“DESMIENTE, DESMIENTE,
QUE ALGO QUEDARA”
“Miente, miente, miente que algo quedará,
cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá.”, aconsejó Joseph
Goebbels, el tristemente célebre ministro de propaganda de la Alemania
nacionalsocialista. Siendo obvia la eficacia del relato kirchnerista en el país
y el renovador en Misiones, cómo tantos otros relatos en la historia mundial y
moderna, nos preguntamos ¿por qué la dirigencia opositora-y cada ciudadano
reacio a convertirse en vasallo- no dedica lo poco que resta para los comicios
a poner en práctica, mancomunadamente y de una buena vez, una estrategia
comunicacional destinada a la refutación?
Jamás un gobierno surgido de los votos de
los argentinos-y en la provincia de Misiones-ha tenido una estrategia
comunicacional brillante como la del matrimonio Kirchner y el dúo Closs-Rovira
(ah, perdón. Los renovadores me enseñaron que el cartel es al revés: Rovira-Closs.
Ahí está). Un aparato de propaganda descomunal que incluye lo siguiente:
-el uso
inescrupuloso, como nunca, de los medios estatales al servicio oficial. Con
pone-micrófonos y gacetilleros vendiendo propaganda como si fuera información.
Con mucho análisis sobre la emisión de los mensajes pero poco análisis sobre la
recepción de esos mensajes.
-el
aprovechamiento integral de la televisión, la radio, los portales de noticias
en internet y las redes sociales para replicar en tiempo real cualquier
información que disguste al Poder. “El ruido” alrededor de la noticia en
cuestión logra que ningún funcionario
sea corrupto aunque la realidad lo grite así, no se digan “barbaridades” desde
el Poder sino reflexiones de estadista, no haya necesidades insatisfechas de la
población ni suceso alguno que amerite explicaciones oficiales.
Simplemente la verdad de los hechos queda
atrapada entre “dos puntos de vista”. Como si el límite de la “decodificación
aberrante” que nos enseñó Umberto Eco hubiera sido traspasado sin resistencia.
-¿notaste
que en éstos tiempos pareciera que nadie puede ser funcionario de gobierno si
no es un hábil orador? No importa si sabe gestionar. Debe ser ducho ante los
micrófonos. Dialécticas vigorosas al servicio de las medias verdades o de las
mentiras
-el Poder
sabe que hay cientos de miles de personas que adhieren a lo que está ahí,
simplemente porque está ahí. En muchos lugares del país-Misiones es un ejemplo
perfecto-solo llega el canal de televisión estatal o la radio cuya antena tenga
más alcance (generalmente receptora de sustancial pauta oficial) o alguna
publicación a la que el común de la gente concibe como “gratuíta” solo porque
en el momento de recibirla no debe poner la mano en el bolsillo y desconoce que
el dinero del “estado”, es el de él también (o no le importa demasiado). ¿Por
qué la dirigencia opositora no reclamó con la suficiente fuerza que la TV
Pública sea pública? ¿Por qué se bancaron, con pocas excepciones, tanto
destrato y tanta humillación?
-intelectuales
orgánicos que son mucho más orgánicos que intelectuales. Con tartufos devenidos
en historiadores. Que los que hay por doquier.
-utilización
sistemática del miedo o bien a través de la represión semántica o de la
incitación a la auto-censura. No se persigue directamente pero los mecanismos
solapados de intimidación anestesiaron a más de uno. De entendimiento no apto
para fanáticos e indiferentes. El oficialismo nunca recula, jamás acepta
críticas y mucho menos ejerce la autocrítica. Pergeña algo, ensaya una retórica
que lo justifique, amplifica el mensaje vía aparato de propaganda y se impone
de facto. Entonces “lo que no se debería hacer”, se hace y, de última, la teoría de Julio Grondona adquiere ribetes
goebbelianos, por lo cínica: “todo pasa”.
-si conviene
a los intereses del Poder, ya nada es un disparate. Si los líderes son hoy
fanáticos de River pero mañana cuadra que se tornen fanáticos de Boca, la tropa
defiende las dos posturas con la misma pasión. Es la ventaja de ser
oficialista: sus adeptos no les van a reclamar ni coherencia, ni honestidad
intelectual y mucho menos de la otra honestidad.
-sistematización
del discurso anti-noventa berreta. No importa que muchos tengan en claro cuán
menemistas fueron los Kirchner o cuán
puertista fue Rovira. Hay mucha gente que aún vive en un termo y no lo sabe o lo sabía pero ya se olvidó.
-el recurso
eficiente de una las leyes de la propaganda: la reiteración del mensaje.
-hasta la
oprobiosa utilización política de la cadena nacional de radio y televisión. ¿Habrá
sanción social para eso? ¿Restará votos? En 2011 Cristina era la de siempre y
Closs también. Ella sacó el 54% y el misionero el 72%.
-la cobardía
presentada como virtud: los funcionarios públicos no se arriesgan a ser
entrevistados por periodistas incisivos. La Presidente desparramó la idea de
que ella habla desde el atril y no da conferencias de prensa porque “se
comunica directamente con su pueblo, sin intermediaciones de los medios
hegemónicos que desvirtúan sus palabras”. Verso. Tiene miedo de las preguntas
de un Lanata, de un Leuco, de un Castro, de un Majul, de un Longobardi. Tiene
miedo. Como Closs a Misionescuatro. Como Rindfleisch a FM Oxígeno. Lo que
tienen es miedo.
Lo sucedido entre 2003 y 2015 no hubiera
sido posible de no existir ésta adición,
cuya propiedad conmutativa es evidente:
-Burguesía
asustada por el 2001+tradición caudillesca opuesta al republicanismo+pérdida de
valores+cooptación de dirigentes+cooptación de mass-media y periodistas-+el
estado como gran o único generador de empleo, productivo o improductivo+dirigencia
opositora en su mayoría timorata+una sociedad conformista+decadencia
educativa+aprovechamiento de la relevancia actual del peronismo en el
imaginario colectivo+falta absoluta de educación cívica+degeneración del uso
del Poder+miedo+autocensura= kirchnerismo y renovación ganando elecciones.
Falta muy poco para las P.A.S.O del 9 de
agosto y no tanto para los comicios generales del 24 de octubre. Queda poco
tiempo, pero queda. Para que la oposición-y todo aquél ciudadano que aún
mantenga un poco de dignidad y de amor por su tierra-desarrolle una estrategia
comunicacional mancomunada basada en la refutación de cada media verdad y de
cada mentira. Que se salga al cruce de cada Tartufo y de cada artistoide pendiente
del subsidio oficial. Que la rebeldía le presente batalla a la sumisión desde
la retórica. Ya que la “realidad” se construye desde la palabra, pues a hacer
que otras palabras, esas que se pasaron diez años sin ser dichas o ganaron
apenas las maneras de un susurro, ahora “griten”.
La educación cívica pondrá al próximo
presidente de la nación y a cada gobernador y a cada intendente de cada uno de
los veinticuatro distritos de la Argentina. O porque haya la suficiente. O
porque no haya la suficiente.
A vos que decís que no te gusta lo que
pasa. Ocupés el lugar que ocupés.
Desmentí, desmentí, desmentí. Que algo
quedará…
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