El 9 de septiembre de 1990 María Soledad Morales murió en Catamarca y su muerte no sirvió para nada. La asesinaron. Gente con mucho Poder. Gente con mucha impunidad. Vivió apenas dieciseis años en una provincia argentina que es de manual. Como otras que también son de manual. Del manual de los feudos. Con mucho militante rentado.Con mucha ignorancia. Con vasallos en vez de ciudadanos. Pereza mental. Nepotismo. Dependencia del Poder central. Esclavos de un sistema perverso. Empleo público en un lugar en el que Estado, Gobierno y Partido son lo mismo.Planes sociales que se dan para que el pobre nunca deje de serlo. Conformismo. Chatura. Un eterno status quo. Propaganda disfrazada de información. Droga. Algo de pan y bastante de circo. Miedo. Pocos que tienen mucho y muchos que tienen poco. Como la Justicia no marcha se marcha por Justicia. Y a peor calidad de vida más votos para los que gobiernan. Se cambia de tirano, pero no de tiranía. Allí fue asesinada María Soledad. Y su muerte no sirvió para nada.
El escándalo desatado a partir de la forma obscena en la que el Poder catamarqueño quiso encubrir el asesinato derivó en la caída de la familia Saadi. Los amos y señores del feudo. El gobierno de Carlos Menem intervino la provincia. Las "marchas del silencio" se entronizaron como una nueva metodología de protesta. Un diputado nacional fue expulsado del parlamento. Hubo un juicio que fue anulado por parcialidad evidente y televisada de los jueces. Hubo un segundo juicio. Hubo un condenado a 21 años de prisión que salió a los catorce. Hubo otro condenado a 9 años de prisión que salió a los cinco. Se filmó una película sobre el asunto. Los Saadi fueron reemplazados por un frente de radicales y peronistas de buena leche.
Pero nadie educó cívicamente al pueblo. Nadie les explicó día tras día que la división de poderes, una justicia independiente, la alternancia en el poder y la transparencia de los actos de gobierno no son una jodita para Tinelli. Son la sustancia del sistema que llamamos Democracia. Sino no funciona. Catamarca siguió siendo entonces, culturalmente feudal. Y nadie aprendió nada.
El 13 de marzo de 2011 el gobierno de Cristina Kirchner con toda su retórica de progresismo, distribución de la riqueza, de lucha contra los monopolios, de reivindicaciones nacionales y populares, apoyó con todo lo que tiene-léase guita-a Lucía Corpacci como candidata a gobernadora. Que es sobrina de Vicente Saadi y prima de Ramón Saadi. Los saadistas fueron aliados con los kirchneristas (?) y ganaron. Veinte años después los Saadi volvieron al Poder en Catamarca.
La lógica del gatopardo, "cambiar para que nada cambie", es la que volvió a ganar.
Porque en Catamarca no educaron a los vasallos para que se transformen en ciudadanos.
Un lugar en el que no se enseña lo que entonces nadie aprende.
El 9 de septiembre de 1990 María Soledad Morales murió en Catamarca y su muerte no sirvió para nada.
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