volver”. La sociedad misionera está pagando el precio del tremendo atraso que sufre por dos décadas de dominio feudal rovirista: además de otras carencias, falta agua y falta luz.

    Lo único positivo de la política misionera sucede en la poesía que entonan los cada vez más inverosímiles publicistas que la van de periodistas.

     -Recorrer Puerto Iguazú y escuchar a los vecinos clamando por agua en la ciudad que alberga a las Cataratas, es más surrealista que una obra de Dalí.

     - Oberá se encuentra encima del acuífero Guaraní, una reserva mundial de agua. Si habrán hecho mal las cosas los renovadores que lograron que un recurso que sobra, falte. Toda la zona centro recibe energía eléctrica de la línea de 132 Kv, que está vetusta y así seguirá hasta que no se haga una nueva. Como la que el vicegobernador Hugo Passalacqua licitó en 2015 para su campaña electoral y que de ahí no pasó. ¿Por qué en veinte años de gobierno rovirista nunca se invirtió en eso? Porque tragarse el cuento de que es culpa de los diputados nacionales opositores que asumieron hace tres semanas es cosa de opas.

    -Si uno se anima a recorrer Posadas con ojos de ciudadano más que de turista, descubrirá que es más amplia que el micromundo de los restaurantes y pubs de la estupenda Costanera, el café “Vintage”, la peatonal y el shopping. Es una ciudad de contrastes que la gestión de Leonardo Stelatto acentuó. Con el gobierno de Stelatto se puede hacer una gran diferencia económica: hay que comprarlo por lo que vale y venderlo por lo que los medios a los que les da pauta oficial dicen que vale.

    -Ni hablar de los municipios más chicos. Siempre más cerca del siglo XIX que del XXI.

    -Los salarios que se pagan en Misiones son de los más pauperizados. Y lo son desde hace tiempo, más allá de la desastrosa economía nacional.

    -Como en todo feudo las instituciones están de adorno. Rovira pone algún títere en la gobernación cada cuatro años, se maneja en el parlamento provincial como si fuera un faraón egipcio, y hace años que cooptó la justicia para no tener problemas por ese lado. Todo el poder concentrado en una persona: el ejecutivo, el legislativo, y el judicial.

    -Todo se blinda con el apagón informativo (si la realidad disgusta al gobierno, peor para la realidad, como en las últimas PASO). Con escritores e historiadores  que se ocupan de los asuntos de la tierra colorada, menos de los sucedidos desde diciembre de 2003. Con artistas que callan las injusticias para que el estado los banque. Y con opositores que tornan innecesarios a los oficialistas.

     Arrancó el 2022 en un país que no está preparado para nada y cuyos responsables tienen nombres propios. En Misiones también tienen nombres propios. Y son todos misioneros.

     ¿Sabés qué Carlitos? Aunque pasen como un soplido…

       Veinte años es mucho.

 

Walter Anestiades 

 

    

 DATOS DEL COVID-19 EN OBERÁ (fuente: Ministerio de Salud Pública de la provincia de Misiones)

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-TOTAL EN LA PANDEMIA
Hasta el domingo 2 de enero de 2022 incluido---3.528 Infectados y 52 Fallecidos
-Desglose mes a mes:
-Entre marzo y septiembre de 2020 en Oberá no se reportaron ni Infectados ni Fallecidos por Covid-19
-Octubre 2020: 8 Infectados---el primer contagio reportado en Oberá fue el 1º de octubre
-Noviembre 2020: 5 Infectados
-Diciembre 2020: 70 Infectados
-TOTAL AÑO 2020: 83 Infectados, sin Fallecidos
-Enero 2021: 205 Infectados y 6 Fallecidos—El primer fallecimiento en Oberá se produjo el 13 de enero
-Febrero 2021: 437 Infectados y 6 Fallecidos
-Marzo 2021: 406 Infectados y 4 Fallecidos
-Abril 2021: 303 Infectados y 1 Fallecido
-Mayo 2021: 426 Infectados y 5 Fallecidos
-Junio 2021: 548 Infectados y 10 Fallecidos
-Julio 2021: 528 Infectados y 11 Fallecidos
-Agosto 2021: 369 Infectados y 7 Fallecidos
-Septiembre 2021: 42 Infectados y 1 Fallecido
-Octubre 2021: 7 Infectados
-Noviembre 2021: 25 Infectados
-Diciembre 2021: 127 Infectados
-TOTAL 2021: 3.423 Infectados y 52 Muertos
-Enero 2022: 22 Infectados (día 2)
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Recopilación estadística de Walter Anestiades