viernes, 6 de marzo de 2015

              CELO: EL "ESTABLISHMENT"                      ATACA





     El término inglés “establishment” (“establecimiento”) denomina a un grupo de elite que maneja desde un país hasta una organización. Acuñado por el filósofo estadounidense Ralph Emerson (1803-1882) el concepto integra a los centros de Poder visibles con el troquel de relaciones sociales indispensables para influenciar. El “establishment” obereño, enemigo de las despedidas por naturaleza, decidió atacar.

     La Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá no se fundió. La fundieron. Capitaneados por su ex titular y todopoderoso alcalde Ewaldo Rindfleisch, dirigentes, empresarios grandes y pequeños, sindicalistas, funcionarios públicos y periodistas, le sacaron toda la leche a la vaca durante tres lustros. Extendiendo y legitimando toda clase de “curros” (con la precisión perfecta del lunfardo) que no están dispuestos a dejar. La inédita victoria de una lista opositora en los últimos comicios de la entidad en 2014 los dejó pasmados. Luego, cuando en la Asamblea General de Delegados resultó que no hubo opositores votando como oficialistas sino oficialistas votando como opositores, el asombro mutó a pánico. 

     Y a la manera de los animales que acometen por miedo, el “establishment” empezó a atacar. 

     Amparados en esa tradición obereña de ser indulgentes con el que tiene Poder-y por cierto que Rindfleisch lo sigue teniendo-el aparato de propaganda oficial aprovechó su buena llegada al fondo del termo para estimular a aquellos que allí viven a que comiencen a exigirle a los nuevos que hoy co-administran la CELO lo que jamás le exigieron a los que la “administraron” tanto tiempo (lo que hicieron fue tan impresentable que el teclado de mi PC se resiste a escribir “administrar”). Con unos apuros que hubieran sido muy bienvenidos en otras épocas cuando el ejercicio de la ciudadanía en Oberá era marginal y los vasallos se entretenían y hasta se sentían orgullosos de negociados como las aguas termales (para beneficio del Poder y pésimamente manejado) o la telefonía celular (digno de un film surrealista), hay quiénes dicen “A mí no me importa quién maneja la CELO, yo quiero tener agua” (?). Debe ser horrible ser un bruto. 

     Porque en Oberá el vasallaje sigue siendo amplio, hay anclaje social aún para el absurdo de pretender equiparar la responsabilidad de quince años con la de quince días. 

     Hay un cierto periodismo local atento a la posible pérdida de privilegios. Beneficiarios de la pauta oficial municipal y de la cooperativa a cambio de comportarse como gacetilleros, ahora aprovechan el tiempo y presionan directamente. Uno de ellos, envalentonado porque ya no le queda prestigio por perder, se permitió calificar como “escrache a la prensa” el republicano ejercicio de la nueva administración de dar a conocer cómo y a quiénes pauta la CELO. A ver si nos entendemos. En el “Mundo del revés” (como diría María Elena Walsh) hay periodistas que a la información sobre la cosa pública la llaman “escrache” (?).

     Como sea, han tenido cierto éxito en el ataque. Rafael Pereyra Pigerl-el nuevo “hombre fuerte” de la CELO que puso al Presidente y al Gerente General-se estaría mostrando sensible y permeable a la ofensiva desatada. Un rumor al que le falta rendir una sola materia pare recibirse de información (la materia es “Reconocimiento de los protagonistas”) señala que la intervención como mediadora de la ambiciosa dipu-gremialista Stella Maris Leverberg ante esa suerte de “Gestapo” fiscal que es la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) en manos del kirchnerista Ricardo Etchegaray, no fue sólo a cambio de la foto. Dicen que la rubia consiguió “trocar” apoyo por Consejero. La AFIP no va a impacientarse ante la fastuosa deuda que la CELO tiene con ellos. A cambio, Pereyra Pigerl repondría en su cargo al ex Presidente y destituido Consejero de la entidad Carlos “el Negro” Míguez presentando la medida como una acción irreversible tomada no por ellos sino por el Ministerio de Acción Cooperativa provincial.

     Pero no siempre lo que se arregla por arriba es aceptado por abajo. La semana pasada un grupo de militantes de la “Lista Blanca” (la vencedora del oficialismo en la cooperativa) se reunió para dejar en claro que no van a tolerar ningún acuerdo a favor de dejar las cosas maquilladas pero como están. De hecho ya se autodenominan “Bases de la Lista Blanca” para diferenciarse de los “dirigentes” de la Lista Blanca. El asunto es que Pereyra Pigerl, que será candidato a intendente pero no sabe aún representando a qué partido, cree que la suma de Rindfleisch como enemigo más algunos periodistas disconformes por la pérdida de la pauta y otros asuntos podría derivar en una andanada cotidiana de mensajes de texto mandados al éter contrarios a su figura que aniquilarían su futuro político. El abogado quiere llegar a los comicios mostrando el nada despreciable capital simbólico de tener el copryght del grupo que “recuperó” la CELO e hizo realidad el objetivo de darle agua a la población a través de la obra “Arroyo del Medio”. Obra cuyo rendimiento debe ser tomado con pinzas teniendo en cuenta que es un año electoral y que es promocionada por personajes del oficialismo a quién ningún ser racional le compraría un auto usado. Por lo demás alguien debería enseñarle al inminente candidato que entre los efectos de los sms enviados a una radio y los votos que van a parar a una urna no hay proporcionalidad. Como diría Lope de Vega, “Quién lo probó, lo sabe”. 

     Los días por venir nos dirán que rumbo tomará Pereyra Pigerl, obligado a “cinturear” en una posición poco envidiable dadas las presiones de un lado y otro. Hasta aquí el Consejo de Administración ha tenido loables iniciativas como transparentar información que siempre fue hermética y han despertado una esperanza concreta. Están a las puertas de hacer historia. Ellos decidirán a quién conformar: si a la “vieja” Oberá de los privilegios para la elite o a la nueva Oberá de la ciudadanía que clama por República.

     Sin dudas este culebrón tendrá final feliz.

     Lo que no sabemos, es ¿para quién?

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