“El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”, pensaba Winston Churchill. Pues bien. Faltan cien días para que termine un 2019 en el que la mayoría de los electores se volvieron a entusiasmar con candidatos que ya tuvieron poder y fracasaron de un modo innegable.
Si en octubre la lógica se hace valer, en
diciembre Cristina Kirchner volverá
al gobierno junto a Alberto Fernández,
al que ella misma puso de candidato a presidente. A propósito, suenan patéticos quiénes intentan convencernos de que
Cristina lo eligió a Alberto para que él la controle a ella y no al revés. ¿Cristina eligió a alguien para que la
controle? ¿En serio creen eso? Recordemos que la viuda de Kirchner fue
presidente de la nación dos veces. Y fracasó. Dos veces. ¿Quién lo dice? Alberto Fernández.
Alberto fue Jefe de Gabinete de Ministros
durante cinco años. Cuatro con Néstor Kirchner y uno con su esposa. Era el nexo
del gobierno con su entonces aliado, el grupo “Clarín”. Y era el encargado de
presionar cuando algún periodista “molestaba” (como José Ricardo Eliaschev
despedido de radio Nacional, por ejemplo). Renunció el miércoles 23 de julio de
2008 y luego se pasó una década despotricando contra su antigua jefa. “En este último mandato de Cristina uno ya
no encuentra elementos para ponderar. La economía se cerró y se destruyó,
apareció el cepo, se perdieron reservas. Hubo una ruptura de la relación
dólar-peso. En estos años la pobreza aumentó
y, además, se la niega. El gobierno
de Cristina Kirchner fue, definitivamente, un mal gobierno”, dijo. Y
agregaba Alberto Fernández (el mismo que va en la boletita del Frente de Todos
con ella): “Todo lo que se hizo en
materia institucional es deplorable. Toda su intromisión en la justicia es
deplorable. Lo que hizo con la llamada democratización de la justicia es
deplorable. Lo que hizo con el tratado con Irán es deplorable. La muerte de Nisman es deplorable. La
no resolución de la muerte de Nisman es deplorable. Del segundo mandato de Cristina me cuesta muchísimo encontrar un solo
elemento valioso”. Tomá pa vo…
¿Querés oirlo? Te dejo el link…https://www.clarin.com/politica/video-crudo-analisis-alberto-fernandez-gestion-cristina-kirchner_3_2NkSA5u_L.html
El 2 de junio el santiagueño Oscar Herrera Ahuad fue electo
gobernador de Misiones con el 72% de los votos. Siete de cada diez electores lo
votaron. Madre de Dios. Debe haber sido un funcionario maravilloso. A ver, ¿alguien
podría contarnos cuánto mejoró el nivel de la salud pública y la atención a la
población durante la gestión de Herrera Ahuad entre 2011 y 2015? ¿Y qué
hizo desde que es vicegobernador?
Ese mismo 2 de junio Carlos Fernández no precisó de la ley de lemas para aplastar en las
urnas a sus rivales y acceder a un segundo mandato como alcalde de Oberá. En su
primera gestión les hizo pagar a los
contribuyentes la deuda de 62 millones de pesos (monto de diciembre de
2015) que dejó Ewaldo Rindfleisch. Sin darles ni una mínima explicación acerca
de cómo se generó esa deuda en una ciudad en la que no se hizo nada y falta de todo.
¿Adónde fue esa guita? ¿Deuda de qué? En
vez de portarse como un sucesor corajudo, se portó como un encubridor de
Rindfleisch. Paguen la deuda que dejó el otro. No investiguemos nada que
para eso está la justicia (ja ja ja). Y a otra cosa. En el invierno pasado hubo
un prolongado corte de luz y los generadores delivery que Fernández “inauguró”
junto al gobernador Passalacqua-que le cuestan a los contribuyentes misioneros
miles de dólares mensuales-dieron menos resultado que el paso de Jorge Almirón
como entrenador de San Lorenzo. Aún se espera que alguien, empezando por el intendente
que es la máxima autoridad del lugar donde eso pasó, informe porque no
anduvieron y si en el futuro inmediato, cuando llegue otro tórrido verano y con
él más apagones, funcionarán o no.
El gobierno de Macri fracasó alevosamente.
Debió conformarse entonces una opción republicana, integrada por gente
presentable que tuviera un plan de gobierno. Gente que no le tenga miedo ni al
periodismo ni a la justicia. Gente con un proyecto de país. No personajes que
ya estuvieron, que también provocaron frustraciones, y que ahora vuelven con un
proyecto personal de poder y su directa consecuencia: la impunidad.
En
el país, en Misiones, en Oberá, han sido votados aquellos que luego de años de
ocupar cargos y no mejorarle la vida a nadie, debieron ser botados.
Pero
no. Y así andan los muchachos que los eligen.
Entusiasmados.
Camino a otro fracaso.
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