domingo, 10 de agosto de 2025

 

             LIBERTARIOS SON TODOS

 

    Corría 1972 cuando un periodista español le preguntó a Juan Domingo Perón sobre el escenario político argentino. El líder exiliado en Madrid le contestó: “Mire, en Argentina hay un 30% de radicales, un 30% de conservadores y otro tanto de socialistas”. “Y entonces, ¿dónde están los peronistas?”, le repreguntó el periodista. “¡Ah, no, peronistas somos todos!”, le chantó Perón.

     Producto del traspaso generacional del servilismo, que Carlos Rovira captó enseguida, se armó la llamada “renovación Neo” para que los libertarios-feudales (la nueva mayoría electoral  en Misiones) convivan en armonía y no afecten los intereses del señor feudal. En Misiones hay renovadores, hay peronistas, hay radicales y hay gente del PRO. ¿Y no hay Libertarios? Ah no. Libertarios son todos…

     Cuando se trata de comicios locales Rovira no tiene inconvenientes. Padres e hijos votan sin excepción a alguno de sus títeres. Pero desde hace un par de años, exactamente desde el meteórico ascenso de Javier Milei, los jóvenes misioneros (en una provincia que tiene la población y el electorado más joven del país), le complican un poco los armados. Porque con la vida económica resuelta gracias a que papá o mamá, o ellos mismos, viven del estado, los renovadores neo pueden militar con euforia la idea mileísta de que el estado es el demonio. Entonces, en las listas renovadoras aparecen mileístas y en las listas mileístas aparecen renovadores. Libertarios son todos.

      De hecho en octubre Micaela Gacek, una joven que es subsecretaria de Coordinación de Gabinete del gobierno rovirista y a la vez referente de Generación Liberal (en la foto junto al vocero presidencial Manuel Adorni), será la segunda candidata a diputada nacional por la renovación, detrás del exgobernador y actual titular del parlamento provincial Oscar Herrera Ahuad. Un Herrera Ahuad que irá al Congreso a hacer lo que hace siempre: lo que Rovira le ordene que haga.

    Hace muy poco la alianza política entre Milei y Rovira dio síntomas de buena salud: los cuatro diputados nacionales roviristas se “borraron” de la votación en la cámara sobre el financiamiento universitario y sobre la emergencia en el Hospital Garrahan. Si estará sana esa alianza que hasta el reconocido pediatra Carlos Fernández, votado dos veces como alcalde de Oberá en parte por ese prestigio ganado como pediatra de la ciudad, no votó la emergencia en pediatría.

     Puede que en el 2027 Milei, si le va bien, decida ir por el poder provincial y desafiar a Rovira. Por ahora Rovira es intocable hasta para el “Gordo Dan”. Ni Milei ni ninguno de sus alfiles lo critica. Ramiro Rovira, uno de los hijos de Carlos, es muy amigo de Augusto Marini. ¿Quién es Augusto Marini? Es el dueño del canal de streaming  Carajo” (donde el Gordo Dan tiene su programa “La Misa”). Y es el dueño de AlegraMed, la plataforma de atención médica virtual del Sistema de Salud Pública de la Provincia de Misiones.

     De acá a octubre el electorado misionero asistirá a una puesta en escena que consistirá en renovadores hablando un poco mal del gobierno nacional y en mileístas hablando un poco mal (menos) del gobierno provincial.

     Como los gatos y como los peronistas, no se estarán peleando. Se estarán reproduciendo.

     Porque libertarios, son todos.

 

 

Walter Anestiades

    

    

sábado, 2 de agosto de 2025

 

               NO ES PAÍS PARA VIEJOS

 

     “Doy todas mis posesiones por un momento más de tiempo”, dicen que dijo Isabel I, la reina de Inglaterra, en 1663, antes de morir. El destrato a los jubilados lleva tanto tiempo que ya es propio de la argentinidad. Para ellos nunca hay plata. El sistema los desprecia y “afectan el equilibrio fiscal”. Los jubilados, como Isabel, tienen poco tiempo. Pero, a diferencia de ella, tienen poco que ofrecer.

