“Hay circunstancias en que la audacia es la verdadera prudencia”.
(Camillo Benso, Conde de Cavour. Estadista italiano. 1810-1861)
“Me gustaría que alguien me explique
el crecimiento patrimonial de los Kirchner”,
propuso el otro día en una entrevista periodística el actor Ricardo Darín.
¿El otro día?
El escritor Jorge Asís siempre se diferencia de los “críticos de los 44 minutos del segundo tiempo”, para recordar que
él cuestiona al kirchnerismo desde siempre. Y tiene razón. Han llegado ya unos
tiempos en los que casi no se podrá obviar unas gotas diarias de “Hepatalgina”.
Porque hay que tener estómago para
oír a las personas que no abren la boca para decir que llueve hasta que todo el
mundo está empapado. Y ya había que tener mucho estómago para oír las mentiras que circulan desde hace
demasiado con más libertad que nunca.
Miles de argentinos andan por ahí, como
Darín, preguntándose ahora por esa
cuestión de que un matrimonio
aumentó alevosamente su patrimonio en
el ejercicio de la función pública. Cáspita!, diría Robin. Hace una década que
los Kirchner gobiernan el país y hace un cuarto de siglo que ocupan
importantísimos cargos públicos. ¿Qué leían, qué oían, que miraban Ricardo
Darín y esos miles de argentinos que parecen haber aterrizado en la Argentina
hace unos meses ? ¿Por qué Darín no
aprovechó a preguntarle por su nuevo estado de millonaria cuándo Cristina lo llamó para felicitarlo por el Oscar de Hollywood que ganó la película “El secreto de sus ojos” en marzo de 2010. Muchos dicen que
Cristina es déspota. A ver, en octubre de 2011, hace apenas quince meses,
cuando casi doce millones de
personas la reeligieron, ¿era una
dulce mandataria republicana respetuosa de las opiniones ajenas y de la
libertad de prensa? ¿Sus millones los ganó ahora en diciembre con el “Gordo de
navidad”?
Ni hablemos del caso obereño que es aún más patético. Está lleno de personas que salieron del termo para preguntar en éstos días porqué en Oberá falta
el agua. Años de tener a una CELO
reutilizada como caja política delante de sus narices y de votar tres veces a
un señor que no pierde un solo minuto en gestionar
pudiéndolo usar en hacer negocios.
Hasta
hace días la red social Facebook tenía una página sobre “Las termas de la
selva” en dónde un par de centenas de giles
levantaban el famoso pulgar de la opción “Me gusta”. ¿Qué cosa les gusta?
¿Qué se use dinero para termas en vez de agua potable? ¿Qué vuelen
cheques y cheques de fondos públicos para una obra que al día de hoy es una
piletita con líquido calentado a caldera?
¿Qué un grupo político saquee
la ciudad que tanto dicen querer?
Tipos y tipas indiferentes que viven en babia o son decididos militantes de la cobardía. Que reaccionan siempre tarde, cuándo lo sufrido y perdido ya es mucho.
Viven haciendo un culto de la conveniencia. A ver hoy, 7 de enero, saco la
lanza. Mañana 8, la limpio. Pasado mañana 9, la guardo. Los responsables de
tener que bancarse a ésta caterva de funcionarios que llegan al Estado para servirse. Siempre atentos a ver que hacen los demás, los
que van al frente. Para celebrar juntos las victorias y para hacerse
los otarios si hay derrota.
Dale Darín que a vos habría que darte el
“Oscar” al oportuno. Quedando bien
cuándo y con quién conviene. Quedando
mal cuándo eso ya queda bien.
Dale obereño. Abrí la canilla y
despabilate un poco que adentro del termo hace mucho calor y es pleno verano.
“Animémonos y vayan”, ironizaba don Arturo Jauretche hace añares.
A
tomar urgente 30 gotitas de “Hepatalgina”.
Que están hablando todos como nunca.
Los que se callan siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario