jueves, 24 de julio de 2025

 

DE ARRUINAR EL PAÍS A HUNDIR A BOCA

 



     Boca Juniors es la mayor pasión argentina. Y fue tomado por quiénes arruinaron a la Argentina. “La Cámpora”, al perder con Milei, se refugió en un sillón que, a veces, hasta es más poderoso que el de Rivadavia: el de la presidencia de Boca. La grieta llegó al club, de modo tal que Boca se plagó de hinchas cuya mayor ambición no es que el xeneize gane partidos y títulos sino que el macrismo no vuelva a Brandsen 805. Detestan más a Macri que a River. Con semejante escoria manejando las cosas, ya sabemos cómo le fue al país. Como ahora le está yendo a Boca…

     Mauricio Macri fue un estupendo presidente de Boca. El macrismo logró 25 títulos en Boca entre el 13 de diciembre de 1995 y el 19 de diciembre de 2019. Los 25 títulos, 11 ligas, 11 copas internacionales (que incluyen 4 Libertadores y 2 Intercontinentales) y 3 copas nacionales, superaron a los 11 títulos que Alberto J. Armando logró en dos décadas, entre 1960 y 1980. Esos títulos se lograron con Mauricio presidente o con sus lacayos Pedro Pompilio, Jorge Amor Ameal (que fue el vice de Pompilio y asumió tras su muerte) y Daniel Angelici. Macri fue el presidente más exitoso de la historia de Boca, amén de haber sido un correcto jefe de gobierno porteño electo dos veces por el pueblo, y un pésimo presidente de la nación que dejó una deuda monumental. Hay que resaltar que el último presidente macrista de Boca, Daniel Angelici, fue nefasto: fue el que perdió dos finales con River en un año y, tras caer en la histórica final de Madrid, recurrió de modo extemporáneo y ridículo al TAS y encima no le salió.

     En ese contexto, en un 2019 con el kirchnerismo volviendo al poder nacional de la mano de la propia Cristina Kirchner a través de su títere Alberto Fernandez, el terceto Jorge Amor Ameal (el mismo que había sido dirigente macrista), Juan Román Riquelme y Mario Pergolini arrasaron en las elecciones en Boca con el 53% de los votos. Entre octubre y diciembre de 2019 el kirchnerismo logró desalojar a Macri de sus dos más preciados sillones: el de Rivadavia y el de Boca.

     En diciembre de 2023 el contexto nacional cambió y mucho: Sergio Massa perdió el balotaje presidencial con Javier Milei y entonces el kirchnerismo del conurbano (el peor de los kirchnerismos) se puso la máscara de Juan Román Riquelme, el mayor ídolo moderno de la historia de Boca, quién contó con el apoyo del aparato del PJ. La campaña por la presidencia del club emuló a una tradicional campaña política con los carteles de Riquelme copando las calles de los municipios. Hubo una eficaz estrategia comunicacional en las redes sociales en la que fueron una parte fundamental el periodista Flavio Azzaro, hincha de Racing, y Andrés Ducatenzeiler, un expresidente de Independiente devenido en youtuber. Macri, candidato a vice de la otra fórmula, no la vio venir. Incluso el flamante presidente de la nación Javier Milei fue a votar. Nada pudo evitar la paliza: Riquelme arrasó con 30.318 de los 46.402 votos que hubo.

     Durante la gestión presidencial de Ameal, con Riquelme haciendo de vice, Boca logró 6 títulos: 2 ligas y 4 copas nacionales. Pero ningún título internacional (se perdió una final de Copa Libertadores en el Maracaná en tiempo suplementario). Con Riquelme asumiendo de modo oficial lo que ya venía siendo en los hechos, un presidente, la colección de fracasos futboleros no para:

-no se clasificó para la Copa Libertadores 2024

-se clasificó a la Copa Sudamericana 2024, siendo eliminado en octavos de final por Cruzeiro de Brasil

-en la Copa de la Liga Profesional 2024 fue eliminado en semifinales por Estudiantes de La Plata

-en el Campeonato de Primera División 2024 terminó 6º, a 9 puntos del campeón Vélez

