martes, 22 de julio de 2014

INSOLITO: DESPERDICIO DE AGUA EN LAS TERMAS DE OBERA

 
   
   


Misionescuatro viene informando desde hace años las desventuras del Parque Termal de Oberá, habitual fuente de noticias más por los interrogantes que genera su administración que por las certezas que otorga como atractivo turístico. Ahora resulta que allí se desperdicia el agua que alimenta a las tres piletas termales. En Oberá nada menos. La ciudad que desde hace un lustro está en “emergencia hídrica”.

El video y las fotos que se adjuntan en éste artículo son elocuentes: el agua que alimenta a las piletas termales se desagota hacia el monte a través de una alcantarilla. El hecho no ha sido informado y explicado por las autoridades con la claridad y transparencia que corresponde. ¿No son reutilizables?

-¿Qué son las “Termas de Oberá”?
El “Parque Termal de la Selva” fue oficialmente inaugurado en la tarde del viernes 19 de octubre de 2012. El Gobernador Closs, el alcalde local Ewaldo Rindfleisch y hasta la top model obereña Ingrid Grudke estuvieron presentes en el alfa de un emprendimiento que se abastece de uno de los mayores recursos de agua dulce del planeta: el Acuífero Guaraní. Es una extensión de 8 hectáreas ubicadas en el kilómetro 878 de la ruta nacional 14, zona limítrofe entre los municipios de Oberá y Campo Ramón. Las tierras, ubicadas a seis kilómetros del centro obereño, fueron compradas a no se sabe oficialmente a quién, ni por cuánto y hoy por hoy sus adyacencias son un importante negocio inmobiliario.


-¿Quién lo administra, con qué recursos se construyó y cómo se mantiene?
Es administrado por un consorcio cuya duración se fijó en veinte años y que está integrado por el estado obereño a través de su municipalidad y por la CELO (Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá), la entidad que provee a nueve municipios misioneros de los servicios básicos. Las partes acordaron que la explotación del complejo termal no podrá ser privatizada, concesionada o cedida a instituciones públicas o privadas. Cada una de las partes tiene un representante. Por el municipio, el propio intendente Renovador Ewaldo Rindfleisch. Por la CELO, la abogada Nori Eichelt. Eichelt es, además, la esposa de Rindfleisch. En los hechos entonces, una de las mayores apuestas turísticas de la provincia es manejada por un matrimonio de funcionarios públicos.

Vale recalcar, para alguno que ande flojo en Instrucción Cívica, que cuando decimos administrado por el “Estado obereño” se trata del dinero de los contribuyentes. Y que cuando decimos administrado por la CELO se trata del dinero de sus socios.

El día de su inauguración el intendente Rindfleisch señaló que: “en lo que respecta a las obras de las termas se invirtieron alrededor de 4 millones de pesos”. Y continuó: “un millón fue aporte del gobierno provincial y el resto es aporte municipal y de la CELO”. Aclaró además que “acá no se incluye lo que fueron los primeros fondos, que vinieron en la gestión de Rovira para comprar tierras y hacer la perforación”. Según palabras de su sucesor Maurice Closs (discurso dado en Oberá el último jueves 22 de julio ) en el año 2004 el gobierno de Carlos Rovira aportó 2 millones de pesos para la perforación del Acuífero (cifra a la que debe sumarse el dinero para la compra del terreno en el que se hizo la perforación del Acuífero y luego se erigió el complejo Termal).

- Su funcionamiento:

     Desde aquella tarde de octubre de 2012, aunque de modo discontínuo por motivos varios, se ofrecen al público tres piletas que contienen agua hipertermal (la temperatura es mayor a 40º centígrados). La bomba que extrae el agua del acuífero- bomba que ha tenido más problemas que la selección de Brasil en el último mundial-consigue extraer unos 100 metros cúbicos por hora. Todos los días se vacían las piletas a las 22 horas, se las limpia y luego se las vuelve a cargar. El agua se tira, no se la trata y no se la envía a la planta de agua potable para la red como fue la promesa inicial. Como se ve claramente en el video y en las fotos, todos los días se tira el agua de las piletas.


- El problema de tirar el agua:

La capacidad de las tres piletas es de 70 mil litros de agua-dos de ellas-y de 50 mil litros de agua-la tercera-. Suman casi 200 mil litros entre el terceto. Así las cosas, todas las noches en Oberá se produce el siguiente absurdo: en la ciudad que hace cinco años está en “emergencia hídrica” y en la que durante medio año-de octubre a abril generalmente- buena parte de los socios de la CELO que están conectados a la red no tienen agua ni para lavarse la cara, se tiran al monte 190 mil litros de agua. ¿Se puede utilizar el agua que se desecha de las piletas termales para el consumo humano? ¿Sí? ¿Qué infraestructura requiere para su tratamiento? ¿Por qué no se invirtió en eso?

-¿Y la plantación de yerba mate?
Oficialmente la CELO admite que en el predio de las termas existen plantaciones de yerba mate (www .celocooperativa.com.ar) Sin embargo no se dice más qué eso. ¿Qué rendimiento tiene este yerbal? ¿Cuántos kilos de hoja verde produce? ¿A quién está destinada la venta? ¿Quién cobró el dinero de la venta de hoja verde? ¿Cuánto fue? ¿En dónde se habrá informado qué cuadrilla fue contratada para tarefear? ¿El dinero del producido figura en la contabilidad del Consorcio?

-Conclusión:

Nori Eichelt, que es la Coordinadora General del consorcio, ha tomado para sí el rol de vocera única de todo lo que se diga sobre el Parque Termal. Lamentablemente sólo habla con los mass-media que abordan el tema de las Termas no desde lo informativo sino desde lo propagandístico-comercial. De ahí nuestras preguntas.

En Oberá podríamos parafrasear a José Ortega y Gasset cuando dijo: “No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”.

(Por: Walter Anestiades y Eduardo Jacquemín)



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