sábado, 11 de junio de 2011

RINDFLEISCH FABRICA OTRO DALMAU: AHORA SE LLAMA LEZICA

Le salió bien en su momento. Muy bien. A Ewaldo Rindfleisch le salió fenómeno éso de convertir al entonces intendente obereño Héctor Rodolfo "Rolo" Dalmau en un demonio. No en un mal funcionario, porque con éso no alcanzaba. En un verdadero demonio. Para ser él, Rindfleisch, el ángel salvador de la ciudad.
Dalmau reunía las condiciones para ser declarado demonio en Oberá: peronista, calentón, frontal, joven, con mucho por cultivarse en lo intelectual, defensor de pobres y humildes, sin guita, enfrentado al establishment y, encima, viniendo de Campo Ramón.
Rindfleisch, alias "Tito", es un hábil político que necesita que haya "demonios" enfrente suyo. Es que así él se cubre porque, antes que un "demonio", siempre será preferible.
Está claro que en la previa de las elecciones 2011 se respira un aire distinto a las de 2003 y 2007. Es que hace ocho años y aún más hace cuatro "Tito" era el indiscutido ganador en el antes. Y fue el indiscutido ganador en el después. Curtido por unos dineros públicos del que jamás dispuso y difícilmente dispondrá intendente alguno en Oberá, apoyado por una prensa adicta que lo blinda ante cada macana que se manda, sosteniendo al necesario conglomerado de influyentes Iglesias Evangélicas, al frente de un fenomenal aparato clientelístico de apriete y cooptación, y disfrutando de las ventajas que le da una oposición que carece de ácido fólico y de estrategia, Rindfleisch, a favor de su tremenda "caja", se convirtió en el Profeta de la religión mayoritaria en la Oberá del siglo 21: el conformismo.
Estamos ante otro comicio. El desgaste de ocho años de mandato-dos períodos-más el azote de la realidad (sueldos paupérrimos, inflación, inseguridad, calidad de vida en descenso, sin la CELO y con unos "aliados" renovadores poco "confiables") generó que "Tito" necesitara fabricar otro "demonio". Y lo encontró. Se llama Eduardo Morales Lezica.
Lezica es político y funcionario de toda la vida. Radical devenido en Renovador tiene con Rindfleisch un historial mucho más extenso juntos que enfrentados. Dedicado obrero de la Renovación en la electoralmente esquiva zona centro de Misiones, Lezica se calzaba el traje de intendente a favor de que "Tito" tenía otros planes. Además podía agregar a sus credenciales el innegable aporte que hizo para que la "caja" provincial se vea robustecida con la incorporación de la CELO-Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá-.
Pero la política no admite el vacío
y el negocio nacional que promete "Garabí" forzó a una "reconciliación" entre Rovira-Closs S.E. (Sociedad del Estado) y "Tito", el señor feudal de Oberá. Como ordenó la Reina Cristina. De la noche a la mañana Rindfleisch volvía a ser el hombre que debía seguir en el Poder en la estratégica-para las represas- "capital del monte". Sin importar si "Tito" se había ido a otro lado y si Eduardo se había quedado siendo fiel. Lo desplazaron. De la noche a la mañana a Lezica le dieron una muestra contundente de "ideología" renovadora. Un lugar en el que como dijera Santa Teresa de Jesús sobre el infierno, es imposible amar.
Pero Lezica no se la banca. Se muere por ser él, il cappo di tutti en Oberá y no limitarse al triste papel de sumar votos para Rindfleisch. No se la banca. Y como dice la canción del gran Sandro: "se le nota".
La pelea es feroz. Guerra en la calle y en los medios. Guerra de "cajas". Y se tiran por la cabeza hasta con la CELO.
Así las cosas "Tito" desempolvó la estrategia de la demonización. Hacer de Lezica, otro Dalmau.
Si no sucede que a ambos se los devora un Fernández cualquiera, la pelea de aquí al 26 promete ser políticamente interesante. Otra vez cierta prensa blindando a Rindfleisch con las habituales preguntas estúpidas. Con un ejército de cybermilitantes y de "oyentes" que se dedican noche y día en los portales de noticias y en algunas radios locales a dar testimonio por mensajes de texto anónimos que Lezica es el causante de los males del mundo y es un deber moral advertircelo a la ciudadanía. Que con él en la intendencia, el municipio y la CELO serán un ámbito de negocios. No como ahora, con "Tito", con quién todo es honesto y transparente. O no, pero con él no importa. El puede.
Oberá. Junio de 2011.
Así anda "Tito".
Tratando de hacer de Lezica, otro Dalmau
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