lunes, 13 de mayo de 2024

 

BATALLAS GANADAS DE

        UNA GUERRA PERDIDA







     Hace apenas un rato falleció en Oberá el abogado Orlando Luis Flosi y con él se fue otra de las pocas voces que fueron capaces de expresar en voz alta y sin filtro lo que en la Misiones feudal no anda bien. Flosi fue un hacedor. Hizo cosas. Y se entiende que el natural paso del tiempo apague algunas voces para permitirnos escuchar otras nuevas. Pero en Misiones no aparecen otras nuevas.

     “A veces el silencio es la peor de las mentiras”, decía don Miguel de Unamuno. En los feudos el miedo es el gran organizador de la vida social. Del miedo deriva el silencio. Y también deriva esa quietud a la que los cínicos llaman paz.

     A ver, repasemos los nombres propios de gente que dijo lo que hay que decir y que hizo lo que hay que hacer. Y ya nos han dejado.

     -El padre Joaquín Piña denunció sin vueltas al poder omnímodo de Carlos Rovira. Y fue por la acción del jesuita que en 2006 Rovira perdió el plebiscito que buscaba garantizar, reforma constitucional mediante, su reelección indefinida como gobernador. Una derrota que salpicó a Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires y a Eduardo Fellner en Jujuy, un par de gobernadores que andaban con aspiraciones parecidas a las de Rovira. Y además salpicó al presidente Néstor Kirchner. Joaquín Piña se fue de este plano el 9 de julio de 2013.

     -Juana Bárbaro, apodada “Ticha”, se esforzó mucho en denunciar la impunidad del crimen de su hermana “Marilyn” , encubierto por el poder feudal. Durante años y una vez al mes, cada 17 (como el 17 de abril en que mataron a Marilyn) encabezó una marcha pacífica pidiendo una justicia que nunca llegó. “Ticha” fue un ejemplo de ciudadanía. Se fue para siempre el 7 de julio de 2017.

     -Héctor Luis Rodolfo Dalmau-“Rolo”-vivió en carne propia lo que el establishment obereño es capaz de hacer con tal de defender sus intereses, que son muy distintos de los intereses de la ciudad. Lo ensuciaron para abrirle camino a la oscura gestión de Ewaldo Rindfleisch en la intendencia de Oberá. Ya reivindicado, Dalmau no dudó en seguir denunciando con nombres propios cuestiones tan delicadas como la venta de bebés en la zona. Con su muerte todo eso quedó herméticamente cerrado porque nadie más volverá a investigarlo en profundidad. “Rolo” partió el 8 de marzo de 2020.

    -César Sánchez Bonifato, apodado “Fuma”, es una leyenda del periodismo misionero. Por décadas fue corresponsal del diario “La Nación”. En tiempos de Rovira no guardó su criticidad en el ropero hasta nuevo aviso, como hicieron tantos. Desde sus columnas en el canal Misiones Cuatro dijo lo que había que decir. Y se marchó el 15 de octubre de 2.022.

     -Orlando Luis Flosi es conocido y reconocido por su tarea de más de tres décadas como abogado penalista. Forjó un estudio jurídico que hoy continúan sus hijos. Pero también fue el dueño y director de FM Oxígeno de Oberá y fue el único dueño de un mass-media en la ciudad que estimuló, apoyó y bancó la crítica al poder kirchnerista en el apogeo de Néstor y Cristina Kirchner, la crítica al poder de Carlos Rovira, en el apogeo de su partido, la renovación, y la crítica al poder del alcalde Ewaldo Rindfleisch, en el apogeo de Rindfleisch. Un Rindfleisch al que incluso denunció penalmente. Flosi fue un pilar de la libertad de expresión en Oberá y podemos dar fe de eso. Se fue el 9 de mayo último.

     Son apenas cinco ciudadanos que hicieron mucho, que intentaron mucho, que denunciaron mucho, que forjaron mucho y que se pelearon mucho. Las personas de bien se relacionan de una sola manera con los canallas: se pelean.

     Misiones tiene la población más joven del país. Pero a las injusticias perpetradas en la provincia en la que nacieron, trabajan y estudian, todas con funcionarios responsables con nombres propios, no les dan bola. Salvo honrosas excepciones, a un joven misionero lo conmueve más lo que ven en los medios nacionales que lo que sucede en la esquina de su casa. Las personas que siguen dando la batalla por la dignidad son unas cuantas pero también son las de siempre. Misiones ya no va a cambiar. Pero el predicador siempre tiene que decir su misa.

     Por eso se refuerza la necesidad de reconocer a gente que hizo bastante más que poner likes en Facebook. Gente que puso el nombre, el apellido, la cara, la voz y el cuerpo para decir las cosas como son, sin miedo ni esperando que el silencio cómplice les mejore la vida económica.

     Se fue Orlando Luis Flosi y como al irse Rolo, el padre Piña, Ticha o Sánchez Bonifato, algunos sinvergüenzas respiran más aliviados.

     Indira Gandhi decía que “No se le puede dar la mano a quién tiene el puño cerrado”.

     No nos vamos a olvidar nunca de los que, en vez de dar una mano temerosa o colaboracionista, también cerraron el puño, pelearon, y tuvieron tantas batallas ganadas.

      Incluso, en una guerra perdida.

 

 

Walter Anestiades

   

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