sábado, 29 de mayo de 2021

 

        AUTOSABOTAJE EN LOS BARRIOS  

 


     “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? Si siempre estoy llegando…”, recitaba Aníbal Troilo, “Pichuco”. Hace mucho que los habitantes de los barrios se quejan del olvido al que los someten los funcionarios. Pero después de dieciocho años de haber sido los puntales de los  triunfos electorales de Rindfleisch y de Carlos Fernández, quizás deban reemplazar con una queja diestra tanta decisión siniestra. ¿Cómo? Podrían dejar de votar siempre lo mismo.

     ¿Qué tienen en común los domingos 28 de septiembre de 2003, 28 de octubre de 2007, 26 de junio de 2011, 25 de octubre de 2015 y 2 de junio de 2019? En esas cinco fechas hubo comicios comunales en Oberá. En los tres primeros Ewaldo Rindfleisch fue electo, reelecto y re-reelecto intendente. Y en los dos últimos Carlos Fernández fue electo y reelecto. En las cinco ocasiones el voto a favor que recibieron en las mesas ubicadas en los barrios fueron decisivos. Los mismos barrios donde la queja de sus habitantes hacia las gestiones de ambos renovadores K ha sido permanente.

     Cuando uno dice querer algo pero después actúa en la dirección contraria para obtenerlo se está auto-saboteando. Un psicólogo podría explicar con un conocimiento que no tenemos las múltiples causas de ese comportamiento. Pero sí sabemos que sus resultados afectan al conjunto. No es nada sencillo bancarse casi dos décadas de renovadores k demostrando en los cargos una convergencia de inutilidad, patoterismo, engaño, corrupción, desidia y cooptación que son muy difíciles de empardar.

     ¿Vivís en un barrio de Oberá en el que falta lo más elemental y el intendente y los popes de la CELO-que conforman el eje del poder en la ciudad-no te dan bola? Entonces aprende a botarlos en vez de votarlos.

     Einstein definía a la locura como “hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos”.

     En política, la locura es votar siempre a los mismos esperando que las cosas cambien.

     Deja de auto-sabotearte. 

 


jueves, 27 de mayo de 2021

             TENGO MIEDO DE TU MIEDO

 

Así se expresaba William Shakespeare en Inglaterra, hace más de cuatro siglos. Pero podría haber dicho eso esta mañana, tomando un mate en cualquier casa de Oberá, observando como la autocensura copó la parada en todo Misiones.

El miedo es el factor aglutinante. Hay miedo en los dirigentes opositores. Hay miedo en los dirigentes sociales. Hay miedo en los periodistas. Hay miedo real y también paranoico. Hay un miedo entendible, pero también otro para justificar cualquier acción o cualquier inacción. Tengo contactos de Facebook a quiénes les da miedo el modesto hecho de compartirles un editorial como éste, criticando al gobierno provincial con nombres propios. Criticando a Carlos Rovira.

Es difícil saber si años de capangas generaron esta sociedad que habla de Cristina, de Macri, o de cualquier tema, para no hacerlo de Rovira. O si esa sociedad autocensurada parió un Rovira. Como sea, ningún cambio será posible si tanto miedo no encuentra resistencia. Si los misioneros no empiezan a votar pensando en su libertad, que es el único modo de botar a los “buenos amos”. La paz es algo muy diferente de la quietud.

“Comprendo que en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas", canta Julio Sosa en “Qué me van a hablar de amor”. Sí. Uno comprende. Pero el miedo es demasiado. Y da miedo. Porque el futuro de un pueblo sometido no es nada alentador.

De lo que tengo miedo es de tu miedo…

domingo, 23 de mayo de 2021

 

               EL “ARTÍCULO MERELES”

 


     Apostando a que la masiva ignorancia sobre la ley de lemas, más el recurso de manejar la “caja”, les permitirá que el cargo siga estando de adorno, los concejales renovadores pretenden que el Defensor del pueblo Adjunto también cobre un sueldo. La maniobra tiene una obvia beneficiaria: Viviana Mereles, de A.Do.Mis., que secunda a Patricia Nittmann, “la chica de humo”.