     El presidente Milei vetó la ley que disponía un incremento del 7,2% para todas las jubilaciones y un aumento del bono que vienen percibiendo de $70.000 a $110.000. La caradurez es doble. La de un Presidente que nos dice que los jubilados afectan el orden de las cuentas públicas (como si fueran los culpables de su desorden), y la caradurez de los que aprobaron la ley pero que, cuando fueron gobierno, mantuvieron los haberes previsionales en un monto miserable.

      Siempre pasa lo mismo. Con los gobiernos que metieron la mano en las cajas jubilatorias. Con los que demoraron el pago de las sentencias previsionales (suele pasar que, al jubilarte, el estado calcula mal tus haberes y “mal” quiere decir “menos” y tenes que iniciar una demanda). Con los que pagaron esos juicios con bonos. Con Fernando de la Rúa, que tenía un programa radial en el que “defendía” a los jubilados pero que, al ser presidente, les descontó el 13% de sus haberes (Carlos Rovira hizo lo mismo en Misiones, en su primer mandato como gobernador por el PJ). Con Cristina Kirchner que en octubre de 2010 vetó el 82% móvil que sancionó el Congreso con un argumento similar al de Milei (“Esta ley la hicieron para que quiebre el estado”, dijo la líder nacional y popular). Con la clase pasiva siempre pasa lo mismo.

    No quedaría nada bien poner en palabras lo que los hechos vienen gritando: una persona que se jubila deja de producir, ya no le sirve al sistema, y el hecho de que siga viviendo se torna inconveniente para cualquier gobierno.

      Pregunta: ¿alguna vez el estado nacional se ocupará en serio de proteger a quiénes trabajaron, y aportaron, durante toda su vida? Respuesta: no. Otra pregunta: ¿alguna vez los estados provinciales que pagan haberes aún más miserables (ejemplo: Misiones con el Instituto de Previsión Social) pagarán haberes dignos a sus jubilados? Respuesta: tampoco.

     Cuando un trabajador se jubila deja de importarle al estado, sea el nacional, el provincial o el comunal. Lo administre quién lo administre. Lo demuestran con lo que le pagan, en como atienden su salud y con el destrato general que le dispensan.

      Así sucede siempre en la Argentina.

      No es país para viejos.



Walter Anestiades

 

               

sábado, 26 de julio de 2025

 

PRESUPUESTO PARTICIPATIVO. ¿QUÉ COSA?

 

     “Comprendo que en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas…”. Así canta Julio Sosa en “Qué me van a hablar de amor”, un tango que Homero Expósito escribió en la década del cuarenta.

     El alma servil es el nutriente principal del apoyo a cualquiera que la vaya de jefe en algo. En Oberá el alma servil sigue siendo la garantía electoral de la renovación, el partido político que la dejó sumida en un atraso imperdonable.

     Como parte de la ficción oficialista, inventaron algo llamado “Presupuesto Participativo” que es vendido como una herramienta que fomenta la participación ciudadana y el trabajo en conjunto con el gobierno municipal para llevar adelante mejoras en los barrios. Para que el cuento sea verosímil el estado comunal rovirista cuenta con la colaboración de las comisiones vecinales, que son grupos dominados por algún ladero renovador y que funcionan para neutralizar los reclamos prioritarios. Se juntan y presentan algún proyectito para arreglar una calle o techar algún playón deportivo.

    Para ir al grano, ¿cómo puede ser que en una ciudad donde los principales problemas son la falta de luz, de agua y de cloacas, los proyectos comunitarios no pongan como prioridades a la luz, el agua y las cloacas?

    Vale recalcar que la CELO, la cooperativa que es la responsable de dar los servicios básicos, está manejada por marionetas del alcalde.

