Los hay de varias clases. Hurgar en los impresentables con Poder admite algunos prototipos:
Algunos funcionarios son, decididamente, cleptómanos. Sin vueltas. No gobiernan. Saquean. Acumulan para ellos, sus hijos, sus nietos y tres generaciones más. No podrían gobernar sin la suerte de tener un sistema Judicial a medida que les garantice impunidad. Lo tienen. No llegarían nunca al Poder si no tuvieran la suerte de contar con un segmento cuantitativamente importante de la sociedad que ante la corrupción no siente indignación sino envidia. También lo tienen.
-Algunos funcionarios se portan como analistas de la realidad. En vez de hacerse cargo de que ellos están dónde están y cobran su jugoso sueldo no para comentar la realidad sino para transformarla, editorializan elegantemente sobre las situaciones que piden a gritos las soluciones que ellos no aportan.
-Algunos funcionarios se portan como analistas de la realidad. En vez de hacerse cargo de que ellos están dónde están y cobran su jugoso sueldo no para comentar la realidad sino para transformarla, editorializan elegantemente sobre las situaciones que piden a gritos las soluciones que ellos no aportan.
Algunos son cínicos. Nos recuerdan a aquella frase del gran escritor español Jacinto Benavente: "hay quiénes envenenan a los pueblos y después dicen: los pueblos están envenenados". Son lo suficientemente caraduras como para echarle la culpa a otros de lo que sucedió por la obvia razón de que ellos no hicieron absolutamente nada para que no suceda.
-Algunos son totalmente inútiles. No sirven ni siquiera para mentir. Les falta capacidad retórica. No tienen cintura política. Se enredan ante el primer micrófono que le acercan, no saben nada del área que les asignaron para gestionar y dan verguenza ajena.
-Algunos son totalmente inútiles. No sirven ni siquiera para mentir. Les falta capacidad retórica. No tienen cintura política. Se enredan ante el primer micrófono que le acercan, no saben nada del área que les asignaron para gestionar y dan verguenza ajena.
-Algunos sufren de delirios de grandeza. Son los que se portan como faraones porque creen ser faraones. Por éso no construyen nada más chico que las Pirámides. Se rodean de aplaudidores a sueldo. Jamás hablan sino con alcahuetes. Son inaccesibles. Autoritarios. Y se autoconvencen de que las macanas que dicen son palabras de estadista.
-Algunos son "Don Corleone". Arman y usan la estructura que poseen para que algunas cosas "parezcan un accidente" . Jamás las pagarán. Al menos en éste mundo.
-Algunos son "Don Corleone". Arman y usan la estructura que poseen para que algunas cosas "parezcan un accidente" . Jamás las pagarán. Al menos en éste mundo.
-Algunos son titiriteros. Son operadores políticos crónicos. Pueden ocupar cargos. Pueden no ocupar nunca cargos. Pueden salir en las fotos. Pueden no salir jamás en una foto. Puede que se conozcan sus nombres. Pueden ser ignotos para la masa. Los gobiernos pasan. Ellos siempre están
-Algunos son los enganchados. Eternos funcionarios. Cambian los gobiernos. Pero ellos "sirven" siempre para algún cargo. Se enganchan de secretario de algo, diputado, senador, concejal, asesor de no se qué y siempre están en los enroques de puestos. Sin la política, se morirían de hambre.
-Algunos son los enganchados. Eternos funcionarios. Cambian los gobiernos. Pero ellos "sirven" siempre para algún cargo. Se enganchan de secretario de algo, diputado, senador, concejal, asesor de no se qué y siempre están en los enroques de puestos. Sin la política, se morirían de hambre.
-Algunos son "saltimbanquis". Cambian de partido más rápido de lo que uno tarda en pestañear. Ellos siempre son oficialistas. No tienen la culpa de que cambien los gobiernos clasificación que afecta también a muchos periodistas).
-Algunos son creídos. Se creen ocurrentes o intelectuales. Contando con la complicidad de los pone-micrófonos o del periodismo que publica declaraciones oficiales todo el tiempo , se creen graciosos y pretenden hacer gala de una ironía que les falta. Se autopostulan como intelectuales y escriben libros porque tienen dinero para publicar, no talento para escribir. Son beneficiarios de la errónea creencia de que ser profesor en una Universidad lo convierte a uno en intelectual. Algo así como creer que estudiar en el seminario catapulta a Santo.
