lunes, 12 de diciembre de 2011

CLAVE AGUZEZKO





"No temo al infierno por sus penas. Sino porque

es un sitio dónde no se puede amar"
(Santa Teresa de Jesús 1515-1582)


La Renovación es un sitio dónde no se puede amar. Allí no hay compañeros. Ni correligionarios. Ni camaradas. Ni ideas. Mucho menos, doctrina. Se es renovador porque conviene política y económicamente. Que en la Argentina de 2011 es lo mismo. De modo tal que aquél militante o dirigente renovador que se queje por falta de lealtad se metió por la puerta equivocada. La lealtad está en otro lado. Del lado de afuera.

La tramposa ley de lemas se ensañó con tanto perezozo mental que metió la boleta en la urna votando a Fulanito contra Menganito renovador sin leer que arriba del nombre de fulanito también decía "Frente Renovador de la Concordia Social". Son los que, ahora, se preguntan: "¿cómo? ¿Fulanito se vendió a la Renovación?".

En Oberá buena parte de la burguesía local se alejó de Ewaldo Rindfleisch. Se alejó porque encontró en el médico Carlos Fernández una contraparte casi perfecta del actual alcalde. Gentil al extremo, fácil de encontrar, joven en la vida y en la política, el pediatra Fernández trajo a éste mundo un obereño casi en cada familia. Postulado a intendente por uno de los seis sublemas renovadores , sacó tantos votos que obligó a que la contienda se defina en el cierre del comicio. Como escribiría García Lorca "a las cinco en punto de la tarde".

Pero Rindfleisch ganó otra vez Oberá porque ya había ganado en Posadas y en Buenos Aires. Ahora Fernández quedó fuera de toda repartija de cargos provinciales. Está aprendiendo éso de que en la Renovación no se puede amar. Como primer candidato a concejal de su sublema se postuló el odontólogo Abel Aguzezko, que es el Alejandro De Paula que no fue. De Paula iba a ocupar esa postulación, pero suele conversar con el señor Jack Daniels a la vista de todos. Y para la tradicional moralina obereña-que perdona robos y asesinatos pero no chuparse un whisky en público-fue inaceptable. Aguzezko fue previsiblemente electo. Después de que su mentor, Miguel Oliveras, se alió previsiblemente con Rindfleisch.

Oliveras lo hizo a Rindfleisch. Le enseñó todo lo que sabe. Pero como reza el dicho, "cría roviras y te sacarán los ojos". Porque el tiempo es cruel, al viejo caudillo en retirada, lo único que le queda hoy en política es lo que pueda darle Rindfleisch.

A diferencia de 2003 y de 2007, Rindfleisch no sacó la suficiente cantidad de votos para tener mayoría propia en el Concejo Deliberante. Que son tres concejales sobre cinco. Pero el arquitecto, a la manera de la diplomacia portuguesa en tiempos del "Tratado de Tordesillas", recupera en la mesa de negociaciones lo que pierde en los campos de batalla. Los votos le trajeron como primer edil al abogado Daniel Behler, su "emprolijador" de cabecera. La costumbre rovirista de usar la constitución misionera como a un "Higienol" le trajo al segundo: Jorge Motta, un obediente probado en la función pública. Y don Miguel le trajo al tercero: Aguzezko.

En el bar "Varsovia" de Oberá había una mesa con cuatro sillas: para Oliveras, para De Paula, para Aguzezko y para Fernández. Se mudaron a otro bar, "899", a una mesa con tres sillas. Fernández , dicen, tiene otras cosas que hacer.

En su segundo mandato Rindfleisch perdió dos de sus preciadas "cajas": Federación de Colectividades (la organizadora de la redituable, para don Ewaldo, "Fiesta Nacional del Inmigrante") y la CELO (Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá). Haber ganado su tercera elección-récord en Oberá-le permitió recuperar la primera de la mano de su presidente Bernabé Aguirre, un comodín que no se hace drama por serlo. Ahora va por la segunda. Conciente de que en política hay que sumar, va con quién sea. Con Oliveras. Con "Rolo" Dalmau (?). Con parte del peronismo "no kirchnerista". Con los intendentes aliados de la zona centro. Con gente que lo combatió cuámdo hasta no hace mucho, él manejaba la cooperativa. Todos lo ayudarán, el 22 de éste diciembre, a ser la mandíbula. La CELO será el bocado. Algunos que hoy creen ser mandíbula, comprenderán oportunamente que en la Argentina del ajuste de tarifas, ellos también serán bocado.

Independientemente de lo que la coyuntura nacional traiga-y vaya si va a traer-Abel Aguzezko será la clave para entender la política obereña de corto plazo. Que és el único plazo en el que hoy se puede pensar.

La clave Aguzezko es el modo de entrarle hoy a lo que vendrá en la interna renovadora obereña. Qué éso es hoy la política misionera: una gran interna renovadora.

Un sitio dónde no se puede amar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola walter, quiero felicitarte de veras por la calidad de tus editoriales, esta de clave aguzesko es un retrato perfecto de lo que es hoy la politica y los politiqueros en obera, cuya sociedad esta en otra, en fin, abrazo y felicidades al mejor periodista que hay en la ciudad, ah y aguante bocampeon. Juan Carlos