lunes, 17 de marzo de 2014

CRIMENTAL



   
  En el mediodía del miércoles 5 de marzo de 2014 fue ejecutada la sentencia: gendarmes y policías desalojaron de la ruta nacional que estaban cortando a docentes díscolos y otros manifestantes. Estaban ahí, protestando por esas sumas miserables a las que, sin rubor, algunos osan denominar “aumento salarial”. Pero no los echaron por cortar una ruta, cosa que es delito. Los echaron por pensar distinto, cosa que en ésta Misiones también es delito.

     Como una metáfora perfecta acerca de cómo van las cosas por aquí los garrotazos que no reciben narcos, ladrones, violadores, asesinos o corruptos fueron a parar a la humanidad de docentes. Trabajadores que pretenden recibir un salario  que les permita hacer frente dignamente a la indignidad de la inflación y además no piensan igual que el señor Closs o la señora Leverberg. Esa es la clase de gente que en Misiones sufre: los que no son oficialistas.

     En su novela “1984” George Orwell pergeña una “Policía del Pensamiento”, organización ficcional que era tributaria de otras dos muy reales: la “Gestapo” alemana y “El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos”, de prosapia soviética. En la novela el “crimen de pensamiento”-crimental-era el más grave para el Poder. En la realidad del feudo misionero, también.

     A uno le  cuesta detectar qué es lo que le provoca reflujo gastroesofágico: los que dieron la orden de reprimir, los que la legalizaron, los que la ejecutaron o los que la justificaron.

     Desde el punto de vista de sus intereses, es coherente que el Gobernador intente aplastar cualquier movimiento de rebeldía: si el desarrollo de la inteligencia y la información ya hubiera avanzado lo suficiente como para haber generado miles y miles de ciudadanos exigentes que clamaran por  calidad de vida, él no hubiera pasado de dirigente estudiantil.

     El cuento de que había que cumplir la ley le encantó a los vasallos. Pobres brutos sin cultura! No saben que en un feudo lo que ellos llaman “ley”  no es otra cosa que la voluntad del que manda. Bueno, la ignorancia es un boomerang de modo tal que ya van a llorar mañana por lo mismo que hoy sonríen.

     Mayormente sumisa, aún quedan en la sociedad misionera focos contestatarios contra los poderes omnímodos. Personas que no compraron la fábula esa de que los votos son un cheque en blanco para los votados. Personas que carecen de precio y se hacen respetar. 

     Habría que anoticiar al señor Gobernador que lo es de aquellos que lo votaron y también de aquellos que no lo votaron. Debió ir a la ruta a hablar con los manifestantes pero, demostrando que tampoco tiene cintura política, prefirió confrontar. Debe pensar que en Buenos Aires una señora se habrá puesto muy contenta con lo que hizo.

     Boecio, el filósofo romano que vivió entre un siglo IV que se iba y un siglo V que venía, imaginaba a la vida como una rueda en la que uno está parado. Esa rueda se eleva y uno con ella. Pero como que es rueda sigue girando hasta caer y uno también con ella.

     Los que hoy tienen Poder y ya pudren de tantos abusos que disfruten de su rueda elevada.

    Sigue girando…