martes, 22 de abril de 2025

                                                      RESPETO 

     De chico mis viejos me inculcaron el pensamiento crítico y me alentaron a aprender a criticar sin insultar. Desde que crecí generalmente eso me sale, no siempre. Y me enseñaron la noción de Dios. Soy católico apostólico romano bautizado, pero nunca creí en el Papa. No creo en los hombres, creo en Dios. Hoy falleció el papa Francisco, el nº 266 de la historia, el primer jesuita, el primer papa americano y, sobre todo, algo que hace unos años parecía una fantasía: el primer papa argentino.

     No nos gustó que Francisco, como hombre político, el Papa siempre fue un líder político y no solo espiritual, avalara a ese kirchnerismo, que de peronista tiene poco y de cristiano menos. Pero lo entendimos, precisamente, porque no esperamos de él que se porte como una deidad sino que se porte como un político

     Francisco nunca me desilusionó porque nunca me ilusionó.

     Nuestros respetos al hombre. Hoy, en las redes sociales, hubo mucho idiota que ante la noticia de su muerte se expresó con emojis de alegría y de burla. Ya sabemos que el respeto está en retirada y la inteligencia avanza en el mundo artificial mientras retrocede en el mundo natural.

     Vaya nuestro pésame y nuestro profundo respeto, insistimos con ese término, para con Francisco pero también para con Jorge Mario Bergoglio. Su paso por el papado lo convertirá en un argentino inolvidable.

     Precisamente ayer se despidió oficiando la Misa de Pascua. Esa Pascua que no es otra cosa que la certeza que Dios nos da de que la muerte no es el final.

     La etimología de la palabra "respeto" tiene origen en el latín "respectus", que significa "mirar atrás, consideración". Se relaciona con mirar más allá de la primera impresión.

    Cuando asumió muchos argentinos tuvieron una primera impresión: que Francisco podía ser el hombre que los ayude desde su cargo a combatir a los canallas del kirchnerismo que, por entonces, gobernaban el país. No hizo eso. Hizo todo lo contrario.

   Mi primera impresión no fue esa y lo dije en público. No esperé nada de él y, por eso, no me desilusionó. Los hombres desilusionan, Dios no.

   Por eso mis respetos a la figura del papa que hoy se fue. 

   Un Jorge Bergoglio que, por haber llegado a Papa, será para siempre un argentino inolvidable


Walter Anestiades  


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