sábado, 16 de septiembre de 2023

 

       A VER QUIÉN ES MENOS…

 

     Hace medio siglo, no es tanto, la Argentina tenía un 7% de pobres, un 4% de desocupados y un sistema educativo basado en la exigencia. La reversión brutal de todo eso derivó en la derrota de las evidencias cognitivas, dando lugar a la decadencia de lo obvio y al apogeo de los relatos. Una vez lograda tamaña indefensión social y educativa el debate político se redujo a tener la decisión de agarrar la guitarra y, en términos del “Martín Fierro”, salir a cantar, a ver quién es menos…

     Cuesta encontrar otro país cuyo sistema educativo se base en aprobar sin saber y, además, negarlo. Y los negadores no son pibes, son adultos. Cada vez que una prueba de nivel deja en evidencia que está lleno de pibes que con el secundario completo no comprenden lo que leen, tienen un pobre vocabulario y les cuesta hacer sencillas operaciones mentales de suma y resta, empiezan a desfilar los refutadores de lo obvio. Desfilan en los medios de comunicación y suelen ser unos estupendos payadores que cuentan con la definitoria adhesión de los padres que se compraron el cuento de que la educación es pésima en todos lados, menos en la escuela a donde va su hijo. Ergo, el problema es de los otros. Afectantes más afectados unidos contra los que cuentan la realidad. No es difícil adivinar quién es menos.

     Millones de argentinos dejaron de ser clase media y cayeron en la pobreza. Otros dejaron de ser pobres y pasaron a ser indigentes. La inseguridad se entronizó de la mano del narcotráfico. La calidad de vida sufre un deterioro imparable. Pero nadie se hace cargo de nada. Como si tanta malaria fuera cosa de Mandinga, los progresistas y la derecha compiten en cinismo debatiendo a ver quién fracasó mejor. Y como el embrutecimiento es al fanatismo lo que el calcio, el hierro y el fósforo a un chico, crecieron los fanáticos incapaces de matizar sus creencias. Dirigentes más dirigidos unidos contra el pensamiento crítico. No es difícil adivinar quién es menos.

     “Yo soy toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno; siempre me tuve por güeno y si me quieren probar salgan otros a cantar y veremos quien es menos”, escribe José Hernández en el Gaucho Martín Fierro.

     Empobrecimiento. Embrutecimiento. Entretenimiento. Negación. La humana necesidad de la esperanza.

      Todito sumado para despegar a la realidad del voto y entretenerse oyendo a los viejos y nuevos payadores improvisando su cuento.

     A ver quién es menos…

 

Walter Anestiades

   

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