sábado, 16 de enero de 2021

 

        DE LA NUEVA CEPA A QUE NO SE SEPA

 


     La circulación comunitaria es un concepto que, salvo los entendidos, el resto incorporamos a nuestro vocabulario durante la pandemia de coronavirus. ¿Qué es? Es el momento en el que el virus circula libremente por la ciudad y ya no se puede establecer el “nexo epidemiológico” porque perdimos el hilo de dónde viene. Cualquiera puede contagiar y ser contagiado.

     ¿Qué espera el alcalde Carlos Fernández para declarar la circulación comunitaria en Oberá?

     Si nos guiamos por los partes oficiales de Salud Pública de la provincia la cantidad cotidiana de infectados que hay en Oberá amerita la declaración. Si incorporamos la data que surge de los ámbitos de salud privados, y que el estado desdeña (?), la declaración urge. Frente a esta pandemia no hay que exagerar ni psicopatear para meter miedo. Pero tampoco hay que ocultar la realidad en nombre de ningún interés económico ni político.

     Sería interesante que los concejales opositores, Horacio Loreiro y Mara Frontini, exigieran que el intendente se expida. Lo mismo va para los siete concejales renovadores, aunque sabemos cómo se maneja ese espacio feudal. En lo provincial los diputados que no fueron electos por el oficialismo deberían exigir la misma declaración del gobernador Ahuad y del ministro Alarcón. Patricia Nittmann, la defensora del pueblo de Oberá, debería olvidarse por un par de horas quién la puso ahí y en vez de hacerse autobombo en unos programitas de radio tendría que ocuparse de que su mentor político hable más claro. Es cínico echarle la culpa a “los jóvenes que no toman conciencia” cuando se es funcionario público y, en vez de concientizar, se ocultan datos.

     “Con la verdad no temo ni ofendo”, decía Artigas.

     Algunos andan preocupados por la nueva cepa del coronavirus, importada del Reino Unido.

     Habría que informar mejor sobre la cepa que hay.  Y decir las cosas como son.

     Para que se sepa. Y para que te cuides.


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