domingo, 30 de julio de 2023

     SECUELAS DEL VOTO IRRESPONSABLE

Juan Manuel Díaz, un exfuncionario del gobierno renovador, asumió como nuevo ministro del Superior Tribunal de Justicia de Misiones. Aunque a los brutos no les importe ni siquiera intentar entender lo sustantivo para la calidad de vida que resulta tener una justicia independiente del poder político, es grave de toda gravedad que la justicia provincial sea un meccano armado por Carlos Rovira. En Misiones la tierra debe estar colorada pero de vergüenza…
Juan Manuel Díaz reemplaza en la cabeza del poder judicial provincial a la fallecida Liliana Picazo. Es un abogado que fue ministro de Ecología y Recursos Naturales Renovables durante el primer mandato del rovirista Hugo Passalacqua. ¿Qué hizo antes de eso? Desde 2003, cuando Rovira ejerció su segundo mandato como gobernador pero el primero por la renovación, Díaz fue miembro de la Asesoría Jurídica de la Subsecretaría de Tierras y Colonización, del Ministerio del Agro y la Producción de la Provincia. Y fue pasando por distintos cargos políticos hasta llegar al ministerio en tiempos de Passalacqua, el esposo de Viviana Rovira, la prima de Carlos.
Ergo, la experiencia de Díaz se reduce a ser un renovador que viene ocupando cargos en los distintos gobiernos de Rovira y de sus títeres. ¿Ese es el perfil de un juez imparcial e independiente del poder político?
Por supuesto el vomitivo aparato de propaganda oficialista lo presenta como “el hombre que aportará una visión ecológica” al Superior Tribunal de Justicia. Lo que ese tribunal necesita es alguien con una visión republicana, alguien que tenga incorporado en su cabecita que la función de la justicia es controlar a los otros poderes en vez de someterse a ellos.
Lo de siempre: de esto no hablan los opositores (ponele, opositores) ni siquiera estando en plena campaña electoral. Tampoco la prensa, reducida a tristes y mediocres publicistas del gobierno que les paga la pauta. Y el grueso de la sociedad, que cuando sufre directamente alguna injusticia hace marchitas con pancartas pidiéndole justicia a la divina providencia, porque de estos saberes ciudadanos no caza una.
Está mal. El Superior Tribunal de Justicia debería estar integrado por personas independientes de Carlos Rovira y del partido de gobierno. ¿Eso no ocurre y la gente lo legitima con el voto? Pues sigue estando mal.
El filósofo Voltaire decía que “Es peligroso tener razón cuando el Gobierno se equivoca”.
Y puede que cuando el pueblo se equivoca, sea más peligroso todavía.

Walter Anestiades

domingo, 23 de julio de 2023

 

RECLAMOS SUSPENDIDOS

      HASTA NUEVO GOBIERNO 


     En un país con el dólar a más de quinientos mangos y una inflación de más del ciento por ciento interanual la C.G.T. (Confederación General del Trabajo), recibió al ministro de Economía y candidato a presidente del gobierno responsable de esos datos, Sergio Massa, para darle “su apoyo”. Ni siquiera intentaron expresar alguna palabra o adoptar alguna medida que huela mínimamente a una protesta por el pauperizado salario de los trabajadores que deberían defender siempre. Se pasaron de patéticos.

    En diciembre de 2019 Mauricio Macri, cuyo gobierno fue el primero constitucional, salido de elecciones libres, y no peronista en terminar su mandato en casi un siglo, dejó un país con un dólar oficial a 62 pesos, el blue a 70, una pobreza del 35% y una inflación interanual del 50%. Números elocuentes de una Argentina empobrecida que provocó la debida protesta.

     Pero en julio de 2023 el gobierno aún inconcluso del Frente de Todos-un triángulo de espacios cuyos vértices son Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa-deja un dólar oficial a 280 pesos, el blue a más de 500, una pobreza del 43% y una inflación interanual del 115%. Este gobierno “peronista” empeoró todo y perpetró un desastre de tal magnitud que solo puede ser ignorado por canallas y por obsecuentes a sueldo con cara de cemento. Sin embargo la  protesta ante tal coyuntura, que hasta 2019 gritaba, ahora ni susurra.

      Peor aún. Quiénes deberían seguir protestando están muy ocupados armando el “hartazgo programado” para después del 10 de diciembre. Por si las moscas (las moscas tienen nombre: Larreta, Bullrich o Milei).

     Así andan muchos. Políticos, sindicalistas, periodistas, dirigentes sociales y militantes. Agazapados y escondidos esperando que llegue un gobierno que no sea de su “palo” político para abandonar un mutismo de cuatro años. Lo dicho: se pasan de patéticos.

     La historia vernácula nos enseña que es habitual que a un gobierno peronista no se le chille como a un gobierno no peronista. Pero, ¿por qué hay que naturalizar eso?

     “Si el enemigo se equivoca no lo distraigas”, decía Napoleón.

      Y cuando el que se equivoca es amigo, menos lo distraigas con tus reclamos.

     ¿No?

 

Walter Anestiades

    

 

 

      

lunes, 17 de julio de 2023

 

SANTA FE COMO ANTÓNIMO DE MISIONES

 

 

     Un millón de electores santafesinos usaron el voto para protestar contra la mala gestión del gobierno provincial. Es una lección cívica para los cuatrocientos mil electores misioneros que de un modo irresponsable ratificaron el atraso y el oprobio del feudo rovirista. Votar con libertad, vivir en libertad, luchar por la libertad, no tiene precio. En Misiones creen que sí. Literalmente.