     Hace unos días los siete concejales renovadores de Oberá presentaron un proyecto que modifica el articulado de la Carta Magna sobre el defensor del pueblo. Hasta aquí el adjunto, dice el artículo 2, “tendrá la función de subrogar al titular en casos de ausencia transitoria o definitiva del mismo”. La idea es que la cosmética legal que han preparado (apoyada por la sanata que la justifica) le permita a Viviana Mereles percibir un sueldo.

     Vale recordar, para los distraídos de siempre, que no es el azar el que puso de candidata a defensora adjunta de Nittmann a una “chaleco celeste”. La agrupación que convirtió al mayor gremio docente misionero en un grupo de palurdos que trepan en sus carreras aplaudiendo cualquier cosa que haga el oficialismo, incluidos los miserables aumentos salariales que les dan a sus colegas. Hay que vivir en Groenlandia, adentro de un iglú con un par de esquimales, para desconocer el temprano apoyo que UDPM le dio a la carrera política de Carlos Fernández.

     No te comas el amague. Ni el abogado Alejandro Sena-apadrinado por el “titista” Daniel Behler-, ni el servi-rápido Juan Carlos Rossberg, los dos candidatos renovadores que disfrutan de la mayor propaganda mediática, tienen chance alguna de ganar. Todos los  sublemas renovadores (los que encabezan Sena, Rossberg, Celia Soria, Verónica Noguera, Luis Barrufaldi y Vanesa Gershanik), están para sumarle votos a “la chica de humo”. Como ya lo hicieron en 2017. Y Nittmann es la que le suma al intendente. ¿Qué le suma? La tranquilidad de no interferir nunca con los intereses del eje municipalidad-CELO, que el establishment local maneja a través de Fernández.

     El artículo Mereles puede ser aprobado ahora, antes de los comicios (si se mantienen), o después. No hay apuro. El mandato de Nittmann termina recién dentro de diez meses.

     El Defensor del pueblo de Oberá debe velar por los intereses de los ciudadanos. Esa es su función. Eso implica lidiar con intereses económicos y políticos que impiden la mejora colectiva de la calidad de vida. Por eso debe tener la independencia y el coraje de enfrentarse a esos intereses. ¿Lo hará algún candidato opositor? No lo sabemos. ¿Lo hará la oficialista Patricia Nittmann? Ya sabemos que no.

     Oscar Wilde postulaba que “la experiencia es el nombre que le damos a nuestros errores”.

     Votando renovadores, los obereños acumulan  veinte años de experiencia…

 


    

    

 

   

 

    

jueves, 20 de mayo de 2021

 

         FORMOSA, LA TIERRA COLORADA

 


     “El problema es que crees que tenés tiempo”, advertía Buda. Misiones lleva 17 años, 5 meses y 9 días en manos de un mismo espacio político. Y algunos aún no se dan cuenta que sin 2021 no habrá 2023. Que el 6 de junio otro triunfo renovador bastará para que a Carlos Rovira solo le quede por delante decidir el nombre y apellido de su próximo lacayo en la gobernación. Para que la provincia siga perdiendo el tiempo. Porque, mientras mejor le va a Rovira, peor le va a Misiones.

     Gildo Insfrán asumió el cargo de gobernador de Formosa el 10 de diciembre de 1.995. Alberto Fernández era superintendente de Seguros de la Nación. El peso y el dólar valían lo mismo. Juan Román Riquelme jugaba en las inferiores de Argentinos Juniors y Marcelo Gallardo tiraba paredes con “Orteguita”  en la primera de River cuando apenas rozaban los veinte años. La tv por cable era cosa de una elite y, para hablar por teléfono había que ver si el fijo tenía tono o si había monedas para ir hasta el aparato callejero de Telecom.

     Hoy Alberto Fernández es el presidente. Un dólar vale 100 pesos. Riquelme es vicepresidente de Boca y Gallardo lleva siete años como entrenador de River, mientras un “Orteguita” con canas coordina a pibes del club que podrían ser sus hijos. La televisión abierta sobrevive como puede al imperio del cable y de plataformas como Netflix. Y cualquiera porta un teléfono inteligente desde el que se puede comunicar con quién sea, enseguida, escuchar música, filmar o fotografiar lo que guste. Todo desde el mismo aparato. Y Gildo Insfrán sigue siendo el gobernador de la provincia de Formosa.

