domingo, 2 de enero de 2022

 

QUE VEINTE AÑOS ES MUCHO

 

     Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”, canta Carlos Gardel en “Volver”. La sociedad misionera está pagando el precio del tremendo atraso que sufre por dos décadas de dominio feudal rovirista: además de otras carencias, falta agua y falta luz.

    Lo único positivo de la política misionera sucede en la poesía que entonan los cada vez más inverosímiles publicistas que la van de periodistas.

     -Recorrer Puerto Iguazú y escuchar a los vecinos clamando por agua en la ciudad que alberga a las Cataratas, es más surrealista que una obra de Dalí.

     - Oberá se encuentra encima del acuífero Guaraní, una reserva mundial de agua. Si habrán hecho mal las cosas los renovadores que lograron que un recurso que sobra, falte. Toda la zona centro recibe energía eléctrica de la línea de 132 Kv, que está vetusta y así seguirá hasta que no se haga una nueva. Como la que el vicegobernador Hugo Passalacqua licitó en 2015 para su campaña electoral y que de ahí no pasó. ¿Por qué en veinte años de gobierno rovirista nunca se invirtió en eso? Porque tragarse el cuento de que es culpa de los diputados nacionales opositores que asumieron hace tres semanas es cosa de opas.

    -Si uno se anima a recorrer Posadas con ojos de ciudadano más que de turista, descubrirá que es más amplia que el micromundo de los restaurantes y pubs de la estupenda Costanera, el café “Vintage”, la peatonal y el shopping. Es una ciudad de contrastes que la gestión de Leonardo Stelatto acentuó. Con el gobierno de Stelatto se puede hacer una gran diferencia económica: hay que comprarlo por lo que vale y venderlo por lo que los medios a los que les da pauta oficial dicen que vale.

    -Ni hablar de los municipios más chicos. Siempre más cerca del siglo XIX que del XXI.

    -Los salarios que se pagan en Misiones son de los más pauperizados. Y lo son desde hace tiempo, más allá de la desastrosa economía nacional.

    -Como en todo feudo las instituciones están de adorno. Rovira pone algún títere en la gobernación cada cuatro años, se maneja en el parlamento provincial como si fuera un faraón egipcio, y hace años que cooptó la justicia para no tener problemas por ese lado. Todo el poder concentrado en una persona: el ejecutivo, el legislativo, y el judicial.

    -Todo se blinda con el apagón informativo (si la realidad disgusta al gobierno, peor para la realidad, como en las últimas PASO). Con escritores e historiadores  que se ocupan de los asuntos de la tierra colorada, menos de los sucedidos desde diciembre de 2003. Con artistas que callan las injusticias para que el estado los banque. Y con opositores que tornan innecesarios a los oficialistas.

     Arrancó el 2022 en un país que no está preparado para nada y cuyos responsables tienen nombres propios. En Misiones también tienen nombres propios. Y son todos misioneros.

     ¿Sabés qué Carlitos? Aunque pasen como un soplido…

       Veinte años es mucho.

 

Walter Anestiades 

 

    

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