Se equivocaron de octubre. La bronca contra el autoritarismo y la corrupción había que expresarla en octubre de 2011, hace un año. Poniendo otra boleta adentro de las urnas. Había seis, además de la que decía "Cristina Kirchner". Ahora, golpeando cacerolas y tocando bocina, va a ser difícil ponerle un coto a la patota que nos sigue gobernando.
Resulta que algunos giles que se quedaron con menos plata descubrieron hace un ratito que la viuda de Kirchner se pasa a las instituciones por El Calafate y tiene más capital del que debería. El domingo 23 de octubre del año pasado 11.865.055 personas en toda la Argentina, 248.246 en Misiones y 8 de cada diez en Oberá votaron con "v" corta lo que en ésta nueva primavera quisieran botar con "b" larga. ¿En qué estaban pensando cuando entraron al cuarto oscuro? ¿Estaban pensando?
El kirchnerismo es la alianza política-económica-sindical-mediática y mafiosa más poderosa que la Argentina conoció en el último medio siglo. Tan hábiles para hacer política como inútiles para gestionar, lograron armar una ficción que ha tenido y tiene unos inesperados consensos. Descubrieron el precio de muchos y se enquistaron en todos lados. A ésta altura demasiada gente depende de ellos para morfar. No hay gobernador ni intendente en ningún distrito que tenga las espaldas necesarias para hacer otra cosa que no sea acatar lo que se le ordena. Si a la oposición se le restan los que están más proclives a ligar algo que a decir las cosas como son y obrar en consecuencia, quedan muy poquitos. Del periodismo no hace falta agregar mucho: es el peor momento de la profesión en toda nuestra historia. Nunca tan chupamedias. Nunca tan mediocres. Pobre del Juez que se acuerde de la independencia de poderes. Con su voto, la enorme mayoría del pueblo argentino puso a Cristina Kirchner en condiciones de hacer lo que se le dé la gana sin que nadie la controle. Es lo que hace.
Vienen días difíciles. Habrá que bancársela.
El 8 de noviembre habrá un cacerolazo nacional. El 7 de diciembre el gobierno se propone liquidar lo que quede de resistencia mediática para que los bobos hagan una maestría en la especialidad consumiendo su desfachatada propaganda que incluye tergiversar el pasado, relatar a gusto el presente y mentir a futuro.
Los argentinos que se asustan de los monstruos que ellos mismos crean ya no provocan indignación. Simplemente aburren.
Los antiguos griegos tenían un concepto, el kairos, para referirse al ser oportuno. El actuar de manera oportuna es fundamental para tener éxito. Hace más de dos mil años aprendieron que el actuar a destiempo genera problemas impensados.
Ahora, casi doce millones de argentinos tendrán que aprenderlo.
Y vos también...
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