viernes, 29 de julio de 2011

Y MAÑANA SERAN HOMBRES...INDIFERENTES

En 1939 el director de cine Carlos Borcosque-chileno radicado en la Argentina-puso en la pantalla grande uno de los clásicos de siempre: "Y mañana serán hombres". Con argumento de Eduardo Ursini, el film reunió a un reparto de notables de nuestro mundo del espectáculo como Sebastián Chiola, Malisa Zini,Pablo Palitos, Carlos Cores, "Semillita", Armando Bó, Nathan Pinzón y Alberto de Mendoza. Hubo una remake-en 1979-protagonizada por Hugo Arana, Antonio Grimau y Miguel Angel Solá. La historia gira alrededor de las tácticas que el director de un reformatorio utiliza para ganarse la confianza de todos los muchachos internados allí. Preocupado porque cada árbol crezca derecho, les enseña los secretos de la calle, los instruye intelectualmente, les inculca la cultura del esfuerzo y del respeto para que, ya adultos, sean personas de bien. Sencillo. Y profundo. El director, a la manera de un padre amoroso,intenta preocuparse a tiempo.

¿Nos estamos preocupando y a tiempo por los chicos que serán hombres mañana?
Misiones viene de legitimar con el voto la implementación de una estructura social, económica y política que es feudal. Y no sólo por clientelismo . No se saca setenta por ciento de los sufragios sólo con beneficiarios de planes sociales ni con personas que creen que su voto tiene valor de cambio. Se precisa que haya mucha indiferencia. Indiferencia de todas las clases sociales. La indiferencia hacia la cosa pública, que es el síntoma más elocuente de una sociedad mayoritariamente ignorante, no es algo que nos viene dado. Es algo que se construye. A ver si nos entendemos: una persona no nace indiferente. Se la hace indiferente.

Concluídas las vacaciones de invierno en la provincia, llegó el turno de presentarse a exámenes en las escuelas de nivel secundario. No fue casi nadie. las posibilidades de rendir materias pendientes son muchas, demasiadas, a lo largo del año escolar. Las facilidades también. De manera más o menos solapada, el otrora muy buen sistema educativo nacional ha mutado a otro que se basa en el simulacro. Uno que permite que quién sepa apruebe y quién no sepa también. Para que parezca que las cosas han progresado. No se trata de mejoras. Se trata de simulacros de mejoras.

Es una verdad incómoda. Implica tocar cuerdas muy sensibles. Muchas cuerdas. Convertir a los colegios e institutos en una máquina expendedora de títulos que carecen del aval que da el conocimiento, es una política cínica. Proclives como hemos sido todos los estudiantes a gambetear el esfuerzo intelectual que implica estudiar, ese plan de facilidades que es el actual orden educativo nos garantiza "zafar", que es el verbo más conjugado por los alumnos. Para completar la farsa, entronizamos a funcionarios como Hugo Passalacqua. El autor de las mejoras educativas que nunca nadie vió.
Preocupados y entretenidos por el cráter de Colonia Aurora, las peleas tinellezcas de la televisión, la propaganda que se vende como información, los avatares del negocio del fútbol y ese discurso antipolítica que anida fácil en la cada vez más popular pereza mental, todo lo referente a la educación le importa, en joda, a todos. Y , en serio, a cuatro tipos.

Alejados cada vez más de la imprescindible cultura cívica, la sociedad genera que personajes impresentables sean beneficiarios de una democracia muy generosa. No habrá mejor calidad de vida si no hay mejor calidad institucional. Que al grueso de la población,éste concepto ni se le pase por la cabeza es una gran victoria cultural del Poder.
Hay serios problemas con la educación. Muy serios.
Los chicos de hoy están siendo víctimas inconscientes de un sistema que, para lograr que aprueben cada materia de cada año y poder mostrar mejores estadísticas, decidió bajar el nivel de exigencia.
Problema que no importa. Se simula que importa.
Los chicos crecen.
Y mañana serán hombres.
Hombres indiferentes...

viernes, 22 de julio de 2011

SE JUEGA COMO SE VIVE

"Señor, vos encargate de lo imposible, que de lo posible me encargo yo"
(Santo Tomás de aquino, dirigiéndose a Dios)



Creo que fue el flaco Menotti el que alguna vez dijo que al fútbol "se juega como se vive". La forma en que viene fracasando desde hace rato la selección nacional podría darle la razón.
En líneas generales a la sociedad argentina le gusta creer que está mejor de lo que realmente está. Una concepción falsa de lo que significa ser optimistaha ganado adeptos. concepción estimulada por un Poder que necesita que mantengamos jubiloso el ánimo en un país en el que la calidad de vida de la mayoría de sus habitantes juega la Promoción todos los años para no descender aún más. Ser optimista no es estar siempre contento y esperanzado por mero comformismo o porque creemos que vamos a estar mejor. Ser optimista no tiene nada que ver con pelearse con la realidad. Con ser negadores. Ser optimista implica asumir la realidad. Ser concientes de lo que sucede, del estado de las cosas. Y a partir de esa toma de conciencia empezar a trabajar, a esforzarce por modificar y mejorar nuestra realidad. Creer que se está mejor de lo que se está, creer suspendiendo el juicio crítico, nos exime de esforzarnos para que éso, lo de estar mejor, suceda. Es más fácil ilusionarse.Pero también es más duro cuando sobreviene la desilusión. Porque las cosas no cambian por el simple hecho de querer que cambien. Hay que hacer algo. Pero no. Nos gusta la cómoda que deriva de nuestra pereza mental.

