lunes, 26 de febrero de 2024

 

           GENTE QUE MATA GENTE


     En su obra “Leviatán” el filósofo inglés Thomas Hobbes acuñó la frase en latín “Homo homini lupus”, que quiere decir “El hombre es el lobo del hombre”. En el siglo XVII Hobbes advertía que el estado natural del hombre es luchar contra su prójimo.

      Pregunta: ¿sabés cuál es la principal causa de muerte en la provincia de Misiones?

     Respuesta: las tragedias viales.

     En lo que va de este año 2.024, y van menos de dos meses, ya murieron 24 personas en tragedias viales ocurridas en calles, avenidas o rutas de alguna parte de la tierra colorada. En 2.022 y 2.023 también las tragedias viales fueron la primera causa de muerte en Misiones. Esto en el contexto de un país sumamente peligroso para manejar de norte a sur y de este a oeste. Pero ya que estamos acá, hablemos de acá.

     Específicamente los 24 muertos en enero y febrero se distribuyen del siguiente modo: Bernardo de Irigoyen (5), Posadas (3), Puerto Leoni, Puerto Iguazú y Montecarlo (2 en cada municipio), Azara, Wanda, Puerto Rico, Itacaruaré, Eldorado, Garupá, Guaraní, Colonia Aurora, San Martín y Andresito (1 en cada municipio)

     En Misiones lo que más mata gente no es un virus o una bacteria, ni el mosquito Aedes aegypti, ni el enojo de alguna deidad que manda plagas. Son personas que se suben a un auto, una moto o un camión y salen por las calles, avenidas o rutas haciendo algo que a los argentinos en general, suele darles mucho placer: cagarse en las normas.

     Hay normas viales básicas a cumplir que se incumplen. Cruzar semáforos en rojo. Exceder los límites de velocidad. Doblar sin poner guiño. No respetar las prioridades de paso según venga el vehículo por la derecha o por la izquierda. Estacionar donde a uno se le cante. También hay peatones que cruzan por donde se les da la gana. Y etcétera, etcétera, etcétera.

     Porque el hombre es el lobo del hombre es que Hobbes proponía la conformación de un “estado”. Pues, ¿qué hacen los estados comunales y el estado provincial en Misiones en materia vial? Básicamente, recaudar. Poca educación vial y mucha recaudación. Además de mantener calles y rutas más adecuadas para una carreta con caballos que para vehículos del siglo XXI. Y los exámenes para sacar la licencia de conducir tienen una curiosidad: si se presentan cincuenta personas suelen aprobarlo todos. ¿Hacen cosas? Correcto. Pero no alcanza.

     Con un agregado inquietante: del tema no se habla. No se habla en los medios de comunicación. No se habla en las redes sociales. No se habla en las reuniones familiares o de amigos. De eso no se habla.

    Ergo, con personas que se niegan a tomar conciencia de que las normas viales no están de adorno y encima son tan soberbios como para no hablar del asunto, más funcionarios públicos que padecen de una ineptitud crónica, los resultados son previsibles y están a la vista de cualquiera que los quiera ver: mueren adultos, mueren niños, mueren animales. Muere todo lo que tenga vida.

     Desde nuestro lugar, el de la comunicación, intentamos siempre y desde hace años despertar conciencias. Decimos nuestra misa, en términos de Ingmar Bergman.

    Por el momento y hasta que alguna autoridad se salga del libreto y decida ocuparse de alguna otra cosa que no sea recaudar para la caja de la política o hablar pavadas para hacerse propaganda, vos estate atento. Ojo cuando salís a la calle o a una ruta. Ojo al manejar y al cruzar. Ojo.

     Porque está lleno de gente que son los lobos de otra gente.

     Gente que mata gente.

 

 

-Walter Anestiades

-Imagen: Lucy La Mecánica, Cartago, Costa Rica

 

viernes, 16 de febrero de 2024

 

               LA SOLEDAD DE SÍSIFO

 

     “Alabada sea la duda”, escribió en un poema el alemán Bertolt Brecht. ¿Quo vadis Milei? Preguntarse adonde va el presidente Javier Milei, si es que tiene una dirección, es más que pertinente ante las dudas generadas por alguien que pareciera, a la manera de muchos de sus votantes, tener más claro lo que no quiere que lo que quiere.

