LOS JÓVENES VIEJOS
“Hombres de
una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX
nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar
a todas las cosas por el nombre que tienen. Desde hoy contamos para el país una
vergüenza menos y una libertad más”. Así comienza el “Manifiesto Liminar” de la
Reforma Universitaria de 1918. ¿Lo notaste? A la falta de libertad se la llama
“vergüenza”. Un siglo después el joven posadeño Germán Ferber dejó su
militancia opositora para apoyar al feudo de Rovira. En la falta de libertad él
y otros jóvenes ya no ven ninguna vergüenza…
¿Qué habrá sido del espíritu rebelde de
Deodoro Roca, el redactor del “Manifiesto…”, y los otros muchachos que con su
lucha lograron que, desde entonces, todos tengamos la oportunidad de estudiar
en una universidad libre, laica y gratuita?
¿Tendrán Ferber, quiénes lo siguieron y
quiénes lo apoyan en las redes sociales alguna remota idea de para qué nació y
a que se enfrentó esa Unión Cívica Radical en la que militó hasta hace cinco
minutos? Porque un radical que se pasa al rovirismo o nunca entendió que es ser
radical, o no entiende que es ser rovirista.
¿Alguien se habrá tomado el tiempo de explicarles
que Alem enfrentó a Juárez Celman porque era un gobierno corrupto y porque la mayoría
de los argentinos no tenía derechos cívicos? ¿Qué votar era para unos pocos? ¿Qué
hubo que pelear hasta la sanción de la Ley Sáenz Peña del voto secreto,
universal y obligatorio para que el pueblo también tenga quién lo represente?
¿Qué el radicalismo tiene un compromiso fundante con la defensa de la
institucionalidad, todo lo contrario del poder concentrado en una persona que
eso es la renovación y no otra cosa?
¿Qué tendrán que ver los valores del
krausismo (filosofía en la que abreva el radicalismo) con esta caterva de
vividores del estado que es el Frente Renovador?
Los que lo apoyan, ¿en serio no sienten ni
un poquitito de vergüenza? Todos tienen derecho a dejar un espacio si sienten
que no tienen el lugar que creen merecer. Pero dicen que desde el oficialismo
podrán tener ese mejor lugar para “trabajar por los que menos tienen”. ¿Trabajar para los que menos tienen militando
para Rovira? Es un oxímoron.
Hay quienes plantean que lo interesante
de que la juventud milite es que no está contaminada como sus mayores.
Mentira.
Si
el egoísmo de pasarse del lado de los autores de las injusticias para ver si
mejora uno, en vez de enfrentarlos a ver si mejoramos todos. Y que eso no provoque
indignación sino aprobación. Si eso es lo que hay y también es lo que se viene,
pues hagamos nuestras las últimas palabras de Juan José Castelli.
“Si lo ves al futuro, decile que no
venga”.
Walter
Anestiades
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