    Así, lo de “participación ciudadana” termina siendo una farsa creada para que los reclamos por los problemas estructurales queden reducidos a quejas marginales en las redes sociales. Estas comisiones vecinales suelen ser un semillero de almas serviles que terminarán de candidatos en alguna lista renovadora.

     Como siempre, los publicistas del gobierno que la van de periodistas le ponen los micrófonos a esas almas serviles que no dudan en deshacerse en agradecimientos al intendente que “los convoca para participar”.

     Pablo Hassan, el alcalde, no hace otra cosa que desmarcarse de sus compromisos. Debería ponerse al frente de las gestiones para que en la ciudad que administra haya energía eléctrica permanente (para eso se precisa la bendita nueva línea de 132 kilovoltios) para que la ciudad progrese en serio. No lo hace.

     Políticamente, Oberá se convirtió en un barrio de Posadas. Un barrio por el que caminan almas dignas y también las serviles.

    A las serviles se las reconoce fácilmente.

     Tienen los zapatos bien cuidados. Y las rodillas rotas.

 

 

Walter Anestiades

jueves, 24 de julio de 2025

 

DE ARRUINAR EL PAÍS A HUNDIR A BOCA

 



     Boca Juniors es la mayor pasión argentina. Y fue tomado por quiénes arruinaron a la Argentina. “La Cámpora”, al perder con Milei, se refugió en un sillón que, a veces, hasta es más poderoso que el de Rivadavia: el de la presidencia de Boca. La grieta llegó al club, de modo tal que Boca se plagó de hinchas cuya mayor ambición no es que el xeneize gane partidos y títulos sino que el macrismo no vuelva a Brandsen 805. Detestan más a Macri que a River. Con semejante escoria manejando las cosas, ya sabemos cómo le fue al país. Como ahora le está yendo a Boca…

     Mauricio Macri fue un estupendo presidente de Boca. El macrismo logró 25 títulos en Boca entre el 13 de diciembre de 1995 y el 19 de diciembre de 2019. Los 25 títulos, 11 ligas, 11 copas internacionales (que incluyen 4 Libertadores y 2 Intercontinentales) y 3 copas nacionales, superaron a los 11 títulos que Alberto J. Armando logró en dos décadas, entre 1960 y 1980. Esos títulos se lograron con Mauricio presidente o con sus lacayos Pedro Pompilio, Jorge Amor Ameal (que fue el vice de Pompilio y asumió tras su muerte) y Daniel Angelici. Macri fue el presidente más exitoso de la historia de Boca, amén de haber sido un correcto jefe de gobierno porteño electo dos veces por el pueblo, y un pésimo presidente de la nación que dejó una deuda monumental. Hay que resaltar que el último presidente macrista de Boca, Daniel Angelici, fue nefasto: fue el que perdió dos finales con River en un año y, tras caer en la histórica final de Madrid, recurrió de modo extemporáneo y ridículo al TAS y encima no le salió.

     En ese contexto, en un 2019 con el kirchnerismo volviendo al poder nacional de la mano de la propia Cristina Kirchner a través de su títere Alberto Fernandez, el terceto Jorge Amor Ameal (el mismo que había sido dirigente macrista), Juan Román Riquelme y Mario Pergolini arrasaron en las elecciones en Boca con el 53% de los votos. Entre octubre y diciembre de 2019 el kirchnerismo logró desalojar a Macri de sus dos más preciados sillones: el de Rivadavia y el de Boca.

     En diciembre de 2023 el contexto nacional cambió y mucho: Sergio Massa perdió el balotaje presidencial con Javier Milei y entonces el kirchnerismo del conurbano (el peor de los kirchnerismos) se puso la máscara de Juan Román Riquelme, el mayor ídolo moderno de la historia de Boca, quién contó con el apoyo del aparato del PJ. La campaña por la presidencia del club emuló a una tradicional campaña política con los carteles de Riquelme copando las calles de los municipios. Hubo una eficaz estrategia comunicacional en las redes sociales en la que fueron una parte fundamental el periodista Flavio Azzaro, hincha de Racing, y Andrés Ducatenzeiler, un expresidente de Independiente devenido en youtuber. Macri, candidato a vice de la otra fórmula, no la vio venir. Incluso el flamante presidente de la nación Javier Milei fue a votar. Nada pudo evitar la paliza: Riquelme arrasó con 30.318 de los 46.402 votos que hubo.