-Algunos son mudos. No hablan jamás. Son políticos obvios. No tienen misterio. Los del entorno siempre mencionan que sus obras hablan por él. ¿Qué van a decir?
-Algunos son creídos. Se creen ocurrentes o intelectuales. Contando con la complicidad de los pone-micrófonos o del periodismo que publica declaraciones oficiales todo el tiempo , se creen graciosos y pretenden hacer gala de una ironía que les falta. Se autopostulan como intelectuales y escriben libros porque tienen dinero para publicar, no talento para escribir. Son beneficiarios de la errónea creencia de que ser profesor en una Universidad lo convierte a uno en intelectual. Algo así como creer que estudiar en el seminario catapulta a Santo.
-Algunos son mudos. No hablan jamás. Son políticos obvios. No tienen misterio. Los del entorno siempre mencionan que sus obras hablan por él. ¿Qué van a decir?
-Algunos son Gustavo Adolfo Bécquer. Hacen versos de primera calidad. Mienten alevosamente. Pero hay que reconocerles la creatividad para hacerlo. Son capaces de venderle hielo a los esquimales.
-Algunos son mujeres. Una categoria de moda. Ante el menor inconveniente se refugian en su condición de género, en una suerte de discriminación al revés. Postulan poder entender mejor algunas cuestiones que sensibilizan más que otras por "ser mujer" (?). Reformaron la gramática: son presidentas, intendentas, y hablan para "todos y todas". Cuando las cámaras de televisión se encienden, si conviene, pueden llegar a emocionarse con una actuación de Natalia Oreiro.
-Algunos son mujeres. Una categoria de moda. Ante el menor inconveniente se refugian en su condición de género, en una suerte de discriminación al revés. Postulan poder entender mejor algunas cuestiones que sensibilizan más que otras por "ser mujer" (?). Reformaron la gramática: son presidentas, intendentas, y hablan para "todos y todas". Cuando las cámaras de televisión se encienden, si conviene, pueden llegar a emocionarse con una actuación de Natalia Oreiro.
-Algunos son Nietzche. Viven en un "eterno presente". Hablan como si hubieran asumido ayer aunque haga una década que están en la función pública. La responsabilidad de los problemas de hoy es siempre cosa del que estuvo antes aunque su predecesor haya dejado el cargo hace tres lustros. Todo lo malo se alberga en el pasado y todo lo bueno en el presente. No gobiernan: refundan. Tienen el cuentito de la "nueva política" en la boca, un juego dialéctico ideal para perezosos mentales.
-Algunos son decididos cultores del nepotismo. Su padre, su madre, su hermano, su esposa, sus hijos, su tío, o lo metieron en el cargo a él o él los metió en el cargo a ellos. Podrían festejar su cumpleaños en la Casa de Gobierno o en la Intendencia, que son los lugares en donde se ven todos los días.
-Algunos son Jorge Rial. No hacen otra cosa que llevar chismes. Su metié es la interna de la interna.
-Algunos son absolutamente mediáticos. Desayunan en un estudio de radio. Almuerzan en un canal de televisión abierta. Meriendan en la redacción de un diario. Y cenan por cable.
Por supuesto, éstas categorías pueden relacionarse y alguno de éstos impresentables con Poder puede ser reconocido en más de una.
Se sabe que la sociedad vota con "v" corta a quién debiera botar con "b" larga. Una y otra vez. Votan inútiles y después piden eficiencia.
El gran Groucho Marx, maestro de la ironía, decía que "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".
-Algunos son decididos cultores del nepotismo. Su padre, su madre, su hermano, su esposa, sus hijos, su tío, o lo metieron en el cargo a él o él los metió en el cargo a ellos. Podrían festejar su cumpleaños en la Casa de Gobierno o en la Intendencia, que son los lugares en donde se ven todos los días.
-Algunos son Jorge Rial. No hacen otra cosa que llevar chismes. Su metié es la interna de la interna.
-Algunos son absolutamente mediáticos. Desayunan en un estudio de radio. Almuerzan en un canal de televisión abierta. Meriendan en la redacción de un diario. Y cenan por cable.
Por supuesto, éstas categorías pueden relacionarse y alguno de éstos impresentables con Poder puede ser reconocido en más de una.
Se sabe que la sociedad vota con "v" corta a quién debiera botar con "b" larga. Una y otra vez. Votan inútiles y después piden eficiencia.
El gran Groucho Marx, maestro de la ironía, decía que "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".
A Groucho le hubiera encantado conocer ésta Argentina.