EL
RETORNO DE “EL HOMBRE MEDIOCRE”
La dedocracia rovirista
oficializó lo que se intuía hace rato: Hugo Passalacqua intentará ser la
marioneta que ya fue. Bien clarito lo describió José Ingenieros hace más de un
siglo. “El hombre mediocre es sumiso a la rutina, acomodaticio y cómplice de
los intereses creados”. Por eso Rovira cree que el marido de su prima es el que
mejor representa a lo peor.
Atento al dato
de que Misiones tiene la población-y el electorado-más joven del país, Rovira
impuso como candidato a vice a Lucas Romero Spinelli, un muchacho que, bien
entrenado desde pichón en la cultura adulona del poder, podría ser un futuro
Passalacqua.
Decepcionados
por la pseudo-oposición, el elector misionero no debería olvidar que ningún
cómplice del diablo es tan responsable de los males como el mismo diablo.
Salvo el
batacazo que podría darse a favor de que los misioneros usen a Juntos por el
Cambio como instrumento electoral de su bronca contra el atraso que padecen por
el feudo renovador (votándolos no por lo que son sino a pesar de lo que son),
los comicios provinciales pintan como un trámite burocrático. Excepto en la
ciudad de Oberá, donde la libertad tiene mejores defensas.
El gobierno de
Passalacqua, entre 2015 y 2019, consistió en gente que no supo gobernar,
ocupando cargos que no supieron merecer, gracias al voto de gente que no supo
exigir.
Y ahí va de
nuevo “el Hugo”. Pidiendo el apoyo de los mediocres para pelear contra los que
aún tienen sueños y quieren vivir mejor.
A ver quién es
menos…
Walter Anestiades
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