     Durante la gestión presidencial de Ameal, con Riquelme haciendo de vice, Boca logró 6 títulos: 2 ligas y 4 copas nacionales. Pero ningún título internacional (se perdió una final de Copa Libertadores en el Maracaná en tiempo suplementario). Con Riquelme asumiendo de modo oficial lo que ya venía siendo en los hechos, un presidente, la colección de fracasos futboleros no para:

-no se clasificó para la Copa Libertadores 2024

-se clasificó a la Copa Sudamericana 2024, siendo eliminado en octavos de final por Cruzeiro de Brasil

-en la Copa de la Liga Profesional 2024 fue eliminado en semifinales por Estudiantes de La Plata

-en el Campeonato de Primera División 2024 terminó 6º, a 9 puntos del campeón Vélez

-en la Copa Argentina 2024 fue eliminado en semifinales por Vélez

-no pudo acceder a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 porque fue eliminado en el repechaje por Alianza Lima de Perú, aún definiendo la serie en “La Bombonera”. Y como fue eliminado en la primera fase del repechaje, tampoco se pudo clasificar a la Copa Sudamericana 2025

-en el Torneo Apertura 2025 fue eliminado en cuartos de final por Independiente, al perder en “La Bombonera”

-se clasificó al Mundial de Clubes 2025 jugado en los EE.UU y quedó eliminado en primera fase al no ganar ningún partido (1 derrota y 2 empates, incluyendo un empate con un equipo amateur de Nueva Zelanda)

-en la Copa Argentina 2025 fue eliminado en octavos de final por Atlético Tucumán

-Desde que Riquelme asumió como dirigente, primero vice de Ameal y después presidente, Boca tiene saldo negativo contra su máximos rivales. Jugó 43 clásicos contra los otros 4 “grandes”: ganó 10, perdió 16 y empató 17, quedando 6 partidos abajo. Logró 47 puntos sobre 129, el 36,4%. Este es el desglose:

-vs River: jugó 13, ganó 3, perdió 5 y empató 5 (lo eliminó 3 veces en copas nacionales, 2 por penales y una ganándole 3-2 en Córdoba). Perdió 2 veces consecutivas en “La Bombonera”---quedó 2 abajo

-vs Independiente: jugó 9, ganó 2, perdió 2 y empató 5---quedó igual

-vs Racing: jugó 15, ganó 3, perdió 6 y empató 6 (Boca lo eliminó 2 veces de la Copa Libertadores y una vez en 1 copa nacional. Y Racing le ganó 2 finales y lo eliminó de 1 copa nacional)---quedó 3 abajo

-vs San Lorenzo: jugó 6, ganó 2, perdió 3 y empató 1---quedó 1 abajo

-Con Riquelme manejando el fútbol de Boca pasaron siete entrenadores: Miguel Ángel Russo (echado al caer en las semifinales de la Libertadores 2020, tras ganar 2 títulos), Sebastián Battaglia (echado por malos resultados tras ganar 2 títulos), Hugo Ibarra (echado por malos resultados tras ganar 2 títulos), Jorge Almirón (renunció tras perder la final de la Libertadores 2023), Diego Martínez (echado por malos resultados), Fernando Gago (echado tras perder un clásico con River) y, de vuelta, Miguel Ángel Russo (actualmente en el cargo). También hubo tres interinatos del entrenador de inferiores Mariano Herrón.

     Por cuestiones de tiempo y espacio es mejor ahorrarse la enumeración de la cantidad de jugadores mediocres que, de un modo increíble, Riquelme llevó a la primera de Boca. Solo diré, si se me permite la confidencia, que Riquelme eligiendo jugadores es peor que mi hermana eligiendo marido.