     ¿Eso querés para Misiones? Porque siete de cada diez electores, cuando votan, dicen que sí.

     Escribía el poeta Amado Nervo: “porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino”.

     Dejá de indignarte cuando ves por tv lo que pasa en Formosa.

     Formosa es la tierra colorada…

 

 


    

 

 

sábado, 15 de mayo de 2021

 

            EL “TITISMO” RESIDUAL

 



     Dentro del lema renovador, el abogado Alejandro Sena es el candidato a “Defensor del Pueblo de Oberá” que apadrina Daniel Behler, quién fuera la mano derecha de Rindfleisch. Para reinventarse Behler necesita cinco cosas: un oficialismo que lo banque, un periodismo que estimule la amnesia colectiva, opositores timoratos, impunidad para su ex jefe, y un electorado que viva adentro de un termo. Con las cuatro primeras garantizadas, el 6 de junio va por la que le queda.

     Oscar Wilde postulaba que “una máscara nos dice más que una cara”. Y la elección a Defensor del Pueblo es propicia para ponerse máscaras.

     Con Rindfleisch guardado y dedicándose a disfrutar de lo que se ganó con esfuerzo (el tuyo), sus lacayos y encubridores intentan sacar partido de la caterva de bobos que aún no entienden cómo funciona la ley de lemas. Con periodistas locales que saben de lo que escriben, pero saben mejor de lo que no hay que escribir, y una dirigencia opositora más preocupada por Cristina y Macri que por Rovira, el camino para seguir viviendo de la política no tiene demasiadas piedras.

     Lo que aún se puede mostrar del espacio político que hizo pelota a la ciudad de Oberá entre 2003 y 2015, se bifurca: por un lado, “los renovadores buenos”, un espacio imaginario liderado por el alcalde Carlos Fernández, que llevó adelante la tarea de “borrón y cuenta nueva” (sobre todo las cuentas). Para ellos urge que sea reelecta “la chica de humo”, Patricia Nittmann, a la que ahora intentan despegar un poco. Por el otro lado aparecen quiénes fueron partícipes del desastre provocado por “Tito” Rindflesich y que ahora van detrás de candidatos muy respetables (como el caso de Sena), a ver si la mascarita funciona.

     El gatopardismo (“cambiar para que nada cambie”) se prepara para seguir en el poder.

     En Oberá. Dónde todavía hay gente que no aprendió que una máscara, dice más que una cara.

 

 


    

    

domingo, 9 de mayo de 2021

 

BATALLAS GANADAS DE UNA GUERRA PERDIDA

 


     Salvo los perritos falderos que mueven la colita  esperando su hueso con carne, o los que viven adentro de un termo, el votante racional sabe que mientras mejor le va a la renovación, peor le va a Misiones. Con una sociedad aclimatada al feudo, con la autocensura extendida, y con indolentes que aspiran a perder por poco, el clima social indica que no es el momento de un batacazo electoral en la provincia. Pero…¿y si lo fuera?

     Para poner los pies-y las teclas- sobre la tierra: ¿en cuántos de los setenta y siete municipios de Misiones alguien puede criticar a Rovira o al alcalde municipal, poniendo nombres propios, en una radio, un canal de televisión, o un diario digital local? Pues bien, si en un distrito ni siquiera hay chances de emitir un mensaje diferente al hegemónico, y a eso se le suma el desigual combate contra el manejo de la “caja” del estado, un candidato que no sea oficialista ¿compite o solo participa? Eso debe tener algo que ver con que, en tantos lados, los comicios se reduzcan a una interna renovadora.

     Pero quedan excepciones. Oberá es una.

     En los últimos años en Oberá se constituyó una masa crítica que, aunque heterogénea, no se conforma con las miguitas que le arroja la renovación. No es fácil cuantificarla pero se hace sentir, opina, forzó a unos cuántos periodistas locales a ser un poquito menos alcahuetes del poder, y veremos si es capaz de protestar con el voto. De hecho, Juntos por el Cambio se anotó algún triunfo y algunos desempeños interesantes. Incluso, fue la ley de lemas la que venció al candidato radical a la defensoría del pueblo, el profesor Roberto Silverstone. Individualmente, Silverstone fue el más votado, seguido por otro candidato opositor, y Patricia Nittmann, la candidata del partido de Rindfleisch, recién apareció en tercer lugar. El 6 de junio se sabrá si esa masa crítica creció, se estancó, o si decreció. Y se sabrá en las urnas. Donde se da y se quita poder.

