domingo, 25 de junio de 2023

 

               “ALBERTO” MASSA

 

      No se equivocó Oscar Wilde cuando escribió que “Una máscara nos dice más que una cara”. Como en 2019 Cristina Kirchner esconderá su cara tras la máscara de un candidato al que pueda vender como impropio. Para tener éxito necesitará de un electorado necio que se niegue a captar las señales más evidentes. Pues bien, nadie mejor que ella para saber que en la Argentina, de eso, sobra. 

     No pasó demasiado tiempo desde que trece millones de compatriotas se tragaron el cuento de un Alberto Fernández moderado, con mucho sentido común y con el carácter necesario para no ser un títere de quién lo eligió para presidente. Está bien a la vista que los resultados de tan masiva credulidad fueron lamentables. Incluso para los fanáticos de la  titiritera.

     Pero con un electorado que viene demostrando que la realidad no influye en el voto (como si hubiera una nación en crisis pero en las provincias se viviera fenómeno), la candidatura de Sergio Massa podría ayudar al kirchnerismo a retener una cuota de poder nada despreciable para quiénes han perpetrado tantos desastres desde el gobierno. Aún siendo el ministro de Economía de una Argentina con más del ciento por ciento de inflación anual y con un dólar a quinientos mangos. 

     El núcleo de la jugada gatopardista de la vicepresidente, que tiene mucho más de desesperación que de astucia, es que la boleta “Massa presidente, Kicillof gobernador, Barón del conurbano intendente” sea atractiva para el electorado de la provincia de Buenos Aires, donde votan cuatro de cada diez argentinos.

     En los días por venir asistiremos a un revival de la estrategia comunicacional que tan buenos resultados dio con Alberto Fernández. Se hablará y se escribirá acerca de un Sergio Massa independiente de su jefa. Incluso de un Massa capaz de enfrentarla y traicionarla. De un líder de algo llamado “massismo”. Y de un cultor de un pensamiento moderado y preferible a lo que podría haber sido el kirchnerismo rancio de “Wado” De Pedro o lo que sería la derecha “ajustadora” de Javier Milei. Una creación capaz de disputar el voto volátil de cierta clase media a Larreta o a Bullrich.

     Con la careta de Alberto provocándole reflujo gastroesofágico a tanta gente, ahora Cristina Kirchner usará la de Massa. Y pondrá en marcha su plan de ser la madre de una victoria o dejar huérfana a una derrota.

     Vas a oír y leer muchas macanas pergeñadas para potenciar a Sergio Massa. Las mismas macanas que sirvieron para potenciar a Alberto Fernández.

     Fue también Oscar Wilde el que dijo que “La experiencia es el nombre que le damos a nuestros errores”.

     ¡Atenti con eso!

     Los argentinos tenemos demasiada experiencia.

 

 

Walter Anestiades

 

    

 


martes, 20 de junio de 2023

 

          EL CARÁCTER ES EL DESTINO

 

     Heráclito decía que “El carácter es el destino”. Que Jujuy tape Chaco es un anticipo del panorama con el que lidiará cualquier opositor que llegue a la Casa Rosada. Los que gobiernan y la  izquierda le volverán a hacer la vida imposible a quién no demuestre carácter e inteligencia para hacer valer la ley y para refutar el guión de los que hoy sufren de faringitis pero que en 2024 volverán a gritar.

     Cuando el 10 de diciembre de 2019 el presidente Mauricio Macri, responsable de un mal gobierno, le entregó el mando a Alberto Fernández, responsable de uno peor, la Argentina vivió un hecho casi inédito: por primera vez en noventa años, desde que el radical Marcelo T. de Alvear le pasó la posta al radical Hipólito Irigoyen, un gobierno constitucional y legítimo no peronista pudo completar su mandato. Un siglo para que un presidente no peronista electo en comicios transparentes complete su mandato. Datazo.

