132

     Tres administradores de la nada como el gobernador Hugo Passalacqua, el alcalde Pablo Hassan y su antecesor, el diputado nacional Carlos Fernández, le hicieron saber al gobierno de Milei su preocupación por el eventual cierre de la Agencia ARCA (ex AFIP) en Oberá. ¿Cuándo le harán saber su “preocupación” por el financiamiento para una nueva línea de 132 kV para la zona, ya que sin la energía eléctrica suficiente toda idea de progreso es una utopía? 

     Desde el estado rovirista dicen que no tiene fondos para construir una nueva línea de 132 kilovoltios para abastecer a la actual, que ya no da para más. Dicen que debería financiarla el estado nacional. En días donde todo el país conoce el maridaje político entre Rovira y Milei y en donde los protagonistas de la política local son los “libertarios-feudales”, el gobernador obereño, el intendente obereño, el diputado nacional obereño (que metió el asunto ARCA en el Congreso a través de un proyecto de declaración), y el resto de los intendentes de la zona centro, deberían aprovechar el momento y unir fuerzas para pedir por una necesidad básica como es la energía eléctrica. Unir fuerzas como acaban de hacer con el asunto de la Agencia ARCA (que es un asunto discutible y atendible).    

     Hay que machacar con este tema porque está muy lejos de figurar en la agenda de los funcionarios renovadores que ya están haciendo campaña electoral prometiendo vaya uno a saber qué cosa que pueda ser más importante que tener luz.

     Y hay que insistir porque tan indispensable necesidad tampoco está en la agenda cotidiana del periodismo obereño (que no le meten una repregunta sobre la luz al intendente ni por equivocación), y porque los obereños que se expresan en las redes sociales son rapiditos para exigirles luz y agua al defensor del pueblo o a los concejales del PRO, pero son perezosos para reclamárselas a su intendente. Quizás la letra “H” del teclado les ande mal y no quieran escribir “Assan” con un error ortográfico.

     El psicoanalista Gabriel Rolón diferencia entre la “protesta” y la “queja”. Dice que son diferentes porque la protesta busca un cambio pero la queja no.

     Algunos deberían, de una buena vez, dejar de quejarse tanto.

     Y empezar a protestar.

 

Walter Anestiades

-Fotos: Energía de Misiones e Infóber digital