SIMPATÍA POR EL DEMONIO
¿Qué más precisan algunos para
convencerse? Nos lo avisó hace casi
cinco siglos un ser muy lúcido llamado Étienne de La Boétie. En su célebre
“Discurso sobre la servidumbre voluntaria”, sostuvo que “El poder no crea la
obediencia. Es la obediencia la que crea el Poder”.
Una parte numerosa de argentinos creó a
una figura como Cristina Kirchner. Ellos la hicieron a ella, no al revés. Una
parte sustantiva de misioneros creo a un tipo de líder como Carlos Rovira.
Ellos lo hicieron a él, no al revés.
La demagogia se entronizó y eso es una
mala noticia. Porque impide asumir que un sector para nada minúsculo de nuestra
sociedad está podrido. Pero podrido de putrefacto. En la época de nuestros
abuelos y nuestros padres pocas cosas daban tanta vergüenza como robar. Ahora,
eso de que robar está muy mal, lo tenés que explicar.
Basta mirar un poco de televisión,
escuchar algo de radio, leer “opiniones” al pie de algún artículo en un medio
digital o en las redes sociales para sentirse apabullado por la catarata de
personajes que “justifican” la corrupción obvia de los líderes que apoyan con
la de los otros que detestan. Así, un kirchnerista acosado por las escenas
decadentes a la décima potencia de un señor encargado de la obra pública
tirando bolsos con nuestra plata a la madrugada en un convento, responde con
“Panamá Papers”. Como si la corrupción de los propios se pudiera dispensar con
la de otros. Te están diciendo; “sí, ya sé que robaron. Pero no son los únicos,
eh” (?).
Tremenda incapacidad social para ligar la
corrupción de estado con el pan que luego falta en muchas mesas. Son los que
creen que la plata del estado, la pone Dios.
De norte a sur y de este a oeste del país,
mafiosos que además de mentir, robar, corromper y patotear, que no tienen nada
para mostrar en materia de gestión, son reelectos en sus cargos una y otra vez
con argumentos de una pobreza intelectual alarmante.
¿Hacer un país mejor con gente a la que el
tema de que un señor o una señora se hagan millonarios en el estado no le
importa?
Dante Alighieri imaginó al infierno como
un lugar que en la entrada advertía: “ ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad
toda esperanza!”
¿Habrá que advertirles lo mismo a quiénes
entren a la Argentina?
1 comentario:
Y así estamos mientras,se siga en esta provincia manteniendo punteros de músicas argentinas que viven gracias al pueblo, estos corruptos... Esta provincia va para la decadencia, no hay que olvidarse de todos los cómplices de esta gente. Que en vez de pensar en el pueblo se cagá en el
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