     En las últimas horas asistimos a dos hechos de indudable cariz político;

-en Chaco se buscan los restos mortales de una chica y por ese femicidio están presos los integrantes de una familia absolutamente vinculada al poder político provincial del gobernador peronista Jorge Capitanich. Piqueteros enriquecidos a favor del dinero del estado, que no sale de Dios sino de los contribuyentes, y que eran candidatos a diputados del oficialismo. Hubo elecciones PASO y Capitanich perdió con Juntos por el Cambio. Algo que puso nerviosos a muchos.

-en Jujuy Cristina Kirchner, apoyándose en sus lacayos y en nuestra patética izquierda vernácula que vive del quilombo, aprovechó dos cuestiones que afectan a todos los opositores, incluyendo al gobernador radical y precandidato a presidente Gerardo Morales: primera cuestión, no saben hablar ni explicar lo que hacen. Morales reformó la constitución jujeña vía elecciones de los convencionales constituyentes y con el apoyo de la oposición peronista. Pero en la esfera pública se ve apabullado por la guardia pretoriana del relato “progre” que dice que afectó el derecho a huelga cuando lo que hizo fue prohibir los cortes de ruta. Es intentar poner orden en un país en donde el kirchnerismo instaló que el “orden” es una rémora de la dictadura cuando el orden es básico en una democracia. Y la cuestión número dos, se aprovecha la impericia y la falta de profesionalismo policial, sea la federal o la de cualquier distrito, que no sabe imponer orden sin romperle la cabeza o sin balear a alguien. Algo terrible y repudiable en cualquier tiempo y lugar. Por Jujuy anduvo gente, que de docente o de trabajador que reclama salarios dignos tienen poco, tirando piedras que llevaba en la mochila, que pisó esa tierra por primera vez y que intentó prender fuego la legislatura. Prender fuego la legislatura. Prender fuego la legislatura.

     Que Jujuy tape Chaco es parte de la siempre eficaz estrategia comunicacional kirchnerista. Estrategia comunicacional que la oposición no tiene. En la Argentina, el país del “bla, bla, bla” donde el relato le gana la batalla electoral a los hechos, no tener una estrategia comunicacional es cosa de amateurs.

     El peronismo, o su versión tumoral que es el kirchnerismo, sabe disciplinar a la sociedad, manejar la calle y lidiar con las mafias para que ninguna bomba explote aunque suene y suene el tic-tac. Los demás no saben, no pueden, o no quieren. Por eso unos gobiernan tanto tiempo aunque hagan y hagan desastres y otros apenas completan un mandato por siglo. El peronismo sabe defender, en el terreno que sea, hasta las atrocidades que perpetra. El resto no sabe defender ni sus ideas en un debate. Attenti con eso: los que aman la república no saben defenderla con la vehemencia, la constancia y la eficacia oral que sí tienen los que no la aman tanto. Los que la avasallan por derecha y por izquierda.

      La mentira dicha con habilidad le gana muy seguido a la verdad dicha con torpeza.

    “Ethos Antrophos Daimon”, ergo, “El carácter crea el destino del hombre”, dijo Heráclito de Éfeso, un filósofo griego que vivió unos quinientos años antes de Cristo. El mensaje es que nuestro "destino" o "daimon" depende del "ethos", del "carácter", del "modo de ser.

     Quién asuma el 10 de diciembre, si es opositor al peronismo, si jura a las once del mediodía deberá tutearse con quiénes ya quieran echarlo a las once y diez. Deberá tener carácter, incluyendo mucha templanza, y mucha inteligencia para hacer las reformas que el país necesita y siempre respetando la ley y el derecho al disenso. Y gobernando a una sociedad que da permisos y por eso el peronismo en el poder tiene unos permisos y una tolerancia que los demás no. Deberá lidiar con toda la caterva de caraduras que saltan contra las injusticias cuando los otros gobiernan y cuando no, como ahora, se hacen los otarios. Si la oposición ganara las elecciones, además del gobierno, deberá ser capaz de tener también el poder.

     Hay muchas causas que explican lo que pasó, lo que pasa o lo que podrá pasar en la Argentina. Pero hay una que nos enseñó Heráclito de Éfeso hace  2.500 años.

