RESPETO
De chico mis viejos me inculcaron el pensamiento crítico y me alentaron a aprender a criticar sin insultar. Desde que crecí generalmente eso me sale, no siempre. Y me enseñaron la noción de Dios. Soy católico apostólico romano bautizado, pero nunca creí en el Papa. No creo en los hombres, creo en Dios. Hoy falleció el papa Francisco, el nº 266 de la historia, el primer jesuita, el primer papa americano y, sobre todo, algo que hace unos años parecía una fantasía: el primer papa argentino.
No nos
gustó que Francisco, como hombre político, el Papa siempre fue un líder
político y no solo espiritual, avalara a ese kirchnerismo, que de peronista
tiene poco y de cristiano menos. Pero lo entendimos, precisamente, porque no
esperamos de él que se porte como una deidad sino que se porte como un político
Francisco
nunca me desilusionó porque nunca me ilusionó.
Nuestros
respetos al hombre. Hoy, en las redes sociales, hubo mucho idiota que ante la
noticia de su muerte se expresó con emojis de alegría y de burla. Ya sabemos
que el respeto está en retirada y la inteligencia avanza en el mundo artificial
mientras retrocede en el mundo natural.
Vaya
nuestro pésame y nuestro profundo respeto, insistimos con ese término, para con
Francisco pero también para con Jorge Mario Bergoglio. Su paso por el papado lo
convertirá en un argentino inolvidable.
Precisamente
ayer se despidió oficiando la Misa de Pascua. Esa Pascua que no es otra cosa
que la certeza que Dios nos da de que la muerte no es el final.
La etimología
de la palabra "respeto" tiene origen en el latín
"respectus", que significa "mirar atrás, consideración". Se
relaciona con mirar más allá de la primera impresión.
Mi primera
impresión no fue esa y lo dije en público. No esperé nada de él y, por eso, no
me desilusionó. Los hombres desilusionan, Dios no.
Por eso mis respetos a la figura del papa que hoy se fue.
Un Jorge Bergoglio que, por haber llegado a Papa, será para siempre
un argentino inolvidable
Walter Anestiades
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