¿Se puede profesar la fe cristiana y estar a favor de la práctica del aborto? Bueno, todos aquellos habitantes de la provincia de Misiones que se dicen cristianos, sean católicos o protestantes, y que el 23 de octubre eventalmente voten a los candidatos del Frente Renovador o del Frente para la Victoria así lo demostrarían.
Es de dominio público que tras un pedido formulado por más de una veintena de legisladores, el Congreso Nacional postergó para después de los comicios de octubre todo debate y avance sobre alguno de los siete proyectos de ley que existen allí a favor de la despenalización del aborto en la Argentina. La discusión, prevista para el martes 27 de septiembre pasó al primer día de noviembre.
No se trata en éste artículo de tomar postura alguna, sino de informar como corresponde. Es tradición que las religiones cristianas se opongan decididamente a que el aborto se convierta en una práctica legal. Pues bien, el 23 de octubre los ciudadanos misioneros elegirán a sus representantes nacionales, tres senadores y cuatro diputados. Algunos de los candidatos del kirchnerismo-en su variante Renovadora o del Frente para la Victoria-integran el actual parlamento y van por su reelección en la misma cámara o por su incersión en la otra. Sería patético observar a grupos de cristianos militantes convocar en el futuro mediato a "marchas en defensa de la vida y contra el aborto" a apenas días de haber elegido a los propios legisladores que lo aprobarán.
El Frente Renovador lleva como candidatos a senadores a la actual vicegobernadora Sandra Giménez y al legislador provincial Salvador Cabral Arrechea. Y para diputados al ministro de salud José Guccione y la gremialista docente-y actual dipuatada nacional- Stella Maris Leverberg.
El Frente para la Victoria postula a Juan Manuel Irrazábal y Julia Perié como cabezas de lista para senadores y diputados, respectivamente.
El kirchnerismo es el principal impulsor de los proyectos de despenalización del aborto que ya hay en el Congreso.
Teniendo en cuenta que el oficialismo lo propicia, que los antecedentes parlamentarios de éstos dos sectores políticos muestran que han apoyado todas las iniciativas kirchneristas, y que sería más factible ver a Juan Román Riquelme jugando en la primera de River Plate que ver a " Juanchi" Irrazábal desobedeciendo a Cristina, se nos hace pertinente insisitir en lo importante que es el ejercicio de informarse antes de votar lo que después se podría llegar a pretender botar.
La etimología nos enseña que la génesis de la palabra "estúpido" difería del significado peyorativo que ahora tiene. "Estúpido" viene del latín "stúpeo" que significa sentir " estupor". Los romanos antiguos juzgaban que no era buena cosa dar a conocer los sentimientos, de modo tal que el término pasó de lo descriptivo a lo calificativo.
Alguien que vota sin informarse puede llegar a sentir estupor al enterarse de que sus representantes no lo representan como quisiera.
Y un ciudadano que vota a quién defiende lo que ese mismo ciudadano detesta, por cierto, es un ciudadano bastante estúpido...
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