     Una cosa es tener malos gobiernos. Otra, muy distinta, es ser un feudo donde una persona concentra el poder. Los pueblos maduros entienden que una sociedad crece y se desarrolla cuando las instituciones están por encima de las personas. En Santa Fe, por ejemplo, el gobernador no tiene reelección. Tenían ley de lemas y la derogaron. No es Europa, ni Canadá ni Australia. Es otra provincia argentina cuya capital está a 800 kilómetros de Posadas. Los santafesinos pretenden tener un estado que combata el narcotráfico. No uno que lo administre.

     El escritor Eduardo Galeano decía que “Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.

     Hay pueblos que buscan mejorar su existencia y empiezan por cerrarle la puerta a los déspotas. Intentan vivir en libertad como comienzo de un mejor vivir. Casi nunca les sale bien.

     Pero lo intentan…

 

Walter Anestiades

    

domingo, 9 de julio de 2023

 

NO TODO EL MUNDO VA A

      ARRASTRARSE A TUS PIES

 

     El 8 de julio se cumplió una década del adiós de Joaquín Piña. Un obispo que no se arrastró a los pies de Carlos Rovira. En días de mayorías sumisas y cobardes, de tanto voto infame, y con la palabra “libertad” en boca de impostores, sería irresponsable olvidar el legado atemporal de este jesuita indomable.

     Joaquín Piña iba camino a los ochenta años de edad cuando se puso al hombro la resistencia ciudadana al intento de convertir a Misiones en otro de los patéticos feudos argentinos. Se plantó con una determinación tal que hasta doblegó la voluntad del por entonces omnipotente presidente Néstor Kirchner.

     Como ya sabemos, después Rovira tuvo la  “caja” necesaria para pagar el precio que se pusieron unos cuantos y así lograr que su poder sea omnímodo. Hace dieciséis años que tiene las llaves del parlamento provincial, ya se aseguró tenerlas otros cuatro, y sigue poniendo títeres en la gobernación y en la justicia.

     Lo que también sabemos es que después de morir, en julio de 2013, nadie heredó los cojones de Piña. Y también sabemos que a pesar de que en Misiones se predica en extenso la palabra de Dios, sobran adoradores del becerro de oro. Alguien no está predicando bien el cristianismo de Cristo.  

      “No todo el mundo va a dejarse caer. No todo el mundo va a arrastrarse a tus pies”, canta Fito Páez en “Tráfico por Katmandú”, uno de los temas del celebrado álbum “El amor después del amor” que se lanzó en el 92.

      No está mal esa frase que en la canción Fito usa en otra dirección pero que a uno le recuerda que el padre Piña se mantuvo digno y erguido ante Rovira y ante Kirchner. Como lo había estado ante Stroessner en Paraguay.

    “No se dejen engañar con espejitos, con los que pretenden comprar su libertad y nuestra dignidad”, dijo el padre Piña en su carta de despedida de la Diócesis de Puerto Iguazú, en septiembre de 2006.

    Joaquín Piña sabía que no hay que arrastrarse ante ningún poder humano. Es algo que aprendió. Que otros aprendieron. Que muchos aprendieron.

      Y yo también.

 

Walter Anestiades

sábado, 1 de julio de 2023

 

                 TAL PARA CUAL  

 

     Quizás traicionada por su subconsciente. O por esa manía de pretender que sabe de lo que no sabe. O por sincericidio. Como sea, Cristina Kirchner calificó al ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa como un “fullero”. Debió decir “apostador”. Pero dijo “fullero”, ergo, un tramposo. El fullero es alguien que engaña. Tras esa definición la decisión de la renovación misionera de apoyar a Massa en las PASO se explica sola…

     Cualquiera con un poco de información, o con un poco de memoria, sabe de los ineludibles vínculos del kirchnerismo con el Frente Renovador que en 2003 fundaron Carlos Rovira y Maurice Closs. Cuando Misiones fue el primer experimento de eso que Néstor Kirchner llamaba la “transversalidad”. Más allá del intento de querer despegarse del oprobioso gobierno de Alberto Fernández (y de Cristina Kirchner. Y de Sergio Massa), la mímesis entre el mundo K y el mundo rovirista es total. La misma moral. El mismo despotismo. La misma incompetencia. Las mismas fullerías.

     Está visto que en elecciones nacionales, donde no está en juego el poder territorial, la oferta de votantes en venta, alquiler o permuta, baja. Pero el universo de electores necios no. Ahí radican las chances de la boleta que llevará a Massa y a los señalados por el dedo rovirista.

     Sergio Massa, un saltimbanqui de la política que le provoca reflujo gastroesofágico a cualquier persona de bien, es el ministro de Economía de una Argentina con inflación de tres dígitos y un dólar a quinientos mangos. Y es también uno de los vértices del triángulo formado en 2019, denominado “Frente de Todos”, junto a Cristina y Alberto. La estrategia comunicacional de presentar a Massa como quién desactivó la bomba dejada por su propio gobierno no es apta para inteligentes.

    “No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no voy a poder creerte”, decía Friedrich Nietzsche.

      Pero Rovira sabe que los votantes renovadores no tienen ese problema.

 

Walter Anestiades