Y MAÑANA SERAN HOMBRES...INDIFERENTES
En 1939 el director de cine Carlos Borcosque-chileno radicado en la
Argentina-puso en la pantalla grande un film devenido luego en un clásico de
siempre: "Y mañana serán hombres". Con argumento de Eduardo Ursini,
Borcosque reunió un reparto de notables del vernáculo mundo del espectáculo de
entonces como Sebastián Chiola, Malisa Zini,Pablo Palitos, Carlos Cores,
"Semillita", Armando Bó y un muy joven Alberto de Mendoza. La
historia gira alrededor de las tácticas que el director de un reformatorio
utiliza para ganarse la confianza de todos los muchachos internados allí. Les
enseña los secretos de la calle, los instruye intelectualmente, les inculca la
cultura del esfuerzo y del respeto para que, ya adultos, sean personas de bien.
Sencillo. Y profundo. El director del instituto, a la manera de un padre amoroso,intenta
preocuparse a tiempo.
¿Nos estamos preocupando y a tiempo por los chicos que serán hombres
mañana?
Misiones viene legitimando con el voto la entronización de una
estructura social, económica y política que es feudal. Y no sólo gracias al
llamado clientelismo . No se saca setenta por ciento de los sufragios
únicamente con beneficiarios de planes sociales ni con personas que creen que
su voto tiene valor de cambio. Se precisa que haya indiferencia en todas las
clases sociales y embrutecimiento de la burguesía. La indiferencia hacia la
cosa pública no es algo que nos viene dado. Es algo que se construye. A ver si
nos entendemos: una persona no nace indiferente. Se la hace indiferente.
De manera más o menos solapada, el otrora muy buen sistema educativo
nacional ha mutado a otro que no es mejor. Esta es una verdad incómoda. Implica
tocar cuerdas muy sensibles. Bajando el nivel de exigencia y proclives como
hemos sido todos los estudiantes a gambetear el esfuerzo intelectual que implica
estudiar, el actual orden educativo nos garantiza "zafar", que es el
verbo más conjugado por los alumnos. Se genera así un discurso dominante que
nos habla de mejoras educativas que nunca nadie vió. Su gran aliado es la
sociedad misma. Porque de la boca para afuera la educación le importa a todos.
Pero en serio, a cuatro tipos. En éste contexto, se produjo este texto:
En la EPET 3 de Oberá se denunció que cuatro chicos de 18 años cada uno,
con el uniforme del colegio, le sacaron una moto a un compañero de 17. Dicen
que lo hicieron en la puerta del colegio y parece que la acción fue reconocida
por sus presuntos autores y hasta por algunos de sus padres. El Colegio, no el
Director de manera unilateral, decidió sancionarlos con la pérdida del año
lectivo. Podrían volver el año siguiente. Rápidamente el Ministro de Educación,
Ciencia y Tecnología de Misiones, Luis Arnaldo Jacobo, empezó una gira por los
mass-media cuestionando la calidad de la sanción y criticando ácidamente a
Jorge Romero, el Director de la EPET. Luego pasó a los hechos e invalidó la
decisión de la escuela. Dicen algunos que el episodio le vino al Ministro como
anillo al dedo para intentar disciplinar no a los chicos sino a Romero, siempre
reacio a convertirse en otro felpudo del Poder.
En el plano de lo simbólico Jacobo desenfundó el concepto de
“estigmatizante”. "Dejemos de estigmatizar a los jóvenes, de generalizar y
de salir a los medios a hablar. Han hecho un linchamiento público de los chicos
y han quedado expuestos como delincuentes sociales", indicó.
Alguien debería tomarse el trabajo de pedirle por favor a Jacobo qué nos
explique a todos en qué lugares del planeta se implementa un modelo pedagógico
que postula que un chico puede ser educado sin límites.
El kirchnerismo ,como fenómeno cultural que trasciende el político, ha
instalado la idea de que la “disciplina” es un concepto negativo , rémora de
las dictaduras militares.
El Ingeniero Jacobo es funcionario público de una partido-el Frente
Renovador-que nació como el primer gran experimento de la idea de
transversalidad de Néstor Kirchner. Tan obvio es que ni siquiera se esfuerza en
buscar sinónimos de expresiones como “linchamiento mediático” (¿a quién te hace
acordar?).
Jacobo también sostiene que “lo peor que le podemos hacer a los chicos
es dejarlos afuera de la escuela, sin incluirlos y sin educarlos”. La expresión
es manipuladora porque es emitida buscando la sensibilidad del receptor para su
rápida adhesión. Es fácil coincidir en que todo chico debe poder estudiar. Pero
también es falaz. En la escuela, que no es una guardería, se instruye. Se educa
en la casa.
¿Qué pasa “afuera” de la escuela? ¿Necesariamente un chico que no
estudia por seis meses-porque la sanción de la EPET les permitía retomar los
estudios en 2015-terminará siendo una especie de delincuente? ¿Qué pasa
“afuera”? ¿Qué han hecho gobiernos que están hace más de una década, como los
que integra el señor Jacobo, con la calidad de vida y el nivel de inclusión que
impera ahí “afuera”?
¿Inclusión? Suena bien pero algo extravagante en una sociedad misionera
llena de chicos desnutridos que en el país de las vacas no saben lo que es
tomar una copa de leche o comer un churrasco y en dónde buena parte de las
familias “de los chicos” no tienen ni agua potable ni cloacas. Quizás esa misma
palabra, “inclusión”, empleada el 4 de febrero de 2002 cuando el señor Jacobo
dejó su cargo de Profesor Adjunto en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNAM
para pasar a la función pública, tendría la fuerza que le hubiera dado la
credibilidad. Pero resulta que en los doce años siguientes, el señor ahora
Ministro de Educación fue Defensor del Pueblo en Posadas, Ministro Coordinador
de Gabinete, Ministro de Ecología y Turismo, Ministro de Acción Cooperativa y
Mutual, Presidente del Parque Tecnológico Misiones , Presidente de la
Biofábrica, titular de la Fundación Agencia para el Desarrollo de Misiones y
representante provincial ante la Comisión Mixta por la construcción de la
represa Garabí-Panambí .
Ya tuvo tiempo suficiente , recursos suficientes y Poder suficiente para
“incluir” un poquitín más que lo que hay a “los chicos”, ¿no?
Formar ciudadanos con pensamiento crítico. Que conozcan sus derechos y
sus obligaciones. Un muchacho de 18 años, en condiciones legales de ir a una
guerra, no puede recibir el mensaje-porque la educación también proviene de
actos y no sólo de palabras-que sus límites son tan laxos como él quiere.
Son “chicos” que mañana serán
hombres.
Así, serán hombres indiferentes…
Así, serán hombres indiferentes…
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