EL
SUEÑO DEL PIBE
“Dejen hacer y dejen pasar,
que el mundo va solo” es una frase que usó por primera vez el francés Vincent
De Gournay en el siglo XVIII y marca uno de los principios económicos y
filosóficos del liberalismo contra la regulación del estado. En Oberá se aplica
en otro sentido. El CEO de Carlos Rovira en la ciudad, Pablo Hassan (h), vive
el sueño del pibe, el sueño de todo gobernante: resulta que el grueso de la
sociedad le deja hacer y le deja pasar cualquier cosa. Y ahora es el nuevo
“buen amo”.
En mayo de
2023 bastó que dispusiera de la “caja” suficiente para que se entronizara en el
cargo de intendente y, a imitación del padre, se dedique a velar por los intereses
de Carlos Rovira. Incluso su compañero de lema Héctor González debió ceder al
deseo supremo y después fue consolado con el cargo de ministro de Salud.
En julio de
2024, de nuevo con la “caja” suficiente pero además con la inacción cómplice de
treinta mil irresponsables socios, el intendente Hassan se quedó con todo el poder de la siempre
estratégica y apetecible CELO. La entidad que en Oberá te da la luz, el agua,
la garrafa, la televisión por cable, y te entierra.
Sus
antecesores Ewaldo Rindfleisch y Carlos Fernández también disfrutaron de la pasividad
social y de las indispensables complicidades políticas, económicas y mediáticas
para manejar y sin control todo lo que se puede manejar en Oberá. Rindfleisch lo
hizo durante doce años y Fernández durante la mitad. Los resultados de tanto
dejar hacer y tanto dejar pasar fueron lamentables.
Y ahora la
sociedad obereña recorre el mismo camino. Con algunas nuevas caras que
reproducen las viejas conductas. Con muy poquita oposición y casi nada de
periodismo.
Pablo Hassan
(h) vive el sueño del pibe. Con tres décadas de vida y menos de una en política
Rovira lo ungió para ser su remozada máscara en esta época de jóvenes viejos.
Dejen hacer y dejen pasar, que Oberá va sola.
Y va sola. Pero
los estúpidos la empujan para atrás…
Walter Anestiades
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