     Es decepcionante que aquél jugador notable que no paró de darnos alegrías, hoy sea este presidente que no para de darnos fiascos. Riquelme está alejado de cualquier autocrítica y está blindado de cualquier crítica. No habla con ningún periodista que no sea obsecuente. Huye de cualquier observación que le resulte más o menos incómoda (como hizo ante el periodista Diego Fucks). En “La Bombonera” nadie grita contra él (hay denuncias de aprietes de la barra brava a cualquier intento de hacerlo). Le quedan dos años y medio de mandato y está bancado por su mentor político Sergio Massa. La presidencia de Boca es hoy, un refugio kirchnerista. No la van a entregar.

    ¿Reacción de hinchas y socios o de algún dirigente con pretensiones de manejar Boca? Hasta el momento de escribir estas líneas, ninguna. Nadie pasa de la queja virtual.

     ¿Cuál será el piso? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el equipo ofrece espectáculos espantosos y sufre de una endeblez incurable.

     Henry Ford decía que “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”.

     En el Boca de Riquelme presidente el fracaso es el anticipo de otro fracaso por venir.

     Y otro. Y otro. Y otro…

 

-Walter Anestiades (veo a Boca desde 1976. Lo disfruté campeón 42 veces. Y supe lo que era ganar Libertadores, Intercontinentales y una final a River antes de que Riquelme naciera)

    

 

sábado, 19 de julio de 2025

 

OBERÁ COMO UN “NO-LUGAR”

 


    Marc Augé es un antropólogo francés que se fue de este plano hace un par de años. Acuñó el concepto "no-lugar", un espacio en el que no hay sentido social. Puede haber mucha gente pero no se puede leer la relación social. En Oberá hay muchos que viven así. Habitantes (no ciudadanos) que la transitan sin apropiarse de la tierra, “su” tierra, y que mantienen entre sí relaciones de consumo. Así andan. Desencontrados. ¿El Poder? Muy contento…

     No es bueno eludir la complejidad. Hay que encararla y provocarla. Para intentar entender.

     Hemos hablado y escrito mucho sobre ciertas observaciones nuestras, todas discutibles por supuesto, sobre los distintos comportamientos sociales que hay en los feudos argentinos Que son unos cuántos. Santo Tomás de Aquino decía que “El obrar sigue al ser”, ergo, uno en lo que hace revela como es. Debe haber una relación entre la forma de vivir y la forma de votar. “El votar sigue al ser”, se podría postular.

     El oficialismo renovador, la creación de  Carlos Rovira, siempre gana las elecciones. Incluso cuando pierde. En junio ganaron los comicios legislativos con menos del treinta por ciento de los votos (exactamente el 27,5%) y la Defensoría del Pueblo de Oberá la ganó, vía ley de lemas, una candidata que sacó menos votos que los votos en blanco. El resto se fragmentó o por intereses opuestos, o porque aspiran más a ser cortesanos de Rovira que opositores, o por vanidades personales. Y otros, muchos otros, ni siquiera fueron a votar. Son los que reducen su participación ciudadana a poner likes o a escribir comentarios que nadie lee.

     En Oberá no hay líderes. Pero tampoco a quién liderar.

     Cualquiera que pretenda cambiar las cosas en Oberá se va a encontrar con que la idea de cambio no es un imán sino un repelente. El conformismo es hasta una palabra muy elegante para definir a ciertos sectores que viven de las miguitas del gran banquete. En Oberá hay mucha gente con condiciones personales e intelectuales muy destacables. Pero nunca se juntaron, ahora tampoco se juntan y todo indica que nunca se van a juntar. Así, toda esperanza de cambio en una ciudad que precisa un cambio urgente, no pasa de ser una aventura del pensamiento.

     Entre tantos motivos que llevan a eso, también aparece el transitar Oberá como un no-lugar. Cuando Augé ponía ejemplo de los no-lugares, concluía que ahí se no-vive.

