lunes, 28 de marzo de 2011

LOS PONEMICROFONOS

El periodismo es una actividad que consiste en la recolección y el tratamiento de la información. La sustancia de éste métier es la noticia-cuya principal característica es la novedad-, de modo tal que el periodista debe conseguirla, sintetizarla, jerarquizarla y darla a conocer. El periodista informa desde su propia subjetividad y propaga lo que juzga más trascendente de la actualidad a través de soportes técnicos. De éstos soportes derivan el periodismo gráfico y escrito, el audiovisual (que utiliza la radio, el cine o la televisión) y el digital. La crónica, la entrevista, la crítica, la investigación, el documental, el editorial, son algunos géneros clásicos del trabajo periodístico.

El antecedente más remoto del periodismo nos lleva al antiguo Egipto, Persia, Grecia y Babilonia , lugares en los que existía la costumbre de dejar constancia de los relatos orales en manuscritos. Los romanos solían escribir sobre muros y columnas, los llamados "grafitis". Sin embargo, hay cierto consenso en situar a la génesis del periodismo en el año 59 antes de Cristo, cuando el entonces cónsul Julio César expuso en el Foro Romano la llamada "Acta diurna", una suerte de diario de las actividades cotidianas del Senado romano. En la Edad Media circulaban por toda Europa hojas escritas con noticias comerciales, que en la ciudad de Venecia se vendían al precio de una gaceta, que era la moneda veneciana por entonces y que sirvió de nombre a muchos periódicos publicados desde entonces, entre ellos "La Gazeta de Buenos Ayres", fundado por Mariano Moreno en 1810. La Revolución Francesa en el siglo 18 hizo pródiga la circulación de Gacetas ligadas a los partidos políticos. En la del siglo segunda mitad del siglo 19 surgen los diarios masivos a la manera de los que hoy conocemos. La aparición del telégrafo, la fotografía, y más tarde la radio y la televisión influyeron decididamente en el ejercicio del periodismo: su vínculo original con la literatura, la aparición de las grandes agencias de noticias que nutrían a los periódicos, la competencia por la transmisión instantánea de la información, la búsqueda de la "primicia", las escuelas de periodismo, los estudios sobre su mayor o menor influencia en el público consumidor, la relación con el Poder político y económico, la lucha por la libertad de expresión, los corresponsales de guerra, los debates sobre una deontología profesional, son procesos que fueron moldeando a una actividad que debate constantemente sus límites y sus alcances.

Así corrió, muy rápido, ésta breve historia del Periodismo.

Hoy por hoy sigue vigente una polémica que enfrenta al periodista capacitado en la práctica profesional con el periodista formado en la escuela o la universidad. Algunos ensayan la necesidad de un mix entre academia y "calle".
Pero el periodista debe formarse.
Un periodista debe leer (mencionamos el vínculo que tuvo en buena parte de su historia con la literatura. De hecho, muchos periodistas era, antes que todo, escritores). Leer da palabras. Muchas palabras forman un nutrido y rico vocabulario que permiten una mejor gramática. Tener una cultura general lo más amplia posible permite ampliar los puntos de vista y poseer mayor destreza en la defensa o en la refutación de ideas, siendo el periodismo un área permanente de circulación y confrontación de ellas. La capacidad expresiva es fundamental en un periodista. Lo es también la capacidad de analizar mensajes y la posibilidad de interpelar a su entorno.

Reducir la labor del periodista a la mera destreza del manejo de instrumentos técnicos-que además cambian constantemente-es de una pobreza conceptual alarmante y genera una secuela terrible: la aparición de un espécimen repugnante. Los ponemicrófonos.

Son fácilmente reconocibles.

Los ponemicrófonos poseen un modestísimo vocabulario. No leen.
El cuerpo habla. Y siempre denotan inseguridad. Producto de su acotado vocabulario.
Preguntan casi siempre lo mismo.
Nunca utilizan la repregunta.
Jamás analizan críticamente la respuesta de su entrevistado. Probablemente, a veces ni la escuchen.
Suele pasarles que no están empapados con buena data sobre su entrevistado. Saben poco y nada de él o ella.
Tienen más desarrollado el músculo llamado bíceps que el músculo llamado cerebro.
Suelen tener excelente relación con los Funcionarios del Poder Político. Claro, les vienen fenómeno para transmitir propaganda como si fuera información.
Los periodistas famosos se rodean de ellos. Para sobresalir.
Pierden mucho tiempo y energía en envidiar a otros y en defender su condición. En vez de estudiar y mejorar.
Pretenden ser reconocidos por lo que no son y que se les agradezca lo que nunca hicieron.

Decía Jorge Luis Borges que "la tiranía fomenta la estupidez".
Y para fomentarla, necesita ir modificando algunas cosas.
Que haya cada vez menos periodistas.
Y más ponemicrófonos.

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