LA
COBARDÍA DE SER OFICIALISTA
En su estupendo discurso sobre
integridad en la remake del film “Perfume de mujer”, el coronel Frank Slade (Al
Pacino) confiesa que siempre supo cuál era el camino correcto. Pero que nunca
lo siguió. ¿Por qué? Porque “era muy difícil”. Para oponerse al feudo rovirista
se precisan cojones, ovarios, y perseverancia para bancarse una lucha muy
despareja. Por eso cualquiera es oficialista. Porque es más fácil. Por eso en
Misiones ser renovador no es una postura política. Es una actitud de vida.
Como en cada
campaña electoral Rovira sale de compras y cada vez compra más barato. Llueven
las ofertas para venta, alquiler o permuta. Con apenas miguitas del gran
banquete y abriendo aún los más modestos refugios en el estado, la renovación
arma sublemas por doquier en cualquier municipio. Los pusilánimes pugnan por
ser candidatos de un oficialismo que lleva veinte años saqueando esa misma tierra
colorada a la que dicen amar.
Enfrente está
cada vez más raleado. Con una dirigencia opositora (ponele) enquistada en el
negocio de perder para mantener sus privilegios y con un periodismo berreta que
ya debe sufrir de artrosis después de tanto tiempo de vivir arrodillado. Ante
ese panorama el ciudadano encuentra poco para expresarse, poco para alimentar su
fe, poco de todo.
El 7 de mayo
el electorado misionero decidirá lo local: gobernador y vice, diputados
provinciales, intendentes y concejales. Hace dos décadas el pueblo puso a la
provincia en las manos de Carlos Rovira. Concentró poder. Y el éxito de Rovira
fue el fracaso de Misiones. Una Misiones empobrecida, muy desigual, impune, sin
agua y sin luz, con la autocensura como organizadora social. Una Misiones donde
se pagan impuestos de Suiza y se cobran salarios de Haití.
Está todo
demasiado a la vista. No hace falta agregar más.
Para pelear por
una Misiones republicana, más justa y sin impunidad, se precisan valentía, creatividad,
unión, ideas, honestidad, y un espíritu de lucha inclaudicable. No cualquiera
es opositor.
Pero
cualquiera es oficialista. Cualquiera es rovirista. Cualquiera es renovador. Porque
es más fácil.
Como el
coronel Slade, todos saben cuál es el camino correcto. Pero, hasta hoy y el 7
de mayo veremos, la mayoría tampoco lo siguió.
¿Por qué? Porque
es más difícil…
Walter Anestiades
3 comentarios:
No hay huevos ni icarios ni para comentarios. Es absolutamente cierto pero debemos entender que mientras falten principios y sobre nuestro dinero en las arcas del estado que manejan como propio no hay ninguna posibilidad de revertir esta situación más que nada porque lo primero que deberíamos cambiar es el sistema electoral provincial, absolutamente imposible🤷
Triste realidad para los misioneros, desde el oficialismo y oposición lamentable.
Muy buena la nota
Muy bueno
Publicar un comentario