     Los aeropuertos, las autopistas, los supermercados, son ejemplos de no-lugares porque el sujeto que los recorre no vive ahí y entonces no se los apropia. Muchos obereños que viven en Oberá hacen exactamente eso.

     En el mientras tanto la CELO les corta la luz, el agua e internet, y además los patotea. El alcalde Hassan no para de tomar iniciativas recaudatorias que no necesariamente benefician al estado comunal (de lo recaudado por el Sistema de Estacionamiento Medido, por ejemplo, el 65% va a la empresa que es la misma que lo implementó en Posadas, y solo el 35% para el estado comunal).

     Políticamente, Oberá quedó reducida a un barrio de Posadas. Y no hay reacción. La sociedad no reacciona. En un lugar, dice Augé, todo tiene sentido. Un sentido social.

     En un lugar todo tiene sentido.

     Oberá es un no-lugar.

 

 

Walter Anestiades

    

    

 

NO ES LO MISMO UN CONTACTO

           QUE UN AMIGO

 

     En 1974 la sociedad musical entre Roberto y Erasmo Carlos lanzó la canción "Eu Quero Apenas", que Roberto popularizó y que se convirtió en un himno por ese estupendo verso que dice: "Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar". La letra, que expresa el profundo deseo de la conexión humana, hoy podría adaptarse a la época diciendo “Yo quiero tener un millón de contactos”, o “Yo quiero tener un millón de seguidores”. Pero no es lo mismo. No es lo mismo un contacto que un amigo. Como sentencia aquél poema de Lope de Vega sobre el amor: “Quién lo probó, lo sabe”…

     Hacerse amigo de alguien no siempre está a un click de distancia. No vamos a hacer filosofía barata y zapatos de goma, como diría Charly, pero el intento del sistema por igualar lo profundo y lo superfluo puede llegar a ser decepcionante si uno cree que estaba lo que nunca estuvo.

     Las relaciones impersonales no son una creación de la virtualidad. Pero las estimula. ¿Eso es positivo? A veces sí. A veces no.

     La época de la pandemia ofreció ejemplos de que se puede tener una amistad con alguien a quién no vimos personalmente pero que fue capaz de establecer con nosotros un lazo que nos hizo bien.

    El problema es banalizar la solidez de esa experiencia. Confundir el caso con lo general. Aprender lleva tiempo. Y ser amigos también.

     El algoritmo nos relaciona con quiénes tienen pensamientos iguales al nuestro. Guarda, ¿desde cuándo pensar diferente nos impide ser amigos?

     Las herramientas que nos ofrece este mundo digital son maravillosas. Poder comunicarse al instante con alguien que vive a miles de kilómetros es una joya de la época. No hace demasiado, o quizás ya hace demasiado, de los días en que había que salir a la calle para buscar un teléfono público. Entre discar y tener cospeles hubo una muy bienvenida evolución hacia los teléfonos inteligentes.

     ¿Y entonces? Entonces es uno el que debe tener algunas cosas claras.

     “En el tabaco, en el café, en el vino,

al borde de la noche se levantan

cómo esas voces que a lo lejos cantan

sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,

dióscuros, sombras pálidas, me espantan

las moscas de los hábitos, me aguantan

que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más, pero al oído,

y los vivos son mano tibia y techo,

suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,

de tanta ausencia abrigará mi pecho

esta antigua ternura que los nombra”.

     Así describe Julio Cortázar en “Preludios y sonetos” su amistad con un escritor español y su esposa.  “…me aguantan que siga a flote entre tanto remolino”, escribe el amigo Julio.

     ¿Serán tus contactos o tus amigos los que te aguantarán que sigas a flote entre tanto remolino?

     Y sí. Quién lo probó, lo sabe.