     Es obvio que Javier Milei llegó al lugar en el que ahora está más a favor del espanto a lo que tiene enfrente que a favor del amor que él generó. Amor que generó y sigue generando mucho, pero no tanto como para llevarse catorce millones y medio de votos. En ese inmenso caudal son unos cuántos los que se hartaron de lo que estaba. Un hartazgo más que justificable a favor de que el kirchnerismo nos entregó la colección de gente más detestable que hemos conocido en cuatro décadas de recuperada democracia.

     Si uno piensa en que el kirchnerismo podría volver Milei se torna mucho más simpático como persona y sus medidas de gobierno más racionales. Pero si uno deja de pensar en la inmundicia que llevó a la sociedad argentina a esta vida miserable de hoy, y se enfoca en lo que Milei dice y hace, se torna menos simpático y sus medidas difíciles de presentar.

     Que el ajuste que está haciendo, que ya es durísimo y pinta para peor, era y es inevitable lo sabe cualquiera con un mínimo de información sobre el país real y no sobre el país relatado por Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Sergio Massa y sus secuaces. Pero el señor Milei, en campaña, prometió que esta vez el ajuste lo pagaría “la casta”. Ahora, ya en el gobierno, sabemos cuál es la definición de “casta” para Milei: casta es todo aquél que lo critique y no lo apoye ciegamente, venga de donde venga. Si lo apoya y no es un “traidor”, no es casta, venga de donde venga.

    ¿Qué eso de que el ajuste lo iba a pagar la casta era un típico cuento de campaña electoral? Correcto. Hemos hablado sobre el hacer campaña con la poesía y gobernar con la prosa, como definió Bill Clinton. Pero entonces, si Milei hace lo que cualquier político, ¿dónde está lo diferente que declaman sus seguidores?

     Más allá del cinismo de quiénes han hecho desastres a la hora de gobernar y de sus votantes que siguen hablando y hablando sin nada que huela a una autocrítica como si hubieran hecho todo de un modo fenomenal, esto de que el ajuste lo vuelva a pagar la clase media, en especial la clase media baja y los jubilados, es tan injusto e inaceptable como ayer, hoy y siempre.

    Hemos hablado de la historia de Sísifo. Aquél personaje de la mitología griega que era rey y, por querer engañar a los dioses, fue condenado a empujar una piedra cuesta arriba por una montaña pero, antes de llegar a la cima, la piedra caía y volvía a rodar hacia abajo, hecho que se repetía una y otra vez como ejemplo de lo frustrante del esfuerzo continuo pero inútil.

     La clase media argentina es Sísifo.

     A la clase media se le había prometido que la casta también debería empujar la piedra hacia arriba una y otra vez. No está pasando.

    ¿Cómo se está ajustando o cómo y cuándo se va a ajustar Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Sergio Massa, Mauricio Macri o el dirigente político, sindical o empresarial que, lejos de penar, sigue disfrutando de la que tiene? ¿Cómo se ajustan o ajustarán, cómo las pagan o pagarán, aquellos que según el propio Milei nos trajeron hasta acá?

        Milei lleva solo dos meses en el gobierno y hay que darle tiempo, aunque algo habrá que hacer con aquellos que no pueden esperar. Pero hay que decir que, por el momento y como desde hace rato, Sísifo se sigue esforzando inútilmente.

      Y también, como siempre, se esfuerza solo.

 

 

Walter Anestiades

    

    

miércoles, 14 de febrero de 2024

 -Bueno gente, se terminaron las vacaciones para el poder. A partir de este jueves 15 de febrero, a las 19 horas, vuelve el periodismo a Oberá con "Mejor Hablar de Ciertas Cosas". ¡TEMPORADA NÚMERO 20! Vos elegís: o radio Oxígeno o la mentira oficialista...(hacé click en este link y escuchás de LUNES a VIERNES de 19 a 21.30 hs)


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