-en la Copa Argentina 2024 fue eliminado en semifinales por Vélez

-no pudo acceder a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 porque fue eliminado en el repechaje por Alianza Lima de Perú, aún definiendo la serie en “La Bombonera”. Y como fue eliminado en la primera fase del repechaje, tampoco se pudo clasificar a la Copa Sudamericana 2025

-en el Torneo Apertura 2025 fue eliminado en cuartos de final por Independiente, al perder en “La Bombonera”

-se clasificó al Mundial de Clubes 2025 jugado en los EE.UU y quedó eliminado en primera fase al no ganar ningún partido (1 derrota y 2 empates, incluyendo un empate con un equipo amateur de Nueva Zelanda)

-en la Copa Argentina 2025 fue eliminado en octavos de final por Atlético Tucumán

-Desde que Riquelme asumió como dirigente, primero vice de Ameal y después presidente, Boca tiene saldo negativo contra su máximos rivales. Jugó 43 clásicos contra los otros 4 “grandes”: ganó 10, perdió 16 y empató 17, quedando 6 partidos abajo. Logró 47 puntos sobre 129, el 36,4%. Este es el desglose:

-vs River: jugó 13, ganó 3, perdió 5 y empató 5 (lo eliminó 3 veces en copas nacionales, 2 por penales y una ganándole 3-2 en Córdoba). Perdió 2 veces consecutivas en “La Bombonera”---quedó 2 abajo

-vs Independiente: jugó 9, ganó 2, perdió 2 y empató 5---quedó igual

-vs Racing: jugó 15, ganó 3, perdió 6 y empató 6 (Boca lo eliminó 2 veces de la Copa Libertadores y una vez en 1 copa nacional. Y Racing le ganó 2 finales y lo eliminó de 1 copa nacional)---quedó 3 abajo

-vs San Lorenzo: jugó 6, ganó 2, perdió 3 y empató 1---quedó 1 abajo

-Con Riquelme manejando el fútbol de Boca pasaron siete entrenadores: Miguel Ángel Russo (echado al caer en las semifinales de la Libertadores 2020, tras ganar 2 títulos), Sebastián Battaglia (echado por malos resultados tras ganar 2 títulos), Hugo Ibarra (echado por malos resultados tras ganar 2 títulos), Jorge Almirón (renunció tras perder la final de la Libertadores 2023), Diego Martínez (echado por malos resultados), Fernando Gago (echado tras perder un clásico con River) y, de vuelta, Miguel Ángel Russo (actualmente en el cargo). También hubo tres interinatos del entrenador de inferiores Mariano Herrón.

     Por cuestiones de tiempo y espacio es mejor ahorrarse la enumeración de la cantidad de jugadores mediocres que, de un modo increíble, Riquelme llevó a la primera de Boca. Solo diré, si se me permite la confidencia, que Riquelme eligiendo jugadores es peor que mi hermana eligiendo marido.

     Es decepcionante que aquél jugador notable que no paró de darnos alegrías, hoy sea este presidente que no para de darnos fiascos. Riquelme está alejado de cualquier autocrítica y está blindado de cualquier crítica. No habla con ningún periodista que no sea obsecuente. Huye de cualquier observación que le resulte más o menos incómoda (como hizo ante el periodista Diego Fucks). En “La Bombonera” nadie grita contra él (hay denuncias de aprietes de la barra brava a cualquier intento de hacerlo). Le quedan dos años y medio de mandato y está bancado por su mentor político Sergio Massa. La presidencia de Boca es hoy, un refugio kirchnerista. No la van a entregar.

    ¿Reacción de hinchas y socios o de algún dirigente con pretensiones de manejar Boca? Hasta el momento de escribir estas líneas, ninguna. Nadie pasa de la queja virtual.

     ¿Cuál será el piso? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el equipo ofrece espectáculos espantosos y sufre de una endeblez incurable.

     Henry Ford decía que “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”.

     En el Boca de Riquelme presidente el fracaso es el anticipo de otro fracaso por venir.

     Y otro. Y otro. Y otro…

 

-Walter Anestiades (veo a Boca desde 1976. Lo disfruté campeón 42 veces. Y supe lo que era ganar Libertadores, Intercontinentales y una final a River antes de que Riquelme naciera)

    

 

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