MANCHA
VENENOSA
El cuento berreta del
“misionerismo” le da a Carlos Rovira estupendos resultados en los comicios
locales, cuando funciona como un relato oficial que acompaña los aprietes y las
cooptaciones de votos que resultan
indispensables para que cada intendente mantenga su poder territorial.
Pero en las PASO nacionales, ante la avalancha de votos “libertarios-feudales”,
funcionó mucho menos. Hacia octubre deberán maximizar esfuerzos ya que la
boleta de los candidatos renovadores volverá a estar pegada a la de ese
fenomenal creador de pobreza que es Sergio Massa…
En las PASO de
agosto los renovadores que acompañaron la candidatura presidencial del ministro
de Economía Sergio Massa pasaron un papelón mayúsculo al perder por paliza con
el voto en blanco. Tanto la lista de precandidatos a senadores, encabezada por
el mismísimo vicegobernador Carlos Arce, como la de diputados, cuya cabeza es
el legislador provincial Daniel Vancsik, sacaron un magro 23%, un poco más de
150 mil votos. En cambio más de la mitad de los electores, el 53%, unas 342 mil
personas, no votaron ni senadores ni diputados. Es cierto que el libertario
Javier Milei, rotundo ganador de las PASO en la provincia, no llevó candidatos
locales y eso fue determinante. Tan cierto como que a cinco de cada diez
misioneros que fueron a las urnas ni se les pasó por la cabeza cortar boleta y
meter la de los renovadores que estaba al lado para votar en las cinco
categorías que el distrito elige este año: presidente y vice, candidatos
nacionales al Parlamento del Mercosur, tres senadores nacionales, cuatro
diputados nacionales y un candidato local al Mercosur.
No es la
primera vez que le pasa a Rovira: de tanto fomentar la incultura cívica y estimular
el voto con lista completa para que nadie los controle aunque sea un poco, el
corte de boleta se tornó inhabitual en el distrito. ¿En octubre los renovadores
repartirán las boletas de Arce y Vancsik “decapitando” a Massa? ¿Qué harán?
Un
dato sustantivo es que en las elecciones generales de octubre, a diferencia de
las PASO de agosto, el voto en blanco no se va a tener en cuenta para calcular
los porcentajes que obtiene cada candidato. De hecho, tras las PASO los medios
lamebotas del poder feudal se adelantaron a eso e inflaron los números de los
renovadores. Es que 47 puntos, lo que hubieran tenido sin contar el voto en
blanco que sí había que contar, suena mucho mejor que los 23 que en realidad
sacaron.
¿Qué hará Rovira
para despegar a sus muchachos del inflacionario ministro Massa? ¿O apostará,
precisamente, a que al no tener que contar ahora los votos en blanco podría
meter 2 de 3 senadores y 3 de 4 diputados y ordenar a sus bufones que el dato
de los que no voten a nadie-de volver a ocurrir con tal magnitud-sea disimulado
o ignorado?
En mayo,
elecciones provinciales, la renovación sacó más de 430 mil votos, el 64%. En
agosto, elecciones nacionales, la renovación sacó 152 mil votos, el 23%. En
tres meses perdió casi trescientos mil votos y cuarenta puntos. Demasiado.
El escritor
George Bernard Shaw dijo aquello de que “Si un gobierno le roba a Pedro para
pagarle a Pablo, siempre contará con el apoyo de Pablo”.
El problema de
la renovación es que Pablo ya cobró en mayo.
-Texto: Walter Anestiades
-Foto: Canal 12 de Misiones
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