“HAY CUENTAS QUE NO SE COBRAN”

 

     Lo dijo “Pepe” Mujica cuando le preguntaron si había pensado en usar su poder como presidente de Uruguay para tomarse revancha del tiempo que pasó en la cárcel durante la dictadura. Los años del renovador Ewaldo Rindfleisch en la alcaldía de Oberá fueron una calamidad. ¿Es el olvido y su chocante secuela, la impunidad, el camino que la sociedad eligió para seguir adelante? ¿Son cuentas que quedarán sin cobrar?

     Hace unos días el periodista Nelson Castro entrevistó al veterano expresidente “José “Pepe” Mujica en su chacra de Uruguay. Mujica fue un guerrillero tupamaro al que la dictadura de su país metió preso hasta el retorno de la democracia en 1985. Fue presidente electo entre 2010 y 2015 y, siendo la cabeza de un gobierno de izquierda, no le pasó facturas a los sectores cívico-militares que dieron el golpe del 73. Mujica reprobó el odio y el fanatismo, aunque subrayó que de ningún modo se debe olvidar o perdonar. “Se trata-sentenció-de aprender una lección de vida: hay cuentas que no se cobran. Hay que mirar para adelante”.

     En diciembre de 2015 el ciudadano Ramón Escobar presentó dos denuncias contra Rindfleisch: una por presunto enriquecimiento ilícito, y otra por presunta malversación de fondos públicos. Los archivos de Infóber Digital, Misiones Cuatro, y radio Oxígeno son ricos en el desglose de lo actuado por la renovación en el municipio y en la CELO. El sucesor, el hoy candidato Carlos Fernández, cubrió con silencio. Igual que los dirigentes opositores. El propio Escobar narra que no tiene compañía en su pedido de justicia y que los expedientes siguen durmiendo una regia siesta misionera. La pusilánime sociedad decidió que no moverá el traste de la silla. Y del periodismo local ya sabemos.

     Rindfleisch es un protegido de Rovira, que lo eximió dos veces de rendir cuentas ante el parlamento provincial. Los opositores no tocan lo que para Rovira es intocable. Para la sociedad es más conveniente olvidar. ¿Y la sed de justicia?

     ¿Nuestra sociedad se encamina a olvidar lo hecho por el kirchnerismo y por los señores feudales del conurbano y las provincias, sin que rindan cuentas? ¿Hará suyas esas palabras?

     “Hay cuentas que no se cobran”…

 

Walter Anestiades