PARA QUE TENGAS DE DÓNDE CAERTE

 

     “Tener de donde caerse es mejor que resbalarse en la chatura”. Así describía en un reportaje el sacerdote Hugo Mujica lo que anima la envidia a los ricos y famosos. Es un principio (in)moral que Carlos Eduardo Rovira hace valer en cada elección local. Ofrece la escalera para que los nuevos trepadores, igual que los viejos trepadores, sean cómplices del sistema que atrasa a Misiones. Pero, por lo menos, un día tendrán de donde caerse.

     En Misiones la realidad no influye en el voto. No le debe haber sido fácil a Rovira lograr eso. Pero, con el paso del tiempo, con “caja” y con la abulia opositora, fue minando resistencias hasta conseguir que en la tierra del rebelde Comandante Andresito ser oficialista no sea una postura política, sino una actitud de vida.

    La vanidad de querer acomodarse por el camino fácil fue y es una gran aliada para que “el buen amo” lograra que los respetables convivan con los despreciables y los jóvenes con los veteranos. Para que suceda lo mismo que el escritor Aldous Huxley relata en “Un mundo feliz”: “Aquellos que tenían buenas intenciones se comportaban de la misma manera que aquellos que tenían malas intenciones”. Por acá la palabra “cambio” no es un imán sino un repelente. Los que votaron a Milei votaron a Rovira. Quieren que el país cambie. Pero que Misiones siga igual.

     Esto se verifica de un modo categórico cuando se pone en juego el poder territorial. Pero en los comicios de medio término los incentivos bajan y el voto renovador también.

     En estos comicios de medio término, con el reacomodamiento al que Milei está forzando a todos los espacios, hay una estampida de dirigentes y militantes que actúan como si la política les debiera algo. Además de lo impresentables que resultan las cúpulas partidarias, hay gente que no tiene drama en dejar en claro que se metió en la política no para dar sino para recibir. Y ahí aparece el estado rovirista con los brazos y los cargos abiertos.

    El 8 de junio se renovará la mitad del parlamento provincial, una decena de municipios elegirán concejales y Oberá votará a su tercer Defensor del Pueblo.

     Los libertarios-feudales se formaron porque es Milei el que celebra alianzas con los jefes provinciales y porque en Misiones hay un traspaso generacional del servilismo.

     El resto de los partidos deberá lidiar con ese estado rovirista que opera en cada municipio. Nunca vas a vivir la vida que viven ellos, pero te van a ofrecer una escalera para que puedas trepar y llegar a algo un poco más alto que el piso.

     Para que un día, por lo menos, tengas de donde caerte.

 

Walter Anestiades