     En Posadas todos los mass-media blindaron al alcalde Stelatto y en Eldorado es muy reciente el escándalo que involucraría al intendente Martínez. Se verá en cuatro semanas si los posadeños son capaces de elevarse sobre el “apagón informativo” que ellos mismos financian-aunque no lo sepan- y si los eldoradenses votan racionalmente.

     El filósofo Francis Bacon decía que “la esperanza es un buen desayuno, pero una mala cena”.

     Desmontar un sistema feudal no es nada sencillo y lo es mucho más desde que la dirigencia opositora se rindió y ya no le disputa el poder a Rovira, que bien sabe que no hay 2023 sin 2021. Pero puede que muchos electores voten a la oposición no por lo que es, sino a pesar de lo que es. Así que disfrutemos de un rico desayuno. Aunque después no cenemos.

     Arrebatarle a la renovación la Defensoría del Pueblo de Oberá es posible.

     Sería una batalla ganada.

    De una guerra perdida.

 

 


    

    

viernes, 7 de mayo de 2021

 

DEFENSOR DEL PUEBLO DE OBERÁ: LOS CANDIDATOS DEL PARTIDO DE RINDFLEISCH

 

 

     Oscar Wilde postulaba que “nadie es tan rico como para comprar su pasado”. Obviamente el genial irlandés no conoció la Misiones feudal de Rovira, donde los renovadores y los kirchneristas “olvidaron” que el exalcalde obereño no llegó al poder con el Partido Socialista Obrero Español, ni con el Partido Socialdemócrata Sueco, sino con ellos. Y, encima, nadie los ayuda a hacer memoria…

     Ewaldo Rindfleisch fue electo intendente de Oberá tres veces. La primera en 2003, por el Frente Renovador de la Concordia. La segunda en 2007 por el Frente para la Victoria (con Pablo Tschirsch como candidato a gobernador). Y la tercera en 2011, por un sello de goma llamado “Dignidad Federal”, aliado al Frente Renovador. Y siempre apoyando las fórmulas presidenciales que encabezaron Néstor y Cristina Kirchner. En 2015 lo sucedió Carlos Fernández, renovador y kirchnerista como él. En 2019 Fernández fue reelecto. Ergo, la ciudad de Oberá es administrada desde hace dieciocho años por renovadores “K”. Dieciocho años. Digamos que tiempo para hacer alguna cosita a favor del pueblo, tuvieron. ¿No?

     Rindfleisch fue tan nefasto que ahora, para los propios renovadores, es “mancha venenosa”.

      Se entiende que debe ser muy incómodo para ellos, pero los candidatos oficialistas tienen que hacerse cargo del arquitecto. Cualquier intento de desconocerlo es un poquitín patético.

     Repasemos los nombres de los siete candidatos a Defensores del Pueblo por el espacio de Rindfleisch (pavada de oxímoron!!!):

-Patricia Nittmann: “la chica de humo”. El alcalde Fernández impulsó su candidatura y la llevó a la victoria. Si después de tres años de ocupar un cargo que en manos de ella está de adorno, todavía no entendiste porque el defensor del pueblo no puede ser oficialista, eso ya me supera.

-Celia Soria: la ciber-puntera que en Facebook cree ser la reencarnación de Eva Duarte, pero que en cada comicio recuerda cuando Perón dijo “mi único heredero es Carlos Rovira” y trabaja juntando votos para los renovadores.

-Juan Carlos Rossberg: es buena gente Juan Carlos. Tanto que le está haciendo un servi-rapido al intendente y aceptó encabezar el sublema al que presentan como “el de Fernández” “Para adelante”). Una jugada para intentar despegar a Nittmann del intendente, porque ahora ya queda feo que se note. ¿Vio?

-Alejandro Sena: siempre tiene que haber un abogado en el listado de sublemas. Alguien que le dé al lema una pátina de “seriedad” para intentar captar el voto de la clase media con inquietudes republicanas.