     Tu carácter, será tu destino.

 

 

Walter Anestiades

(foto: Mariano Cicero)

domingo, 11 de junio de 2023

 

MÁS PELIGROSO QUE

      UN ARGENTINO MANEJANDO…

 

     La Argentina es uno de los diez países del mundo donde es más peligroso manejar un vehículo. Dentro de nuestro país Misiones (sí, Misiones) está en los primeros lugares del horrible ranking de muertes por tragedias viales. El fenómeno es multicausal pero con un común denominador insoslayable: demasiada gente “se caga” en las normas de tránsito”.


     En marzo pasado el diario La Nación publicó un artículo esclarecedor de la periodista Sol Valls, con información de “Compare the Market”, un sitio web de aseguradoras del Reino Unido. Resulta que Japón, Países Bajos (que seguimos nombrando como Holanda) y Noruega encabezan la lista de países donde manejar es más seguro. Por el contrario el “top ten” de los países donde manejar es más peligroso lo encabezan Tailandia, Perú y El Líbano con la Argentina en el sexto lugar. Sexto en un planeta de casi doscientas naciones. El modo en que se elaboró el ranking tomó en cuenta la tasa de mortalidad, los límites de velocidad permitidos (con su laxitud, su relajamiento), y otras variables cuyo detalle podes encontrar en este link:

https://www.lanacion.com.ar/autos/los-10-paises-en-los-que-mejor-y-peor-se-maneja-en-que-puesto-esta-la-argentina-nid15022023/


     Hace un par de días el portal Infobae publicó otro artículo basado en datos del Sistema Nacional de Información Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación. En la Argentina mueren casi cuatro mil personas por año en tragedias viales y es la principal causa de muertes violentas en el país, superando a los hechos de inseguridad. ¿Te preocupa que te mate un “chorro”? Pues debería preocuparte aún más que te atropellen, chocar o despistar.


     En Misiones mueren 83 personas por tragedias viales cada cien mil habitantes. Eso la ubica nada menos que segunda en el podio nacional. Con Santiago del Estero primera y La Rioja tercera. Ergo, en Misiones mueren más personas por tragedias viales que en la Capital Federal, que la triplica en población (tres millones contra un millón en números redondos). Misiones es, además, la segunda provincia con menor superficie después de Tucumán.


     A ver si nos entendemos: en uno de los países donde peor se maneja Misiones es uno de los lugares donde peor se maneja. Las consecuencias de eso se cuentan en muertos.


     Este es el link de la nota de la periodista Desiré Santander en Infobae:

https://www.infobae.com/sociedad/2023/06/11/casi-4000-victimas-por-ano-en-accidentes-de-transito-la-principal-causa-de-muertes-violentas-en-argentina/#:~:text=En%20el%20ranking%20de%20las,muertes%20cada%20100.000%20habitantes%2C%20respectivamente.


     Sobre el rol del estado nacional, del estado provincial y de cada estado comunal pueden decirse muchas cosas. Una, irrefutable, es que más allá de lo que hicieron o hacen en materia vial, recaudar siempre ha sido la prioridad.


     Suele suceder que cuando un argentino viaja al exterior, por ejemplo cuando un misionero viaja a Brasil, maneja de un modo más prudente que cuando maneja en su país. ¿Por qué será?


     Sacude el alma saber que en una provincia donde tanta gente prefiere morir antes que cambiar en materia vial, donde tantos manejan mal y no piensan dejar de hacerlo, donde los irresponsables creen que una ruta y un autódromo son más o menos lo mismo, donde las urnas han vuelto a premiar a una caterva de inútiles porque en Misiones la desidia y la corruptela se han vuelto popular, donde entonces el estado manejado por los mismos seguirá haciendo lo mismo (que obviamente no alcanza), a lo único que se podrá atinar será a tener el Jesús en la boca antes de cruzar o de manejar.


     ¿Cómo concientizar a quién no quiere tomar conciencia?


     La Parca nunca dejará de venir. Pero en Misiones muchos acostumbran a convidarle un mate cada vez que manejan. La invitan.


