EMPEORANDO…
Ningún bien
nacido puede soslayar la gravedad de que le quemen el móvil a un periodista que
cubría una protesta. Lo hicieron los mismos sectores que en 2017 atacaron al
Congreso con piedras y bengalas. ¿Ésos son los modos de protestar que les
encantan a algunos políticos, sindicalistas, periodistas y a los que la van de
defensores del pueblo? A diferencia de algunos vinos, el progresismo argentino,
con el paso del tiempo, empeora.
El miércoles
12 de junio el senado trató la Ley Bases promovida por el presidente Javier
Milei. Un grupo de manifestantes no tuvo mejor idea, para defender los
intereses de los trabajadores frente a tanto gorilaje y tanta derecha
vendepatria, que ir contra un periodista que cubría la protesta, sacarlo del
auto, darle vuelta el auto y prendérselo fuego. Es lo que le hicieron a Orlando
Morales, corresponsal en Buenos Aires de Cadena 3, una histórica cadena de
radios cordobesa. ¿Morales no es un laburante? ¿Qué es?
El jueves 14
de diciembre de 2017 la cámara de diputados trató un proyecto de reforma del cálculo para aumentar los haberes
jubilatorios, promovido por el entonces presidente Mauricio Macri. Afuera del
Congreso, los manifestantes también, para defender a los pobres viejitos,
tiraron toneladas de piedras y hasta uno de ellos le tiró una bengala a la
policía. Se trató del militante de izquierda Sebastián Romero, conocido desde
entonces como “el gordo del mortero”.
Que el
peronismo y el sindicalismo están plagados de barrabravas y patoteros ya lo
sabemos. Que la izquierda trotskista vive del quilombo también lo sabemos. Que
hay demasiado periodista, docente y artista militante bancando cualquier
porquería perpetrada en contra de los gobiernos que detestan, aunque sean
gobiernos elegidos por ese pueblo con el que se llenan la boca, también lo
sabemos. Lo que no sabemos es por qué esta gente nunca pero nunca mejora.
En una
democracia respetar el derecho al pataleo es fundamental. ¿No les da la cabeza
para patalear de un modo más inteligente?
Se ve que no.
Porque el discurso es siempre el mismo discurso berreta. Hablan de represión.
Pregunta: si alguien le tira bengalas a los trabajadores policías o le quema un
auto a un trabajador periodista, ¿habría que darle una medalla y felicitarlo?
Ya se ha
hablado y escrito mucho acerca de lo determinante que fue el hartazgo de todo
lo vivido para que nazca un Milei.
Don Leopoldo
Marechal decía que “De los laberintos se sale por arriba”. ¿Qué quería decir
con eso? Quería decir que no se puede resolver un problema desde el mismo nivel
de conciencia desde el cual se creó. Hay que cambiar el enfoque del análisis.
Hay que cambiar la cabeza. Los que enfrentan a Milei deberían cambiar la cabeza
y mejorar.
Pero pasa el
tiempo y no mejoran.
Empeoran…
Walter Anestiades
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