“EL
ESTADO SOY YO”
“L'État, c'est moi” (“El
estado soy yo”) es la frase que se le adjudica al rey Luis XIV de Francia y
grafica el poder concentrado. ¿Cómo puede ser, a esta altura del siglo XXI, que
todavía haya que explicar que el cotillón de campaña electoral no se puede usar
en el municipio ni lo pueden usar los empleados públicos (aunque quieran)
porque trabajan para el estado y no para el intendente? Estado, gobierno y
partido como si fueran lo mismo. Marca registrada del feudo de la renovación K.
El intendente
Pablo Hassan mandó unas pulseritas que representan a su sublema. Y se las mandó
a los empleados públicos. Algunos municipales creen que usarla es opcional. Ni
jota de idea de para quién trabajan ni de donde sale el dinero que paga sus
sueldos. Esa mentalidad de gusano arrastrado ante el poder es la que el
electorado misionero debe derrotar el 7 de mayo.
Desde hace un
tiempo el discurso de la libertad está en boca de muchos argentinos. Pues bien,
que los misioneros le exijan a la provincia esa libertad que piden para el
país. Empiecen por casa.
Precisamente
la sumisión ante el poder fue la actitud que condenó a Oberá al atraso que
sufre hoy. Ewaldo Rindfliesch, Carlos Fernández y ahora Pablo Hassan son
representantes cabales de la soberbia rovirista.
Ningún
intendente fue, es o será el dueño de la ciudad de Oberá. Sería un gran aporte
que alguien se lo explique a Pablo Hassan.
Sería un
aporte mayor que la dirigencia que la va de opositora grite en vez de susurrar
porque no se la escucha. ¿Pretenden gobernar y ni siquiera se ponen de acuerdo
para hablar de unas pulseritas?
Y sería un aporte definitivo que la
sociedad internalice los valores de la república. Que la corten con esas ganas
de servir a los “buenos amos” porque atrasan siglos.
Quién gobierna
debe ser controlado, dar cuenta de lo que hace, y ser el primero en cumplir las
normas. A algunos les vendría fenómeno, en vez de pavear tanto tiempo en las
redes sociales, leer a Montesquieu (checks and balances).
El estado es
una cosa. El gobierno es otra. Y el partido político es otra.
La gente
digna, ya lo sabe.
Walter Anestiades
No hay comentarios:
Publicar un comentario