Así jugó la selección argentina en ésta Coa América y desde hace una veintena de años en cada mundial .Así nos ilusionamos. Así nos desilusionamos.

Hace rato, desde que Diego colgó los botines en 1990, aunque él se enteró de que lo había hecho siete años después, que la selección nacional de fútbol va de fracaso en fracaso. Con Bilardo.Con Basile.Con Passarella.Con Bielsa.Con Pékerman. De nuevo con Basile. Y también con Maradona como DT y ahora con Batista . A veces no hubo una idea de juego. Otras veces fallaron groseramente los intérpretes, los jugadores. También pasó que no hubo ni lo uno ni lo otro. No hay un plan. Siempre se espera la jugada épica del mesias salvador. Terminado el mundial de México 1986 nos pasamos años esperando que Maradona siga apilando ingleses y defina ante el arquero Shilton. Que lo vuelva a hacer. Sin pensar que lo pudo hacer porque Bilardo armó un equipo sólido. Con un Pumpido seguro y una defensa con Ruggeri, Cucciufo, el "Tata" Brown y Olarticoechea que se erigió en muralla. Con Giusti y el Checho al que hoy repudiamos como técnico recuperando pelotas permanentemente. Con el despliegue permanente del "Negro" Enrique que le permitía descansar y descargar a Diego cuando lo ameritaba. Con Valdano y Burruchaga metiendo goles, no "casi" metiendo goles. Porque hubo un equipo, Maradona pudo hacer lo que hizo. Claro, lisiado por dentro y al compás de una vida personal que no se le acomodaba, Diego nunca volvió a apilar ingleses. Nos pusimos, entonces, a esperar otro mesías redentor. Como el antiguo pueblo de Yahvé. Hasta que un día apareció un tal Messi. ¿El "mesías" esperado?
No. Un fenomenal jugador de fútbol que brilla en un Barcelona que es, ante todo, un equipo. Y porque es un equipo con una idea de juego, Messi, ahí, es un fenómeno. Otra vez nuestra pereza mental nos impide ver que Barcelona no es Messi más diez. Son once.
En otras áreas más sustanciales de nuestra vida esperamos al salvador. En política al caudillo. En economía, a la redoblona de la quiniela o a la martingala en el casino. En salud al "sanador". En educación, a "zafar". En seguridad, a pegar más fuerte que el "chorro". En Justicia al abogado "bicho". Pero resulta ser que la existencia es más compleja de lo que parece y el caudillo vive mejor que los que lo siguen, la redoblona no se da , del casino se suele salir seco, la enfermedad avanza, no siempre se zafa y el chorro viene armado. Y Messi, con la celeste y blanca, sigue sin gambetearse a cuatro o cinco y clavarla junto a un palo, como chace on la azulgrana.

Jamás hubo razón alguna desde lo futbolístico para ilusionarse con campeonato alguno. No hubo plan B. Ni siquiera hubo plan A. Como no hay ningún plan de Educación ni de Seguridad ni de Salud ni de fomento de la producción y el trabajo. Tampoco hay Justicia. Pero a los perezosos mentales les gusta creer que sí.Que estamos mejor. Que vamos bien.Que hay una idea, un proyecto.Que hay algo ahí, donde no hay nada.

"Se juega como se vive" sostuvo el flaco. Bueno, hace rato que en materia de Salud, Seguridad, Educación, Trabajo, Justicia y Calidad de vida, también venimos peor de lo que nos gusta creer.
Esperando que Maradona o Messi nos vengan a salvar.
Y nunca llegan...




martes, 12 de julio de 2011

LA IZQUIERDA CAVIAR

"Si a los 20 años no eres de izquierda, no tienes corazón.
Si a los 40 años no eres de derecha, no tienes cerebro".
(frase atribuída a Sir Winston Churchill,
estadista británico)