 

-Walter Anestiades

-Imagen: "La amistad", óleo sobre lienzo de lino de Pablo Picasso 

    

        

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 13 de julio de 2025

 

                LO BUENO FUNCIONA

 

     La República Argentina nunca fue una potencia mundial y demasiadas veces dejó de ser una república. Antes de Yrigoyen el voto no era universal sino cantado y el fraude electoral era frecuente. Y en 1974, cuando Perón se fue de este plano, la participación de los trabajadores en la riqueza nacional alcanzó el 49%. Hablar de historia obliga a dejar de lado la pereza mental y la opinión irreflexiva, para evitar el nocivo olvido de que toda historia tiene matices y que aprender lleva tiempo.

     El presidente Javier Milei, como cualquier otro, tiene una estrategia comunicacional. Que le ha resultado eficaz. Repite como un mantra que la Argentina era una potencia mundial a principios del siglo XX y que después, entre Irigoyen y Perón, la sumieron en la decadencia. Pero, por suerte para nosotros, ahora llegó él con “Las Fuerzas del Cielo” para recuperar el estatus perdido. Por cierto ojalá el Presidente logre, además de haber hecho “El ajuste más grande de la historia de la humanidad”, atraer inversiones para generar trabajo y mejorar la calidad de vida general. Pero eso de que en 1910 fuimos una potencia mundial tiene el rigor histórico de un chiste de Jaimito.

      ¿Viste que hoy vos te cansas de votar a cada rato? Bueno, hasta 1910 el voto era cantado, ergo, los varones mayores de edad se debían presentar a la mesa electoral, puesta al aire libre (ningún “cuarto oscuro”) y decir en voz alta por quién votaban. El registro de los votos degeneraba en sumarle más o menos a un candidato sin más fiscalización que la del poder, con opositores excluidos y una misma persona votando en varios lugares. No era una excepción. Era la regla. Los “matones” de la política ejercían su poder coercitivo a la vista de todos (tenías que decir por quién votabas en voz alta). Votaban muy poquitos y la dirigencia política era una “elite”, de la clase acomodada. Una “casta” le dirían hoy.

     Para cambiar esto y ampliar los derechos ciudadanos fue que nació la Unión Cívica Radical.

    La falta de representación política derivó en hechos violentos: el mayor fue el asesinato del jefe de policía, Ramón L. Falcón, a manos de un anarquista. Los conservadores en el poder decidieron entonces abrir el juego para que la bronca se canalizara con el voto, total, pensaron, ellos nunca iban a perder. El 10 de febrero de 1912 se sancionó la Ley Nº 8.871, en tiempos del presidente Roque Sáenz Peña, que habilitaba el voto secreto y universal para los varones que tuvieran entre 18 y 70 años. Se aplicó por primera vez en 1916 y ganó el binomio radical Hipólito Irigoyen-Pelagio Luna. En 1922 repitieron los radicales con Marcelo T. de Alvear (bajo cuya presidencia se fundó la ciudad de Oberá). Y en 1928 repitió Irigoyen llevando, por primera vez, a los hijos de inmigrantes a ocupar ministerios públicos. La reacción conservadora derivó en la caída de Irigoyen el 6 de septiembre de 1930 con los militares metiéndose en la Casa Rosada sin dejar de hacerlo del todo hasta 1983.

     La Argentina conoció entonces lo que el periodista José Luis Torres bautizó como “La Década Infame”, donde el fraude y la proscripción electoral retornaron con todo, para que no volviera al poder “la chusma radical”. En esos años se firmó el Pacto Roca-Runciman entre Argentina e Inglaterra. El vicepresidente argentino, Julio Argentino Roca (hijo), llegó a decir esto:

"La geografía política no siempre logra en nuestros tiempos imponer sus límites territoriales a la actividad de la economía de las naciones. Así ha podido decir un publicista de celosa personalidad que la Argentina, por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico".

