Presión de Oberá: 110/83

¿Qué precio tiene un obereño? Si la pregunta es pertinente habrá que admitir que la respuesta precisa la debe tener Ewaldo Rindfleisch, el alcalde que trepó durante veinte años por una escalera humana y cada escalón fue una persona en oferta.              Después del cimbronazo político del 6N cuando el hartazgo por falta de agua y luz de 2.503 socios le sacó el invicto a la poderosa estructura de Rindfleisch en los comicios de la CELO (Cooperativa Eléctrica limitada de Oberá) empezaron a circular rumores de todo tipo por la ciudad. Dicen que las huestes del oficialismo estarían intentando “enamorar” a un puñado de los 110 Delegados electos por la lista “Blanca” para que no se tomen tan a pecho el mandato de los socios que los votaron: oponerse y controlar. Teóricamente son 27 Delegados más que los conseguidos por la lista Verde cuyo copright es del intendente y sumaron 83. El jueves 18 de diciembre a las ocho de la noche, una semana antes de navidad, se elegirán en Asamblea General a 4 Consejeros Titulares, 3 Suplentes, 1 Síndico Titular y otro Suplente. La oposición tendrá entonces mayoría de Delegados esa noche (110 a 83) de modo tal que los electos deberían ser personas opositoras a la actual conducción de la CELO que una vez en funciones se dediquen a controlarlos. ¿Por qué “deberían”? ¿Por qué el uso del potencial? Con el tipo de funcionario público que se ha puesto de moda votar el potencial es un modo del verbo que, vaya paradoja, es imperativo.      El viernes 19 de diciembre a la mañana sabremos si todo marchó como corresponde y Oberá empieza a dejar de ser el feudo de Rindfleisch para comenzar a ser un municipio republicano.      Robert Walpole, el hombre que primero ocupó el cargo de Primer Ministro en la Inglaterra parlamentaria del siglo XVIII, sostuvo que “todo hombre tiene su precio”.      Cita que no se puede desdeñar si se ha vivido en la Argentina de la última década.      Habitada por gente en oferta. Una oferta muy barata.