LA RENOVACIÓN PALEO 

Hay malas noticias para los que votan “personas”. Claudia Urrutia Braga es Rovira. Martín Moreira es Rovira. Daniel Villamea es Rovira. Sonia Mello es Rovira. Marcelo Sedoff es Rovira. Laura Yagusiesco es Rovira. Héctor Acosta es Rovira. Andrés Derna es Rovira. Mabel Lugo es Rovira. Cristian Castillo es Rovira. Gustavo Luis Caballero es Rovira. Ninguno se postula por las suyas. Lo hacen, todos, por el partido del señor feudal.

     El aparato de propaganda del estado rovirista habla de “Renovación Neo” para seducir a los incapaces de ver los vasos comunicantes que hay entre los unos y los otros que llevan más de dos décadas sirviendo al mismo amo. Las caras nuevas que ocultan a las caras de siempre. Las de la “Renovación Paleo”.

      No hay que ser un politólogo ni un obsesivo de las noticias políticas. Con tener un poquito de buena información se entiende fácilmente que el término “neo” aplicado al Frente Renovador de la Concordia es un disparate.

    Quizás un defensor del pueblo electo por un partido opositor no sea todo lo firme y lúcido como para ejercer su ineludible rol de contralor del poder local. Pero un defensor del pueblo electo por el oficialismo, como lo demostró Patricia Nittmann con Carlos Fernández, solo servirá para no “molestar” con la fastidiosa curiosidad republicana de querer saber lo que habría que saber.

     Daniel Behler fue la mano derecha de esa calamidad pública que fue Ewaldo Rindfleisch y hoy apuntala la candidatura de Martín Moreira. María Luisa “Lucy” Glum recorre la política local desde los tiempos de Miguel Oliveras, fue redactora de la Carta Orgánica que mantuvo la ley de lemas y hoy maneja el Concejo Deliberante. Eduardo Morales Lezica sigue despertando la incógnita de saber qué hubiera hecho con su vida laboral de no existir la política. Héctor González experimenta en carne propia que cuando un médico no es la reencarnación de Favaloro puede desarrollar la habilidad de acomodarse para progresar igual.

     Son apenas algunas de las caras que buscan pasar desapercibidas para el electorado tras rostros sin arrugas y cabellos sin canas.

     Insistimos con la enseñanza que nos dejó Alejandro Dumas en “Los tres mosqueteros”: “Uno para todos. Y todos para uno”.

      Hay malas noticias para los que votan personas.

       La renovación ofrece once maneras de seguir votando a la misma:

       Carlos Eduardo Rovira.

   

Walter Anestiades