-Luis Barrufaldi: también debe haber un sublema que encabece un docente universitario. En este caso un joven ingeniero con varios años en la docencia.

-Verónica Noguera: una joven abogada a la que Hugo Passalacqua llevó a la Secretaría de Tierras. En su lanzamiento estuvo Oscar “seis casos de dengue” Alarcón, el ministro de Salud Pública que es tan bien recordado por los obereños.

-Valeria Gershanik: se presenta como Licenciada en Ciencias de la Familia y Orientadora Familiar. Ya que es experta en temas de familia, se nos hace que podría preguntarle al intendente Fernández, ¿Carlos, cómo se te ocurrió nombrar a tu propio hijo, Lucas, como Secretario Coordinador del municipio?

      Para Leopoldo Marechal “cuando se recibe un nombre se recibe un destino”.

     Defensor del Pueblo de Oberá…

    ¿Alguien del partido de Rindfleisch?

 

domingo, 2 de mayo de 2021

 

         HIPÉRBOLE PARA EL “VOTO BOBO”

 

     ¿Cuántas veces hay que cagar a una sociedad para que se avive de qué la están cagando? ¿Dos? ¿Tres? ¿Cinco? ¿Ocho? ¿Cuál es el número?

     Oscar Herrera Ahuad volvió a hacer uso y abuso de la hipérbole en el discurso de apertura de sesiones de la Cámara de Representantes. Esa legislatura en la que cada diputado, con apenas algunas excepciones, debe sentarse en la banca presencial o virtual una vez a la semana, durante seis meses, para cobrar muy bien por levantar la mano cada vez que el amo Rovira lo ordena.

     La hipérbole es una palabra que nos viene del griego y que significa “exceso”. En efecto, es una figura retórica que consiste en exagerar algún aspecto de la realidad ya sea aumentando o disminuyendo alguna conducta, situación o característica. La literatura es rica en el uso de hipérboles. Así Mario Benedetti escribe “Porque te miro y muero”,  Miguel Hernández  “No hay extensión más grande que mi herida” o  Federico García Lorca “Por tu amor me duele el aire…, el corazón y el sombrero”.

     En Misiones la renovación es un ejemplo concreto de hipérbole política. No estamos hablando de propaganda, cosa practicada por todos los sistemas políticos y gobiernos del mundo, sino de un discurso hegemónico que convive con nosotros todos los días y desde hace mucho. Siendo Rovira el editor responsable de casi todos los mass-media, desde el gobernador hasta el más oscuro de los funcionarios puede decir cualquier cosa y eso es publicado desde una mirada acrítica. Incluso algunos medios ni siquiera usan el entrecomillado.

     En su discurso del sábado el gobernador tuvo expresiones como “Hacer de Misiones un distrito modelo a nivel mundial en innovación, sustentabilidad y calidad de vida”. Cuando su partido, que gobierna hace veinte años, ha dejado a miles de misioneros en la pobreza, que no saben lo que es tener agua potable, energía eléctrica y conectividad. Que si se enferman de algo más fuerte que un resfrío deben derivarlo de su municipio a cientos de kilómetros. También anunció que este lunes se va inaugurar la nueva sala de Terapia Intensiva del Hospital Samic, en el edificio nuevo. En la del edificio viejo, que tiene seis camas, hay dos doctoras que le ponen el cuerpo al coronavirus. ¿A qué personal médico debidamente preparado (porque intensivista no es cualquiera) van a poner al frente de las veinte camas de la nueva? ¿Una terapia sin médicos o veinte camas para una sola? En Oberá sigue faltando una morgue judicial, por ejemplo. Como tantas otras cosas.

     Lo grave del asunto es el daño causado en sociedades que gustan de creerse estos cuentos que no son refutados por quiénes deberían hacerlo. ¿Los resultados? Son siempre los mismos: funcionarios que aseguran su futuro y viven vidas de sultanes orientales, bancados por todo el resto.

     En su obra “El otoño del patriarca”, de 1975, Gabriel García Márquez escribe sobre la soledad del Poder de un anciano dictador de un país imaginario del Caribe. “El dictador era un hombre cuyo poder había sido tan grande que alguna vez preguntó qué horas son y le habían contestado las que usted ordene mi general…”

     En Misiones ya es la hora que Rovira ordena que sea.