A ésta altura de las cosas soportadas desde 2003, el término "kirchnerismo" ya debería figurar en la lista de antónimos de la palabra "democracia".
¿Por qué la indignación? Cuándo "Fito " Páez escribe en "Página 12" (la sombra de lo que fue con Lanata de director) que “Da asco la mitad de Buenos Aires (…)" porque el domingo 10 de julio los porteños-libres como son-decidieron darle una paliza electoral a Daniel Filmus-el hacedor de las mejoras educativas que nunca nadie vió-sólo está haciendo un ejercicio típico de maniqueísmo "k".
¿Quién es el soñador que aún espera profundidad en el análisis, sinceridad o tolerancia de personajes a los que Evita les metería una patada en medio del bombo peronista por atreverse a usar su cara, su tono de voz y sus banderas para mantener a los pobres, indefensos y electoralmente cautivos con planes miserables ideados para que jamás dejen de ser pobres, indefensos y electoralmente cautivos ?
Pero no se trata sólo de detenerse en éste peronismo trucho con el que tantos siguen lucrando. Y vaya si lucran. En la Argentina, desde hace años, lo "más" en materia política es ser "progre".
Desde 1930, también nucho antes, nuestro país fue devastado por las sucesivas dictaduras y sus asquerosas-acá sí vale el término-políticas liberales (liberales truchos también, a lo Alsogaray) . Cotiza bien entonces llevar una vida de derecha y un discurso de izquierda. En la Argentina muchos progresistas son cultores de la izquierda caviar.
"Izquierda caviar" es una expresión peyorativa dedicada a la "izquierda trucha" (y sigue lo trucho) . Señores que gozan de los lujos que dicen abominar, que viven en las sociedades que dicen denigrar, y que se ganan muy bien la vida en el mercado capitalista del que dicen estar tan en contra. Es una pose. Una manera de construir capital simbólico. Jueguito para la tribuna. Degenerados que fotografían bien.
El origen de la expresión es francés. "Gauche caviar" remite a los políticos de izquierda cuya génesis es una clase social privilegiada. El alto precio universal del caviar hace sistema en sincronía con la idea.
Qué angustiante debe ser para ellos disfrutar de los privilegios que detestan. Morfar comida de primera y beber un vino carísimo. Vestir ropa de marca. Apoyar la educación pública mientras se manda a los propios hijos a las escuelas privadas. Defender hospitales que nunca pisarán porque no están en la cartilla de prestadores de sus regias prepagas. Mercedes Benz, Toyota o una Nissan no estan nada mal para transportarse, porque en los democráticos colectivos se apiña la gente y hace calor. Renegar a viva voz de cualquier intento "represor" de la delincuencia mientras son acompañados por un ropero que les hace de guardaespaldas. Sacar platea para que los aplauda la popular. Viajar en primera. Vacacionar en el Caribe o en Punta del Este que siempre son mejores opciones que Carlos Paz, "Marpla" o las Cataratas. Disfrutar de tan detestables privilegios debe ser angustiante.

Tan angustiante como acordarse del talentoso Fito que era cuando había pasado hacía rato los 20.
Y compararlo con ésta mala copia de sí mismo que es ahora, cuando pasó hace rato los 40.





jueves, 7 de julio de 2011

EL INDOMABLE

"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca."
(Jorge Luis Borges)

En éstos días fríos de julio Oberá se abriga bien. La Feria Provincial del Libro. El festival internacional "Oberá en cortos". El cine de siempre. Dos cines nuevos. La exposición de orquídeas. El festival de ballets. La casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario. La Murga del Monte. Abrigan.
Veo gente en esos lugares. Quisera ver más.
¿Qué lleva a personas que no son ignorantes a votar como ignorantes? Quizás un par de cosas que ya son características de buena parte de nuestra sociedad y que son parientes entre sí: la madre pereza mental y su hija mayor, la incultura.
Algunos sostienen que en un lugar en el que las carencias son obvias (agua potable, hospital público, energía eléctrica, salarios pauperizados, inseguridad creciente, chicos desnutridos, sida, droga) para el grueso de la población no es prioridad comprar libros, ir a un cine o a un festival.
Tremenda estupidez.
Los libros son tan necesarios para las sociedades como los hospitales y las escuelas. Un libro educa desde el goce estético que implica leer, da palabras, abre la mente, permite entender, posibilita adquirir otros puntos de vista, estimula la sensibilidad espiritual, obliga al cerebro a hacer gimnasia, combate el miedo, provoca aventuras del pensamiento, reemplaza la visión estrecha y provinciana por otra más plural, global y generosa, y sobremanera ayuda a generar aún mejor que la propia escuela lo que nos distingue del resto de los animales de la creación: el pensamiento crítico.
Un libro no cura el cuerpo pero sí la mente. Lo sana de esa patológica pereza que impide leer la realidad tal como es y asumir que los cambios dependen más de nosotros mismos que lo que nos hacen creer. Que se puede ser exigente y vivir mejor. Que rebelarse desde el conocimiento suele ser la mejor actitud posible ante un mundo que no se nos acomoda.
El progreso no significa sólo calles asfaltadas, rutas pavimentadas, edificios escolares, pirámides majestuosas, hoteles cinco estrellas o un shopping. Progresar es también adquirir la destreza de saber diferenciar lo feo de lo bello, lo bueno de lo malo, lo inteligente de lo imbécil, lo exigente de lo conformista y el vivir del sobrevivir.
Toda Oberá debería pasar por la Feria del Libro.
En los lugares donde la gente lee, casi nadie vota a impresentables que prosperan alevosamente mientras la sociedad carece de lo básico. Saben que los cuentos son buenos para entretenerse pero para nada más. Lo saben bien.
Un hombre instruído es indomable.
Y porque no es ignorante, no vota como los ignorantes...