     Así se le hace más fácil su trabajo: el de llevarse personas y animales. Lo que tenga vida.


      Dice la Parca que muchas gracias.

   

 

 

Walter Anestiades  

miércoles, 7 de junio de 2023

 

  RÉQUIEM PARA EL PERIODISMO MISIONERO                                   


                                                  

      “Una noticia es aquello que alguien no quiere que se publique. El resto son relaciones públicas”. Esa definición nos puede ayudar a pensar ¿qué es? ser un periodista en la Misiones feudal. Por acá un periodista es aquél que muestra por televisión, que dice en la radio o que escribe en un diario impreso o digital aquello que Carlos Rovira o el alcalde de su municipio no quiere ver, no quiere oír o no quiere leer. El resto son aduladores del poder.

      Esa definición de noticia es atribuida al escritor George Orwell, aquél de “1984” y “Rebelión en la granja”. Pero no es de él. Puede que un periodista de la ciudad de Chicago haya dicho algo parecido hace más de un siglo. O que, en rigor de verdad, sea una cita anónima o un pastiche de varias.

    Pero que bien separa la paja del trigo, ¿no?

    Los recientes comicios de mayo expusieron al periodismo misionero de un modo definitivo. Hicieron lo que hacen todos los días del año, desde hace veinte, pero de un modo más patético. Entronizando a cualquier candidato impresentable de los muchos que el oficialismo renovador postuló. Empezando por Hugo Passalacqua, “el hombre mediocre” que fue electo gobernador por segunda vez. Siguiendo por los candidatos a intendente o a concejales de las comunas. Hablando de ellos de modo acrítico. Poniendo los micrófonos a disposición para que cada poeta diga su verso. Filmando caminatas por los postergados barrios como si estuvieran documentando una epopeya. Haciendo reportajes que, más bien, parecían un “té de tías” como catalogó el periodista Jaime Bayly.

     Nada de investigación. Nada de preguntas incisivas. Nada de repreguntas. Nada de de ayudar a pensar. Nada de mostrar las miserias que padecen miles de misioneros cuyas vidas sin agua potable, luz o cloacas parecen un retrato del siglo XIX aunque tengan teléfonos del siglo XXI.

     Varios medios gráficos ni siquiera se tomaron el trabajo de poner el entrecomillado para que el lector sepa que esas palabras las dijo alguien que no es el diario. Ergo, hay medios que hicieron suyos los slogans de campaña del oficialismo. 

     ¡Qué mediocridad! Arrastrarse como gusanos a cambio de pauta oficial. ¿Será que el poder les pide tanto?

     Todo en un contexto en donde las audiencias creen que un periodista profesional equivale a un mensajito por whatsApp o a “Carlitos News”. Un periodismo que se rinde sin presentar batalla y baja el nivel ante el ataque de una pandemia, la de la pereza mental, que lleva a leer títulos y mirar fotos sin profundizar, sin siquiera leer el cuerpo de las notas para ser capaces de opinar algo que tenga que ver con el artículo. Un modo de consumir las noticias que torna imposible asociar un hecho con otro. Las sociedades feudales aceptan mansamente que sus  problemas no tienen responsables con nombres propios. Después, la realidad no influye en el voto.

     Dicen por ahí que el avance de las nuevas tecnologías hizo que hoy todo se sepa y que los gobiernos ya no nos pueden ocultar nada.

      Pero que mentira!

      La chatura va ganando sin problemas la batalla. No necesita a la obsecuencia de aliada.

     En la Misiones de 2023 un periodista es aquél que muestra, dice o escribe algo que su señor feudal, y cada capanga de cada municipio, y cada diputado provincial o nacional, y cada senador, y cada concejal, y cada funcionario público, nunca quisiera ver ni oír ni leer. ¿Queda gente que hace eso? Queda. Pocos. Cada vez menos. Pero quedan. Y eso es un periodista. Los que dan noticias.

     ¿Y los otros qué dan?

      Los otros dan asco.

 

 

Walter Anestiades