PODEROSO
CABALLERO ES DON DINERO
El mediático psicoanalista
Gabriel Rolón sostiene que la protesta es diferente de la queja porque quién
protesta busca un cambio pero quién se queja no. Quiénes asociaron la reciente
queja pasajera de los policías con la antigua protesta de los docentes íntegros
ahora están decepcionados porque nunca entenderán mayo de 2024 sin recordar
mayo de 2023.
El estado
rovirista se construyó a favor de que en Misiones todo tenga precio. Incluso el
voto. Los últimos veinte años son muy ricos en nombres y en instituciones que
se alinearon al poder por lo que nos enseñó Francisco de Quevedo en su poema
cuando dice: “Pero, pues da al bajo silla y al cobarde hace guerrero, poderoso
caballero es don Dinero”.
Después de
dos décadas queda muy poca oposición y casi nada de periodismo. Y las
elecciones las gana el que tiene más “caja” y recursos. Que siempre es el
oficialismo. Lo saben bien los candidatos que en ese escenario de “cancha
inclinada” patean las calles para llevarles ideas a electores que les piden
cosas más tangibles como un puestito en algún lugar del estado local,
mercadería, o, directamente, cash. El estado rovirista compra todo lo que está
en venta. Y lo compra cada vez más barato. En los comicios intermedios o
nacionales, donde los alcaldes no arriesgan nada, la renovación perdió varias
elecciones. Pero cuando se trata de elegir a quién detentará el poder
territorial, la oposición no compite. Solo participa.
En Misiones hay
gente digna que no tiene precio. Pero deben asumir que son menos porque así lo
dice el cuarto oscuro. En términos de Rolón, protestan pocos y se quejan
muchos.
Quedará en
cada uno saber cómo lidiar con su lucha en un lugar en el que proponer cambiar
no es un imán sino un repelente. Y a no embrollarse con que la sociedad misionera
votó a Milei para que cambie el país “por allá”, porque es la misma que votó a
los títeres de Rovira para que no cambie nada “por acá”.
La repulsiva
postal de los lacayos recitándole sus odas al amo en las puertas del parlamento
provincial es solo más de lo mismo.
Hace unos
cuatro siglos y medio un joven filósofo francés, Étienne de La Boétie, escribió
el “Discurso sobre la servidumbre voluntaria”, donde se pregunta ¿cómo puede
ser que “tantos hombres, tantos pueblos, tantas ciudades, tantas naciones soporten
a veces a un tirano, que sólo tiene el poder que le dan?”
En el estado
rovirista la respuesta viene en un poema de Quevedo.
“Poderoso
caballero, es don Dinero”.
Walter Anestiades
-Foto: revista Códigos
1 comentario:
Que bien contado y entendí la diferencia entre protesta y queja. Besote.
Publicar un comentario