lunes, 15 de noviembre de 2021

 

               “LA LOCA DE LA CASA“

 

     Santa Teresa de Jesús vivió en el siglo XVI y fue la fundadora de la Orden de los Carmelitas Descalzos. ¿Sabes como llamaba a la imaginación? Decía que era “la loca de la casa”. Pero no se refería a la imaginación creativa, a la capacidad de concebir proyectos. Hablaba de la mente sin control, de los pensamientos que agobian, que perturban. Así es la mente de Cristina Kirchner. Una mente atrapada en rencores que puso a un títere para volver al poder. Y, guste o no, es esa mente la que maquina las decisiones que nos afectan a todos.

     La derrota en las generales fue tan contundente como en las PASO. El gobierno nacional perdió en 15 provincias y Cristina el quórum en el senado. Como si Mandinga se les riera en la cara con tan cruel paradoja, el plan “platita para todos” perdió contra la inflación que ellos mismos generaron emitiendo para cooptar votantes. Fue demasiado para tan poco. Ahora les quedan dos años para seguir gobernando a una sociedad que está harta de las mentiras y los disparates de funcionarios que en vez de cambiar la realidad, se siguen peleando con ella. Justo con la realidad. La más eficaz refutadora de mentiras que se conoce.

     Era difícil que la colección de gente más detestable que conocimos en democracia no empeorara las cosas. Y lo hicieron. Malas decisiones, peores explicaciones, y la ya insoportable costumbre de buscar culpas en otros. Santo Tomás nos lo enseñó hace siglos: son lo que son y por eso hacen lo que hacen. ¿Opciones? Juntos por el Cambio ha sido el instrumento electoral adecuado para expresar la bronca contra un gobierno que es una calamidad. La derecha y la izquierda compiten a ver quién es el patético más simpático. Sí. Es lo que hay.

      La concentración de poder es siempre negativa pero la sociedad paga precios muy altos para llegar a entenderlo. La mente de Cristina Kirchner, a la que se le volvió a dar todo el poder, es la que maquina y luego ejecuta según su parecer en un gobierno y en un espacio político en el que nadie se le atreve. Y seguirá siendo así en los dos años que le quedan de mandato a Alberto Fernández.

     Por eso, ante la reiterada pregunta ¿Qué va a pasar ahora? No lo sabemos.

     La que lo sabe es “la loca de la casa”…

 

Walter Anestiades 

 

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