EL “ARTÍCULO MERELES”
Apostando a
que la masiva ignorancia sobre la ley de lemas, más el recurso de manejar la
“caja”, les permitirá que el cargo siga estando de adorno, los concejales
renovadores pretenden que el Defensor del pueblo Adjunto también cobre un
sueldo. La maniobra tiene una obvia beneficiaria: Viviana Mereles, de
A.Do.Mis., que secunda a Patricia Nittmann, “la chica de humo”.
Hace unos días los siete concejales
renovadores de Oberá presentaron un proyecto que modifica el articulado de la
Carta Magna sobre el defensor del pueblo. Hasta aquí el adjunto, dice el
artículo 2, “tendrá la función de subrogar al titular en casos de ausencia
transitoria o definitiva del mismo”. La idea es que la cosmética legal que han
preparado (apoyada por la sanata que la justifica) le permita a Viviana Mereles
percibir un sueldo.
Vale recordar, para los distraídos de
siempre, que no es el azar el que puso de candidata a defensora adjunta de
Nittmann a una “chaleco celeste”. La agrupación que convirtió al mayor gremio docente
misionero en un grupo de palurdos que trepan en sus carreras aplaudiendo
cualquier cosa que haga el oficialismo, incluidos los miserables aumentos
salariales que les dan a sus colegas. Hay que vivir en Groenlandia, adentro de
un iglú con un par de esquimales, para desconocer el temprano apoyo que UDPM le
dio a la carrera política de Carlos Fernández.
No te comas el amague. Ni el abogado
Alejandro Sena-apadrinado por el “titista” Daniel Behler-, ni el servi-rápido
Juan Carlos Rossberg, los dos candidatos renovadores que disfrutan de la mayor
propaganda mediática, tienen chance alguna de ganar. Todos los sublemas renovadores (los que encabezan Sena,
Rossberg, Celia Soria, Verónica Noguera, Luis Barrufaldi y Vanesa Gershanik),
están para sumarle votos a “la chica de humo”. Como ya lo hicieron en 2017. Y
Nittmann es la que le suma al intendente. ¿Qué le suma? La tranquilidad de no
interferir nunca con los intereses del eje municipalidad-CELO, que el establishment
local maneja a través de Fernández.
El artículo Mereles puede ser aprobado
ahora, antes de los comicios (si se mantienen), o después. No hay apuro. El
mandato de Nittmann termina recién dentro de diez meses.
El Defensor del pueblo de Oberá debe velar
por los intereses de los ciudadanos. Esa es su función. Eso implica lidiar con
intereses económicos y políticos que impiden la mejora colectiva de la calidad
de vida. Por eso debe tener la independencia y el coraje de enfrentarse a esos
intereses. ¿Lo hará algún candidato opositor? No lo sabemos. ¿Lo hará la
oficialista Patricia Nittmann? Ya sabemos que no.
Oscar Wilde postulaba que “la experiencia
es el nombre que le damos a nuestros errores”.
Votando renovadores, los obereños acumulan
veinte años de experiencia…
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