jueves, 16 de enero de 2014

MI PIE IZQUIERDO



    

     Lionel Andrés Messi, argénteo futbolista  nacido en Rosario hace 26 años y medio, se la pasa torturando a los rivales con su pie izquierdo desde hace campeonatos, goles y títulos. Ha convertido también decenas de tantos con la derecha, cosa singular que lo hace a él aún más singular. Pero como en los años sesenta-entonces por otros motivos-la izquierda es la de temer. En los días que corren buena parte del destino inmediato de la más compacta banda político-mafiosa-sindical-económica y mediática que la Argentina conoció en Democracia,  el kirchnerismo, puede depender de ese pie zurdo.
     Hace años te contamos por radio, gráfica y tele que líderes como Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Maurice Closs o Ewaldo Rindfleisch poseían dos características que los iba a beneficiar mucho en el corto y mediano plazo pero que los iba a perjudicar indefectiblemente en el largo. Perjudicar a ellos y fundamentalmente a nosotros. La primera característica es que son  astutos como pocos para hacer política. Fueron capaces de aprovechar al máximo cada minuto para acumular Poder y retenerlo. Para meter la nariz en proyectos audaces que los llevarían a lo más alto. Y llegaron a lo más alto, ahí dónde no cualquiera llega: Néstor se dio el lujo de ser el único que le pasó la banda presidencial a su propia esposa. Ella se dió el de ser la primer mujer electa Presidente de la Nación y además el de ser reelecta. Rovira y Closs mejicanearon a sus partidos hace una década y armaron una fábula que en Misiones entusiasmó a casi todos hasta construir una hegemonía que la provincia no había conocido. Se pasaron cuatro períodos “tomala a vos, dámela a mí” y  ya veremos en 2015. Rindfleisch empezó demonizando a Dalmau, su antecesor, para continuar forjando un poder omnímodo sin antecedentes en Oberá.  Hizo desastres en la comuna pero a la manera de un hombre de amianto, no se quemó.
     Cada uno de éstos dirigentes supo aprovechar las condiciones de su tiempo en base a la construcción de “relatos” de la realidad que nada tenían que ver con la realidad. Una indiferencia social  mayoritaria, una pereza mental extendida entre los votantes, periodistas sin escrúpulos, una oposición demasiado dispersa y arrinconada por el aparato de propaganda oficial, gente tan saturada del pasado que ni se esmeró en acordarse bien  de todos los que  estuvieron en el pasado y, por encima de todo, una “caja” como no se conocía desde la Argentina de posguerra, hicieron sistema en sincronía. Y les salió fenómeno.

     Pero te contamos acerca de una característica y te hablamos de dos. ¿Cuál es la otra? Son  inútiles para gestionar. No saben enfrentar los problemas sociales y  tomar decisiones que vayan solucionando las cosas. Es que no tienen proyectos de país, provincia o ciudad, sólo proyectos personales de Poder. Y  no saben gobernar sin dinero. Sin “caja”.  El “relato” es  eficaz cuándo hay plata para consumir. Sino, no.
    De repente la coyuntura de diciembre de 2013 y enero de 2014 hizo demasiado obvio que la “caja” se está vaciando después de años de despilfarro  así que ahora  ya no alcanza con los “relatos” y  hay que gestionar. Hay que enfrentar los conflictos, tener ideas, generar políticas  de desarrollo, resolver inconvenientes, administrar la escasez y aportar soluciones a cuestiones delicadas y difíciles en áreas como Economía, Salud, Seguridad, Educación y Justicia. El problema es que éstos muchachos  que gobiernan no pueden hacerlo. No saben hacerlo.
     Falta energía eléctrica porque no invirtieron. Falta agua potable por lo mismo. Justicia independiente te la debo. Uno de cada dos argentinos no tiene cloacas (según el propio censo oficial de población 2010). Los salarios suben sudorosos por la escalera y los precios van fresquitos por el ascensor. Laburo no hay y condiciones para invertir y generarlo, menos. Cualquier psicótico acaba con tu historia en la esquina de tu casa mientras te entretienen con “foros de seguridad”. Se debate la despenalización del consumo de droga mucho más que lo que se debate la calidad de la educación. Transformada en un plan de facilidades  la escuela dejó de aparecer en las vidas de los chicos para complejizar y ayudarlos a enfrentar esas complejidades.  Como sea, en éste verano de 2014 se desmorona toda la farsa que la gran cortina de humo- hecha de dinero para gastar, planes sociales, mentiras bien contadas y una moral de mierda mayoritaria-logró pasar por realidad y obtener consenso  en una sociedad que  sólo se interesa por el corto plazo.  Pero a la realidad no se la puede gambetear siempre y te guste o no  hoy es aquél mañana que ayer no te importó.
     “En cuánto el zonzo analiza su zoncera, deja de ser zonzo”, escribió Arturo Jauretche. Por eso la apuesta siempre es a que te evadas y que no reflexionés. Y el fútbol, en un país como el nuestro, es muy funcional a eso.
      Todo el saqueo al Estado y millones de vidas miserables pueden seguir eclipsadas como temas de debate por el ánimo jubiloso que pueden lograr unos  cuántos goles de la celeste y blanca en Brasil (ver 1978…). En marzo o abril entrarán los dólares de la cosecha de soja como para intentar contener la subida de la moneda verde. Después todo será el Mundial. Son las dos únicas ideas que aparecen en el horizonte cristinista para pilotear la crisis.
      El 12 de junio, en tierras brasileñas, empezará un Mundial de fútbol que será bastante más que deporte para todos nosotros. Llegar a la final, ser campeones o quedar eliminados enseguida marcará de distintas maneras la agenda y el humor de una sociedad que necesita valorar las ideas que salen de una buena cabeza.
     Pero que, por el momento, sigue más entusiasmada con los goles que salen de un buen pie…
    




    

    

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