     El 17 de octubre de 1945 masas de trabajadores fueron a la Plaza de Mayo a reclamar la liberación de Juan Domingo Perón, que estaba preso en la isla Martín García. ¿Por qué hicieron eso? Porque venían de, en un par de años, haber conquistado derechos de los que no habían gozado en toda una vida. Defender al creador de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, creada en 1943 bajo un gobierno de facto, era defender esos derechos: por ejemplo el pago del aguinaldo, los límites de horario de la jornada laboral, el pago de indemnizaciones por despidos y el derecho a vacaciones con goce de sueldo. Pregunta: ¿antes de Perón un trabajador argentino no tenía esos derechos? Respuesta: no.

     La prosperidad y el ascenso social no se detuvieron hasta 1975, con Perón muerto y el “Rodrigazo” bajo el gobierno de su viuda. En 1955 Perón, un presidente constitucional, fue derrocado por la autodeterminada “Revolución Libertadora” que el 5 de marzo de 1956, en nombre de esa libertad, sancionó el decreto ley 4.161 que prohibía nombrar a Perón y a Eva Duarte. Este decreto fue derogado por el Congreso bajo el gobierno constitucional de Arturo Illia el 18 de noviembre de 1964. Ergo, durante ocho años, en la Argentina, en nombre de la libertad, estuvo prohibido nombrar a una persona: a Perón.

     Como todo tiene matices, de Irigoyen se pueden señalar, y con justa razón, varios cuestionamientos a su persona y a su mando (ver lo que pasó en “La semana trágica”, por ejemplo). Lo mismo con Juan Domingo Perón (que encarceló opositores y tuvo como mano derecha a José López Rega, el fundador de la “Triple A”, por ejemplo). Lo de “buenos” y “malos” no son categorías históricas.

    Hoy muchas de las políticas irigoyenistas y peronistas son un anacronismo. Estamos en el siglo XXI y el país precisa, seguramente, otras políticas. Pero que deberían tener los efectos positivos de muchas de las aplicadas por ellos.

     El liberalismo ha contribuido mucho al progreso de las naciones en buena parte del globo terráqueo. No fue el caso de América Latina, donde nuestros “liberales” (una palabra que también exige, para comprenderla, saber su contexto temporo-espacial) se dedicaron a defender las libertades económicas pero no las libertades individuales, algo que es blasfemia para el liberalismo de verdad. ¿Ser liberal y apoyar dictaduras? En América Latina, sí. Hoy, el contexto es otro y la cabeza de nuestros liberales evolucionó. O eso parece.

     El Presidente tiene razón cuando denuesta a la izquierda y al socialismo por las barbaridades que han perpetrado en tantos lados y que  reivindican. Su arribo al poder fue, obviamente, la respuesta de una sociedad harta de los desastres seriales de los gobiernos democráticos que lo precedieron. Nunca un presidente, como Milei, tuvo el pasado tan a su favor. Pero los “cien años de decadencia” es una frase que elude un siglo lleno de matices que Milei desdeña y sus seguidores también.

     El debate público dejó de lado las ideas, que son aburridas, y las reemplazó por los insultos, que son más entretenidos. Eso es repugnante.

     El escritor Martín Caparrós señaló acertadamente que el hecho de que un país tenga un buen Producto Bruto Interno (PBI) per cápita (como la Argentina tenía en 1910), no convierte a ese país en una potencia. Se entiende que el Presidente quiera construir su narrativa, su “relato”, pero, ¿no será tiempo de cortarla un poco con tanto relato?

     “Donde todos piensan igual es porque nadie piensa mucho”, dijo Walter Lippman, un periodista y pensador estadounidense.

     Estudiar, tomarse tiempo para reflexionar, escuchar varias voces, interpelar a nuestras propias creencias, intercalar el uso de pantallas con la lectura de libros, ejercer un apoyo crítico, son actitudes que siempre funcionan.

     “Lo viejo funciona, Juan”. Es una frase de la versión de “El Eternauta”, con Ricardo Darín, que se volvió viral.

      Ni viejo ni nuevo. Lo bueno.

    Eso es lo que siempre funciona.

 

Walter Anestiades